𝐁𝐀𝐃 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 | Adrinette | Feat Marichat8989

ᘛ Diez ᘚ

La tarde transcurrió en particular calma para Adrien y sus amigos. Entre botella y botella, la charla poco a poco pasó de cosas sin mucho sentido a enfocarse en Adrien y su extraña relación con aquella misteriosa bailarina.

Si bien el rubio había intentado evitar el tema hasta ese punto, la insistencia de sus amigos fue más grande que la resistencia del rubio, quien ya sin ver otra alternativa, fue orillado a responder las preguntas de sus curiosos colegas.

—Entonces... ¿Follaron? —Preguntó el músico con una sonrisa ladina. Adrien se encogió de hombros, evitando articular palabra al dar una calada a su cigarrillo —Vaya, comienzo a sentir envidia.

—Tu te follaste a la rubia de la barra ¿No? -Inqurió el moreno mientras se recostaba en el sillón —¿Porqué tendrías que envidiar a Adrien?

—¿Por qué más? Está buena.

— ¿Y Claudia no?

— Es Chloe y si, no voy a negarte que tiene un culo que...

—¿De verdad no pueden hablar de otra maldita cosa? —Interrumpio el ojiverde con molestia a la vez que apagaba su cigarrillo en el cenizero del centro de la mesa.

—Que carácter... Creo que te falta...

—Donde me digas "Follar" te apago el próximo cigarrillo en las bolas ¿Entendido? —Masculló el rubio entre dientes, provocando que el moreno se cerrara de piernas en su lugar.

Luka por su parte, soltó una fuerte risotada, aproximándose al Agreste mientras palmeaba su espalda.

—Tranquilo amigo ¿Que te parece si vamos a dar una vuelta por allí? Como en los viejos tiempos.

Adrien lo miró con desconfianza, a lo cual el Couffaine continuó.

—Tengo unos camaradas que estarían encantados de hacer negocios contigo. Les he dado muy buenas referencias de ti.

—En ese caso... Supongo que podría —Murmuró el rubio mientras se incorporaba y se acomodaba las ropas antes de desperezarse —Para ser sincero, ya me estaba cansando de sus preguntas estúpidas.

Nino y Luka intercambiaron miradas, sonriendo en complicidad antes de encaminar al Agreste fuera del departamento.

Por su lado, Marinette ya se encontraba en el bar con su típico uniforme de trabajo, si es que así podía llamarse. Sirviendo las mesas mientras así despejaba la cabeza de pensamientos traicioneros.

Aquel día estaba resultando una broma de mal gusto, y ya no sabía como acallar esa voz interior, que no le dejaba hacer nada sin que ese rebelde de mechones dorados se llevara su atención.

Resopló al lavar unos vasos en la pica de detrás del mostrador, y sus decadentes ánimos no pasaron desapercibidos por su perspicaz compañera.

—¿Te encuentras bien? —Preguntó la rubia en un tono cauteloso —Porque llevas la máscara y no te veo bien la cara, sino cualquiera diría que te ha venido la regla.

Aquel comentario hizo que la azabache soltara una risita.

—Tal vez. —Esquivó con una débil sonrisa —He tenido un día difícil, nada más.

—Oh... Vaya. —Se encogió de hombros —Bueno, espero que mejore...

—Yo también... —se volteó y dirigió hacia los estantes. Alcanzando una de las botellas de alcohol, para luego encaminarse hacia uno de los clientes que aguardaba tras la barra.

El chico de cabellos castaños la estuvo mirando de reojo. Sin provocar ningún tipo de reacción en ella.

—Dime, preciosa... —Intervino coqueto —¿Tienes novio?