Capitulo 12

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Esa voz tan delicada y femenina le pertenecían a una shinigami muy joven de hecho parecía una adolescente, de tez morena clara, tenía unos grandes ojos esmeraldas y unos lentes ovalados que colindaban con el flequillo que tenía en la frente, su cabello negro le llegaba hasta la mitad de la espalda y su guadaña tenía forma de trinche. 

- No puede ser, tú eres...

- Así es, después de tanto tiempo he regresado- dijo con una sonrisa la joven. 

El pelinegro dejó a Grell para acercarse un poco más a ella que sin duda alguna y como si fuera lo más normal del mundo le dió un abrazo a Will, el pelinegro por un momento dudó si corresponderle o no, al final solo le dio un ligero empujón para apartarla. 

- Tan frío como siempre William 

- ¿ Qué haces aquí? Pensé que llegarías dentro  de un año - dijo un tanto desconcertado el pelinegro. 

- ¿ No recibiste mis cartas? Te avisé que mi traslado fue adelantado - la joven se vió algo molesta por esta actitud de parte del pelinegro. Mientras tanto los cuatro shinigamis que también estaban en el lugar estaban prácticamente petrificados de la sorpresa, era la primera vez que veían al frío shinigami dudar de una muestra de afecto, la mayoría de las veces solo las esquivaba o daba un empujón de inmediato. 

- Ah Spears , ¿ conoces a esta señorita? - preguntó Eric al ver que ninguno de sus compañeros habían reaccionado todavía de ese estado de shock que había causado ese abrazo. 

- Por supuesto que sí Slingby- dijo firme el pelinegro- Ella es mi... 

- Eh William, recuerda que ese es nuestro secreto .- dijo guiñando un ojo la morena - Me presento, yo soy Rosa M. Raind y trabajaré aquí en el departamento de recolección, un gusto conocerlos- terminó con una sonrisa algo tímida  

- O-oh, así que trabajarás en recolección, entonces seremos compañeros, me llamo Ronald Knox, un placer conocerla señorita -    el rubio le dedicó la mejor de las sonrisas y tomó su mano de manera cariñosa, haciendo que Rosa solo le mirará raro. 

- Disculpa a mi compañero por favor, es algo coqueto - dijo algo apenado el pelimarrón- me llamo Alan Humphries y este de acá es mi compañero Eric Slingby. 

- Un gusto conocerlo- dijo algo cabizbaja la morena. 

- El placer es mío señorita, yo también seré su compañero- dijo el rubio-pelinegro. 

El pelirojo era el único que faltaba de presentarse, le dió un pequeño vistazo de pies a cabeza e intentando fingir su sonrisa estiró su mano hacia la chica. 

- Soy Grell Stucliff, un placer conocerte cariño 

- Gracias, espero que nos llevemos bien- contestó la morena. 

Después de esta presentación todos volvieron a su trabajo, Alan se quedó en administración junto con Will y Grell mientras que Eric, Ronald y Rosa fueron al departamento de recolección.Todo había vuelto a la normalidad...Todo excepto Grell, la cabeza del pelirojo estaba revuelta, había miles de preguntas que le cruzaban por la mente y que hubiera deseado responder...

¿ Quién era ella? ¿ Cómo conoció a Will? ¿ Desde cuando lo conoce? ¿ Desde cuando se envían cartas? ¿ Qué relación tiene con Will? ¿ Porqué nunca le había dicho sobre ella? ...¿ Acaso ella y él son ...? Estás dos últimas preguntas hacían que una sensación de amargura le brotara desde la boca de su estomago, incluso su corazón se sentía revuelto, ¿ qué era esa extraña sensación que tenía? ¿ Tristeza, enojo, miedo, nervios, decepción? Una perfecta combinación de todo esto, ¿ pero que era? Tal vez son...no, era imposible que fueran celos, los celos se sienten cuando tienes miedo a perder algo que tienes y...pues Will no era al cien por ciento suyo, ni siquiera lo conoce bien...

Esto último volvió a herir al pelirojo, era incomodo tener que pensar todo esto solo por la aparición de una mocosa morena y no lo era tanto por el hecho de que esa niña sabía más que él sobre su " compañero de cama" era el hecho de que estaba molesto por el hecho de considerar que William era su pareja y estaba celoso como si fuera una novia cualquiera. No debería estar pensando así, él para empezar no estaba enamorado del pelinegro, solo le gustaba su cuerpo...Solo es un amor de una sola noche... 

- Solo una noche...-dijo para sí mismo Grell que estaba haciendo un informe ya retrasado con todos estos pensamientos en su cabeza. - Me está dando hambre, será mejor que vaya por algo a la cafetería. 

El pelirojo ordenó un capuccino y un cupcake de fresa para pasar el rato, en eso, la silueta tan familiar de William hizo acto de presencia en la cafetería, sorprendiendo al pelirojo. 

- ¿ Y ese milagro que te apareces por aquí en horas de trabajo, Don Ocupado? - dijo con sarcasmo al pelinegro. 

- Hasta a mí me dan ganas de tomarme un pequeño descanso, ¿no lo crees? - después de decir esto se sentó a una cierta distancia del pelirojo y de uno de sus bolsillos sacó un cigarro y un encendedor.  

- No sabía que fumabas - dijo algo sorprendido. 

- No es de todos los días, es mi pequeño vicio- le contestó bastante serio y sacando una hilera de humo por la boca, provocando que el pelirojo se empezara a ahogar con el horrible aroma. 

- Cof,cof,cof, Will eso huele horrible, cof deberías dejar de hacer eso cof cof - sin embargo los regaños de Grell ni siquiera inmutaba al pelinegro que se concentraba en su café y seguía con su cigarro. 

- ¿ Desde cuando fumas así William? 

- No creo que te interese - Grell se sintió un poco desairado por esta respuesta, aunque no sabía porque - En el lapso en el que te fuiste a América pasaron muchas cosas, una de ellas fue mi gusto por el trabajo. 

- Nunca pensé que cambiarías tan rápido Will - dijo un tanto risueño el pelirojo. 

- ¿ Rápido? Literalmente solo estuviste en la sede por dos semanas y después te fuiste por cuarenta y cinco años a América, eso fue mucho tiempo para que yo desarrollará mi gusto por el tabaco. - el pelinegro estaba un tanto molesto, fue mucho tiempo el que el pelirojo se fue y pasaron muchas cosas ....incluyendo...

- Ay perdón, lo decía sin ofender- ese tipo de conversaciones con Will tranquilizaba al pelirojo -No creas que yo no cambie cuando estaba en América. 

- Ese es un tema de conversación que no habías tocado aún, Stucliff. - Dijo un poco risueño el pelinegro. 

- ¿ Quieres que profundice en eso? - el pelirojo se sentía mucho mejor, por un minuto sintió que esa sensación de amargura se desvanecía. Pero en eso...

- ¡ WILLIAM T SPEARS! - Esa voz, esa dulce pero maldita que voz que al inicio del día interrumpió a estos dos shinigamis volvió a interrumpir esa paz. 

- Pensé que todavía no llegabas Raind  - dijo el pelinegro. 

- Como sea, ¿¡ Qué rayos estás haciendo con ese cigarro?! - la morena estaba más que enojada. - ¡ Sabes que eso es malo para ti! 

- Raind , no soy un niño para que me andes cuidando, ya vete- el pelinegro le hizo un ademán de que se fuera con la mano, sin embargo, Rosa era muy obstinada y en vez de irse le arrebato el cigarro de las manos. 

- Devuélvemelo

- ¡ No! 

El pelirojo trató de intervenir a favor de su compañero - Rosa-chan, deberías devolverlo a ...

- ¡ Cállate!  ¡ Tú no comprenderías porque lo hago! - el pelirojo se quedó impactado al oír esto, una niña recién llegada le había gritado, ¿ es en serio? Rosa bajo la mirada, aplastó el cigarro contra el suelo y se fue tal y como llego. 

- Solo lo hago para que no vuelvas a recaer - fue lo último que dijo. 

- ¡ Espera Raind! - Will se levantó de su lugar y fue tras la morena, mientras tanto Grell, quién había ido a la cafetería para aliviar esa amarga sensación se quedó ahí, petrificado, con fuertes punzadas de esa sensación que recorría cada centímetro de su cuerpo....  

Amor de una sola nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora