Capítulo 9

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Ella cortó el beso y lo miró con ojos tristes, suspiró.

-¿Qué pasa?- preguntó Thomas, preocupado.

-Ésto no puede pasar, tú y yo... No, no podemos, al menos yo no puedo.

-¿Por qué? ¿Tienes novio? ¿O  eres...?- calló al ver una pequeña sonrisa en los labios de Ursula.

-No tengo novio- sonrió, pero luego se puso seria así, sin más- Es que... Si me enamoro... ¡No puedo enamorarme!- exclamó mirando al suelo- no puedo, me hará daño, mucho daño.

-¿Daño? ¿Alguien te hizo daño y ahora tienes miedo que ocurra de nuevo?- preguntó preocupado, bajando la mirada a los ojos de Ursula.

-No Thomas, el problema es...- suspiró- Que yo voy a irme a fin de año, me voy y jamás volveré, no podremos vernos. No quiero que nos veamos, tú no debías conocerme, causaré sólo problemas en tu vida.

-Oye ¿Qué pasa? ¿Quieres contarme quién eres?- dijo Thomas agarrando su mano.

-No puedo, no debo- comenzó a susurrar cosas en un idioma ininteligible y Thomas tomó su rostro entre sus manos.

-Dime, lo escucharé todo y no se lo contaré a nadie.

-Vamos a mi casa.

-Bien.

Tomados de la mano, salieron de la fiesta, cuando subieron al auto de Thomas ella no opuso resistencia, no habló ni dijo nada, como la Ursula del principio; con la mirada en el vacío, sus manos entrelazadas y su espalda encorvada, sin apoyarla en el asiento.  

Llegaron a la casa de Ursula y ella la abrió, entraron e hizo que Thomas se sentase en un sofá, frente al espejo cubierto por una sábana, ella se sacó el enorme saco.

-No me hago cargo si quedas traumado con lo que va a suceder a continuación, es mi verdad y tú me estás pidiendo que te la revele- Thomas asintió enérgicamente.

Ella se despojó de su pantalón negro y él pudo notar un estilo de calsas de color negro también, se sacó el sweater, la polera y la camiseta. Una enorme malla ocupaba todo su esquelético cuerpo.Se recogió el cabello en un moño y Thomas vio unas orejas puntiagudas.

Luego, Ursula comenzó a mover su espalda de manera horrorosa, parecía dolerle, pero Thomas consideró seguro no molestarla y solo la observó.

Un par de alas negras con destellos violeta ocuparon gran parte del lugar, la piel se Ursula tomó un color dorado y sus ojos refulgaron de felicidad, Thomas estaba en shock.

-E...e....eres...un ángel- afirmó tartamudeando y señalando sus alas, Ursula se veía preciosa, fresca, como nunca lo había hecho.

-No Thomas, soy un hada- aclaró con la más bella y dulce mirada que él jamás vislumbró en ella.

-Dime todo- logró articular, y ella se sentó a su lado. Ahora su espalda estaba erguida y recta, su sonrisa resplandecía.

-Soy tu hada protectora, vengo del Reino del Olvido, uno de los 8 planetas que conforman el círculo planetario no descubierto por humanos. ¿Por qué te protejo? Te cuento, los habitantes del Reino de las Tinieblas, o magos, antes eran aliados del hombre, pero cuando éste robó variados pensamientos e ideas de mi reino y el de ellos, los magos quedaron en resentimiento, y buscan las 100 muestras de sangre de los 100 elegidos.

>>Con esas muestras harán la poción que será exparcida por el Reino de las Especies, o el planeta tierra, como lo llaman ustedes, y matarán a toda la humanidad, creen los magos que así los 8 reinos serán prósperos y estarán llenos de paz. Pero nosotros, los habitantes del Reino del Olvido, no estamos de acuerdo y entonces cuidamos de los elegidos. Tú eres uno de ellos, y debo cuidarte hasta que cumplas 20 años, luego puedo retirarme a mi mundo y descansar por un milenio, y volver a cuidar a mi próximo elegido. Si los magos toman tu sangre el mundo humano correrá peligro, pues solo existen 100 elegidos y con la sangre de ellos el mundo estará a poder de los magos. Tus padres son magos, y todos los alumnos que murieron en la escuela éste año también, ellos vienen para matarte, y yo debo protegerte- Thomas se quedó quieto, sin emitir palabra.

-¿Hay otros como yo?- preguntó mirando sus manos.

-Actualmente hay 8 hadas protectoras en el planeta tierra cuidando de los elegidos de manera indirecta, lamentablemente tú no estás muy seguro.

-¿Por qué?

-Las hadas no deben hacer contacto con su elegido, de lo contrario rompen el código 590 establecido por la ley de tratados de paz entre magos y hadas, yo ya lo he roto y además de hacer que tú corras peligro yo también lo hago.

-Pero... ¿Qué pasará? ¿Nos matarán?

-Me condenarán a vagar por el Reino de los Pecados, y si soy lo suficientemente inteligente para salir de allí me tendrán que condenar a vagar por las tinieblas del lugar de descanso, donde no hay arriba ni abajo, ni delante ni detrás. Tú te volverás inmortal y verás morir a tus seres queridos, y tal vez tengas graves alucinaciones conmigo.

-¿Cómo lo evitamos?

-No lo sé, últimamente estuve tratando de averiguar eso. Pero el Libro de las Respuestas dice que debemos dar con tus padres biológicos y sacarles una muestra de sangre a ellos, a tí y a mi, luego debemos buscar la flor turquesa y hacer una poción con eso y la sangre y beberlo, así, los magos y las hadas dejarán de ver nuestros movimientos y seremos humanos, que tendrán sus vidas por separado y viviremos como cualquier otra persona.

-¿No podemos hacer algo más fácil y con mejor final?- preguntó él con los ojos como plato ante aquel plan.

-No, me temo que no hermoso Thomas, pero quédate tranquilo, voy a preguntar si hay algún perdón por violar la regla.

-Y si no lo hay...

-Cada uno sufrirá de manera diferente. Thomas miró al suelo y luego a Ursula, ella tomó su mano y lo miró a los ojos.

-Debes irte Thomas, debes olvidarme, debes creer que todo ésto ha sido un sueño.

-No Ursula, se supone que estamos juntos es ésto.

-No, cada uno va por su lado. Cada uno tiene caminos distintos.

-Estoy enamorado de ti.

Ursula acercó sus labios a los de él y lo besó con tal ímpetu que creyó que estaba soñando, o que simpremente había muerto y estaba en el cielo.

Cuando se separaron una lágrima resbalaba lentamente por la mejilla de Ursula, ella susurró "Perdón" antes de besarlo y dejarlo totalmente inconciente.

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Holaaaaa, mil perdones por tardar, pero adivinen por que los hago sufrir, porque de ahora en más los capitulos van a ser más cortos porque llega el final. Y algo más, voy a hacer una segunda parte de ésta mini novela, espero les guste. Gracias por leer, un besito y los quiero. Anto

Ursula PetersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora