dedicado a la Isi, que está de cumpleaños en una horita más.
DIEGO
Cresta.
No conocía otra palabra en estos momentos, cresta, cresta, cresta y mil veces cresta.
—¡Papi! ¿Qué pacha? -hablo el Mateo detrás de la puerta-.
—Se dice ¿Que pasa? sin la hache tonto -corrigió la Alexa a su hermano-.
—Uy bejame, si me tuesta decirlo -se defendió enojado-.
—Entonces aprende -la podía ver poniéndole los ojos en blanco-.
—¡Oigan! ¿Qué hacen ahí? Dijeron que vendríamos por sus mantas y sus peluches nomas, no a molestar a su papá -hablo el Lucas, el sacohueas de mi hermano menor-.
—Cállate -le ordenó la Alexa y mi hermano de 18 años obviamente ante la orden de una niñita de 4 se calló -¡Papi! ¿Por que no abres? ¿Estás con una mujer? -hablo y altiro salió con una de sus gracias-.
La Belen a pesar de estar completamente enojada se rió mientras buscaba ropa que ponerse, sin ningún resultado obviamente ya que toda la ropa estaba esparcida por el departamento.
—No mi amor, ya voy -le respondí como buen papá gobernado por su hijita-.
Abrí el closet, saqué un pantalón de buzo que ocupaba como pijama y una polera, me las puse rápido y tape a la Belen con el plumon de mi cama.
Abrí la puerta, mientras que rápidamente el Lucas me lanzaba la ropa que había recogído por el departamento y yo la tiraba a la cama y cerraba la puerta para que ella se pudiese vestir.
—¡Papi, papi! La Aye se estaba burlando porque no se decil algo -acusó el Mateo apenas me hablo-.
—¿Qué le he dicho señorita sobre burlarse de su hermano cuando no dice bien una palabra? -la mire-.
—Que padece una enfermedad y por eso no habla bien, pero yo debo traducirle y ayudarle a que el resto le entienda y no dejar que se burlen de mi hermanito -hablo recitando de memoria-.
—¿Y que tanto ayudas en su progreso si te burlas tú misma de él? -le hable-.
—En nada papá.
—¿Y entonces? -la miró el Lucas- ¿Que viene ahora?
—Perdón hermanito por reírme de ti, nunca más lo volveré a hacer.
—Te dispulpo -hablo el Mateo desinteresadamente mientras jugaba con el capitán america que tenía en sus manos-.
—¿Y ustedes no iban a tener una noche de películas con su tío? -indague y mire acusadoramente al Lucas por haberlos traído sabiendo que estaría ocupado-.
—Si, pero se nos quedaron unas cosas importantes -hablo la Alexa- Pero no me cambies el tema jovencito -me miro con recelo y achinó los ojitos- ¿Quien esta en nuestra casa? -hizo énfasis en el "nuestra"-.
Son mis hijos, tenemos un pacto de no mentiras dentro de nuestro hogar, como daria el ejemplo si el algún momento la Belen tendría que irse a su casa, y mi hijita era capaz de hacer guardia una semana entera sin dormir ni ir al baño solo por descubrir quien estaba dentro de mi pieza.
—Una amiga -respondí-.
—¿Una amiga o una "amiga"? -hizo la seña con sus deditos aunque le salió mal-.
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CALIENTA SOPA
Teen Fictionnormal la historia de la Belén, calentándole la sopa a su profe de la U.