ᘛ Tres ᘚ

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Había pasado una semana. En las pasadas noches después del último encuentro, que los caminos de Adrien y Ladybug no se hubieron vuelto a cruzar. Y no era para menos, sobre todo, después de lo acontecido.

La azabache se dedicó a cumplir con sus quehaceres de la Universidad, y continuó alternando su día a día con su empleo nocturno. Cabía admitir que sus ánimos no se encontraban muy boyantes, pero tampoco quería darle importancia al asunto.

Trató mantenerse ocupada con sus deberes y demás obligaciones. No haciendo caso a ese regusto amargo que no la dejaba ser la chica proactiva de siempre.

En una de las mañanas, la joven salió de clase en compañía de su mejor amiga. Luciendo ausente y con una expresión adormilada.

—Menudas pintas traes, chica... —notó Alya con suspicacia, recorriendo uno de los pasillos del centro—. ¿Es que no duermes?

—Más o menos... —esquivó con porfía, pasándose las manos por la frente—. Necesito vacaciones, nada más.

La morena emitió una corta carcajada, enseguida fijando la vista en el horizonte.

—Pues siento decirte que aún te queda un poco para eso. —Suspiró—. Quedan como dos meses hasta que terminen las clases, y...

—¡Marinette!

La susodicha se tensó de repente. Maldiciéndose por dentro al escuchar esa voz que, aún y reconocer, deseaba no tener que oír. Aún y así, no le quedó otra que simular una sonrisa amable y girarse con la simpatía que pudo aparentar, al ver a ese chico de cabellos cobrizos y gemas celestes que se aproximaba a ella a un ritmo brioso.

—Hola, Nath. —Saludó en un tono controlado—. ¿Querías algo?

Él la miró sonriente, echando un rápido vistazo a su compañera de lentes, antes de regresar su atención plena en la azabache.

—Pues... La verdad...—se rascó el cogote, soltando una bocanada de aire—. Quería preguntarte si... ¿Tienes planes para...?

—Sí. —Tanto él como la futura reportera quedaron anonadados y Marinette se corrigió—. Digo que... Sí, ¿que querías decirme?

—Oh, bien. —Rio nervioso—. Pues yo quería saber si... ¿Vas a hacer algo este fin de semana? —Indagó esperanzado—. He pensado que, si no tienes nada importante, podríamos salir por la tarde y... ¿Tomar algo?

La euroasiática se mordió internamente la mejilla, viendo la mirada inquisitiva de su amiga y la expectante del pelirrojo. Se sentía como la villana de la película al tener que rechazarlo; pues ese chico no le había hecho nada malo, pero tampoco podía decir que le llamara la atención.

«Porque ya te gusta otro...»

Apartó ese pensamiento de su cabeza y se dispuso a intervenir.

—Yo... Tengo ya un compromiso. —Respondió apesadumbrada, viendo las facciones del chico decaer— Pero... ¿Quizás otro día?

Nathaniel volvió a contemplarla con ilusión y ella se maldijo de no haber despedazado del todo sus oportunidades.

—¡Claro! —Exclamó con entusiasmo—. Ya hablamos y concretamos para otra ocasión.

Ella asintió sin decir nada más, viendo a los pocos segundos como su compañero se marchaba y lo dejaba a solas con Alya. La cual la miraba de refilón con una mueca curiosa.

—¿Vas a salir con él?

—Ni de coña. —Reanudó la marcha por el pasillo, doblando una de las esquinas— Pero tampoco quería ser borde.

𝐁𝐀𝐃 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 | Adrinette | Feat Marichat8989Donde viven las historias. Descúbrelo ahora