Capítulo 5

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Al terminar la última clase, mientras Ursula Peters esperaba que todos se fueran, Thomas permaneció a su lado.

-Hoy voy a comprobar que tu casa no esté llena de armas.

-No lo he olvidado.

Salieron juntos y notaron que una lluvia los empapó, llovía a cántaros.

Thomas se encaminó hacia el estacionamiento y Ursula lo observó frunciendo el ceño.

-¿A dónde vas?

-Donde mi auto- ella levantó una ceja. Gesto que casi no se notaba debido a su flequillo.

-Yo iré caminando.

-Pero está lloviendo como si no hubiera un mañana y tu casa está a una hora de aquí- Thomas ya estaba completamente empapado y su cabello se pegaba a su rostro.

-No pienso ir en ese automóvil y contaminar la naturaleza- Ursula lo miraba cruzada de brazos.

-Oh, vamos Ursula. Nos enfermaremos.

-Bien- dijo de mala gana.

Ambos entraron en el impecable Audi negro del pelirrojo y él la observó.

-Definitivamente estás demente- Ursula lo miró, sus ojos celestes parecían más vivos aquel día.

-Tal vez lo esté un poco.

-¿Un poco?- soltó una carcajada- solo un poco- dijo luego riendo.

Hubo un momento de silencio.

-Oye, si casi haces una revolución por subir a mi auto, asumo que no habrá heladera, ni televisor, ni nada de eso en tu casa.

-No- contestó con normalidad.

-Entonces ¿Qué comes todos los días?

-Raíces, frutas, verduras...- la interrumpió.

-Asumo que tendremos que pasar a comprar comida para mí, debido a que no comeré raíces.

-Supongo- dijo inocente.

Luego de ir a McDonald's a comprar una hamburguesa, Thomas condujo hasta la casa de Ursula.

Al llegar, él vio que la casa padecía el mismo abandono que había visto la vez anterior.

El gato negro se cruzó nuevamente en su camino

-Hola Merlín ¿Me has extrañado gato lindo?- dijo Ursula tocándolo.

-¿Merlín? ¿Como el mago?

-Exactamente.

Al entrar en la morada Thomas notó un decorado de madera. Todo ahí, al parecer, estaba hecho a mano.

Nada se parecía a la casa abandonada que había visto días atrás.

Ursula y Thomas almorzaron y luego ella le mostró toda la casa. Lo único que vio igual a la vez anterior fue el espejo.

"Vampiro no es" pensó con miedo.

-Oye ¿Cómo te diviertes aquí?

-Un día como hoy veo la lluvia, me encanta la lluvia.

-¿Y otra cosa?

-Suelo cantar, o bailar, escribo y también pinto.

-Tu vida es aburrida- dijo mirandola con sinceridad.

-Aquí sí, donde vivía antes no. Aunque debo admitir que no la estoy pasando tan mal éstos días.

-¿Qué has hecho?

Ursula PetersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora