ᘛ Doce ᘚ

10K 562 428
                                    

Después de dos días, Adrien recibía el alta en el hospital. La azabache había ido a buscarlo para acompañarlo a su apartamento; ambos optando por tomar un taxi que los llevara hasta el vecindario del motorista.

Durante el trayecto, los dos se habían mantenido en silencio, mirando a través del cristal el paisaje diurno de la ciudad, hasta que al cabo de unos pocos minutos llegaron a su destino.

La joven se encargó de pagar al conductor y de ayudar a salir del coche a su compañero. Luego avanzando hasta la entrada del edificio, a un paso moderado, y el uno abrazado al otro.

—Vigila de no hacer ningún movimiento brusco... —advirtió ella al irrumpir en el hall principal del bloque—. Si quieres parar en algún momento, dímelo...

—Oye, que no soy tan débil —Murmuró el rubio, intentando andar por su propio pie. Sin embargo, un intenso dolor en la zona de la herida lo hizo abrazarse de nuevo a la ojizarca —Vale, tal vez podrías ayudarme un poco más... 

Una vez en el ascensor, intentaron activar la planta baja en el mando, aunque para entonces, la puerta de éste se abrió, mostrando al joven Couffaine dentro, así como también al simpático Dj. 

—¡Hey amigo! —Saludó el de mechas azuladas —¿Porqué no avisaste que hoy te daban...? —Dejó la frase en el aire, cuando al enfocar sus cielos en los de la joven pelinegra, una sonrisa pícara curvó sus labios —Oh vaya... Pero mira nada más a quién tenemos aquí.

Ella enarcó una ceja y lo examinó con una mueca enrarecida.

—Perdona, pero... ¿Pasa algo? —Inquirió la muchacha con una sonrisa forzada, a la vez que se aferraba al brazo del rubio.

—Sí, claro. —Añadió el músico con una expresión divertida, luego encarando a su camarada de gemas esmeraldas—. Así que, ¿al final sí estáis liados?

«Oh, dios... Dime que no se ha dado cuenta.»

—¿Como? ¿Ustedes se conocen? —Inquirió el rubio con una expresión confusa, misma que provocó una sonora carcajada en el guitarrista.

—Oye ¿Eres tonto o te haces? —Continuó el pelinegro mientras se plantaba frente a la pareja — Esta chica es la bailarina del culo rico —Se cruzó de brazos mientras su sonrisa se tornaba perversa —Y por lo que veo... Lo de ustedes va enserio ¿O me equivoco?

Marinette se quedó sin palabras y completamente estupefacta. Alternando la mirada entre los distintos presentes, mientras las dudas y el miedo la carcomían por dentro.

—Ahora que lo dices, tienes razón. —Indicó el moreno, examinando a la chica de pies a cabeza, antes de volver a dirigirse al motorista—. ¿Cómo es que te lo tenías tan callado?

«Estoy jodida. Muy jodida.»

Adrien enarcó una ceja, echando un rápido vistazo a la joven antes de volver a enfocar su mirada en sus amigos.

—Hey, Marinette no es Lady — Soltó una suave risa, pasando uno de sus brazos por encima de los hombros de la muchacha —Admito que cuando la conocí yo también llegué a pensar que se trataba de la misma chica — Ladeó el rostro, depositando un casto beso en la mejilla de la Dupain —Pero después me quedó claro que son dos personas completamente distintas.

—Estás de coña. —Rebatió el guitarrista, soltando una carcajada—. ¿De verdad me estás diciendo que estás tan ciego que no ves...? —se interrumpió al discernir la amenaza en los ojos de la azabache. Tragando saliva con dificultad.

—¿Que no veo...? —Alentó el rubio mientras se sujetaba mejor a la muchacha.

—Que... Es imposible que ella sea Lady —Corrigió al instante, soltando una risa nerviosa — ¿Como pudiste llegar a pensar eso? ¡Ni son tan parecidas! —Exclamó en un tono exagerado —Además, Lady está más rica.

𝐁𝐀𝐃 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 | Adrinette | Feat Marichat8989Donde viven las historias. Descúbrelo ahora