ᘛ Once ᘚ

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Al día siguiente, Adrien despertó más temprano de lo normal. Se sentía somnoliento, cansado y dolorido. No sólo por la herida provocada por sus rivales, si no también por el vacío que la ausencia y distanciamiento de Marinette le producía. 

Intentó distraerse buscando algo que leer en su celular. Tal vez los artículos policiacos que tanto le gustaban y de los cuales aprendía varias cosas para evadir la ley. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando el mensaje de un número desconocido apareció en la pantalla de su celular y al leerlo, una extraña y cálida sensación se concentró en su pecho, así como sus labios se curvaban en una tierna sonrisa ante aquellas palabras recibidas. 

"Unknow: Hola... ¿Porqué no has venido a clases? ¿Estás bien? Soy Marinette."

Adrien se apresuró a agenda el número de la ojizarca y sin perder mucho el tiempo, se apresuró a escribir su respuesta. 

Adrien 8:14 : Estoy enfermo, no me he sentido muy bien, pero no es nada de qué preocuparse ¿Tu como estás? 

Una vez que envió el mensaje, sonrió a la pantalla de su celular, contemplándola expectante a que un nuevo mensaje por parte de ella llegara.

Transcurrieron unos segundos mientras él esperaba por una contestación. Sin embargo, y lejos de lo predecible, el móvil comenzó a sonar y Adrien se sorprendió; acomodándose el auricular en el oído y atendiendo con un deje de incertidumbre.

—¿Adrien? —Él confirmó y su interlocutora suspiró—. ¿Qué ha pasado? ¿Qué es eso de que estás enfermo?

—Ehh... Yo... —Carraspeó, buscando alguna alternativa que no resultara grave ni preocupante — Estoy algo flojo del estómago —Suspiró — Creo que eso de intentar cocinar mi propia comida no es lo mío.

—¿Enserio? ¿Faltas a clase por un ligero mal de estómago? —Preguntó intentando sonar sorprendida—. ¿Qués es lo que no me cuentas?

—Tengo diarrea ¿Ya? —Respondió él entre dientes a la vez que ponía la vista al techo — En todo caso ¿Cómo has conseguido mi número?

Hubo unos instantes de silencio, que enseguida fue interrumpido por una risa espontánea.

—Pu-pues… Este… Te parecerá un poco loco, pero… —suspiró—. Estuve indagando un poco para poder contactar con, ¿Chat Noir? Y-y… bueno… Digamos que preguntando logré dar contigo.

Adrien parpadeó perplejo, rascándose la parte trasera de la cabeza con nerviosismo mientras se humedecía los labios.

—Tú... ¿Sabes mi seudónimo de negocios? —Inquirió confundido —¿Cómo es que lo sabes? Yo nunca te lo revelé.

—¡Cl-claro que me lo revelaste! —Vociferó incrédula—. ¿E-enserio no te acuerdas? —Resopló y adquierió en un tono más decadente—. Bueno, supongo que nuestras conversaciones no son tan interesantes como para que lo recuerdes...

« Ay joder… »

Adrien se aclaró la garganta, recostándose mejor en la cama mientras mantenía fija la mirada en el techo.

—Claro que son interesantes... Tu me importas más de lo que piensas Mari —Suspiró —Te creo, sólo ando un poco distraído.

—Está bien, pero...

—¿Señor Agreste? —Preguntó una enfermera que acababa de entrar en la habitación del paciente—. Vengo a revisarle los puntos...

—¿Puntos? —Inquirió la voz altiva de la azabache, desde el otro lado de la línea—. Adrien, ¿qué es lo que está ocurriendo? ¿Dónde estás?

𝐁𝐀𝐃 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 | Adrinette | Feat Marichat8989Donde viven las historias. Descúbrelo ahora