Los insistentes golpes en la puerta de su habitación lo despertaron. Aún así, Adrien se acomodó de forma remolona en su cama, abrazándose a aquella chica de la cual ni siquiera era capaz de recordar algo tan simple como su nombre.
—¡Adrien¡ ¡Haz el favor de abrir la puerta! — Exclamó el mayor desde el pasillo, exasperándose al no recibir respuesta de su hijo.
« Padre, no comiences a joder... »
—¿No deberías atender? — Preguntó la hermosa castaña junto a él, quien se abrazó a su torso desnudo mientras se acurrucaba contra su costado — Es eso o que siga con su escandolo.
— Si... Tienes razón — Murmuró el rubio a regañadientes, levantándose finalmente del lecho y después de vestirse con su bóxer, se encaminó hacia la puerta de su habitación, quitando el pestillo al abrirla.
Al instante, se encontró con la furiosa mirada de su progenitor, quien yacía de pie en el pasillo, con los brazos cruzados frente a su amplio pecho.
— Ehhh... ¿Buen día?
— ¿Buen día? — Vociferó el mayor irritado, arrugando más el entrecejo.— Desde luego, para ti no.— Se asomó por encima su hombro, hallando tapada en la cama a la acompañante de su vástago, a la cual no le prestó especial atención al afrontar al su descendiente.— Tienes una hora para recoger tus cosas y largarte de aquí.
—¿Ah? ¿De qué hablas? —Lanzó un largo bostezo, rascándose la parte trasera de la cabeza antes de enfrentar nuevamente a su progenitor —¿Haremos otro viaje? ¿A donde iremos esta vez?
Gabriel endureció sus facciones, sonriendo sin ganas al adherir su gélida mirada en la de su primogénito.
—Yo no, pero tú sí. —Advirtió en un tono apático.— Sé que has estado robándome dinero y usándolo de forma fraudulenta a mis espaldas. —Confesó con la decepción tiñendo sus orbes. —Y es por eso mismo que quedas desterrado de esta casa.
— ¡Oye! Solo tome algunos miles prestados... ¡Te los iba a devolver! — Afirmó fingiendose ofendido mientras se cruzaba de brazos, manteniéndose en silencio antes de que una sonrisa traviesa curvara sus labios con descaro — Aunque bueno... Ahora que lo mencionas, creó que ya estoy en edad para vivir solo — Se encogió de hombros con indiferencia — Dame la dirección de mi nuevo departamento... ¿O prefieres que me lleve el chofer?
— No hay nuevo apartamento, y mucho menos chófer — Se dio media vuelta, cruzando los brazos a sus espaldas.— A partir de ahora, si quieres algo, lo vas a tener que conseguir por tu propia cuenta.— Apretó los dientes. — Yo ya no voy a ayudarte más.
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— Y bueno... Después de que mi padre me insistiera en darme un importante puesto en su poderosa compañía tuve que decirle "Hey, no vas a decirme siempre que es lo que tengo que hacer, ya es suficiente " — Adrien dio un largo trago a su cerveza , manteniendo acaparada la atención de su grupo de amigos en aquel pequeño aunque peligroso bar.
Solía cambiar de versión cada vez que alguien le preguntaba acerca de su estilo de vida despreocupado y liberal. Habían transcurrido 3 años desde que su padre lo había exiliado no sólo de su mansión, si no también de su vida. Más sin embargo, Adrien había aprendido a valerse por sí mismo, logrando adaptarse fácilmente a todas las adversidades que iba encontrándose a su paso.
— Vaya... — Murmuró el joven y asombrado dj, quien se quitó la gorra para frotarse la cabeza —Debes tener muchos huevos para hacer algo así.
— O ser muy estúpido — Espetó otro de sus acompañantes. Un reconocido y talentoso guitarrista de apellido Couffaine — Yo habría tomado el puesto. Viéndolo mejor, es dinero fácil — Dio una última calada a su cigarrillo antes de apagar la colilla contra el cenizero del centro de la mesa.
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𝐁𝐀𝐃 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 | Adrinette | Feat Marichat8989
FanfictionDos almas corrompidas que se complementan a la perfección. Marinette Dupain-Cheng, una estudiante ejemplar que guarda celosamente su más grande y oscuro secreto. Adrien Agreste, despreocupado y atrevido joven, adicto a las emociones fuertes y al pel...