Capitulo 21

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Ni Ronald ni Alan hubieran podido imaginar que el sol de la mañana fuera tan destructivo, los dos tenían una cruda de aquellas que se quedan grabadas para siempre en la memoria. 

- Ay mi cabeza - decía el joven rubio a su senpai pelinegro. 

- Te dije que no bebieras tanto, ya vete a tú departamento que con Alan también crudo ya tengo más que suficiente.  

- No es necesario que grite Spears-san - le contestó en un susurro apenas audible un Alan con ojeras en los ojos - Deberías hacerle caso a Spears-san e irte Ronald. 

Ronald estaba a punto de irse con el mayor silencio posible para no activar el agobiante dolor que lo aquejaba a él y a su amigo hasta que, como todas las mañanas, Grell llegó para saludar a Will...

- ¡ Buenos días Will! ¡ Ya llego tu...

- ¡Auch! Grell senpai no es por ser grosero pero baje la voz - le dijo Ronald mientras cubría sus orejas con sus manos. 

- Ambos dejen de gritar, me esta estallando la cabeza - fue el susurro del molesto Alan. 

- Upss, perdón entonces ...Buenos días Will, ya llegó tu dama - después de susurrar esto el pelirojo se acercó con cautela al pelinegro para darle un abrazo, sin embargo Will lo esquivo como siempre. - Ya ni porque estamos susurrando me tratas mejor Will. 

- Ya ve a trabajar Sutcliff - fue lo último que dijo para entrar en su oficina con el mayor silencio posible. 

- Bueno me tengo que ir, se me cuidan mucho, ¡ bye bye nyaa! - Salió corriendo lo más rápido que pudo para evitar ser sermoneado por el rubio y el castaño con una enorme sonrisa en su rostro. 

- Ja ja ja , creo que esta clase de bromas serán las que extrañe cuando termine mi castigo - Grell se sintió un poco triste al terminar de decir esta frase, si no hubiera sido por ese castigo y por su estadía en Administración jamás hubiera definido sus sentimientos por el frío shinigami, si bien fue un martirio tener que trabajar entre papeles también se divirtió bastante. 

- Pero no me iré sin antes cerrar con broche de oro, pero para esto necesito la ayuda de cierta niña que no veo por aquí- el pelirojo se desvió de su camino para ir a dar un vistazo al área de recolección, era un área bastante desértica donde los shinigamis que todavía no les llegaba el tiempo de su misión se quedaban esperando la hora para ir al mundo humano. 

- ¡ Rosa-chan! ¡ Rosa-chan! ¿ En dónde se habrá metido esa niña? - Grell tomó todavía mas aire para gritar con más fuerza cuando una pequeña mano de guante negro le tocó el hombro. 

- Emm...Grell-san ya no grité por favor, todos nos están viendo raro 

-  Pues es que no aparecías y necesito hablar contigo sobre algo, ¿ tienes tiempo?

- Déjeme ver -  la morena abrió un pequeño libro donde tenía las anotaciones de sus misiones para ese día -  Mi próxima recolección será dentro de media hora, hasta entonces estoy libre. 

- ¡ Bien! Entonces ven conmigo - Grell tomó de la muñeca a la joven y se la llevó corriendo hasta el pequeño cubículo que era su oficina, tenía muchas dudas que solo se podían discutir de una dama a otra. 

- Auch, Grell-san eso me dolió - dijo la morena viendo como la mano de Grell le había dejado marca de tan fuerte que la apretó. 

- Perdón,pero necesito ayuda , verás yo me quiero... 

- ¿ Quieres? Ya dilo con confianza que yo no diré nada. 

- Me quiero confesar a Will 

- ¡ Sí! ¡ Sabía que estabas enamorado de William! ¡ pero que bonito! ¿ Cuando planeas hacerlo? 

-  Por eso te traje aquí, no sé cuando, ni cómo, ni donde declararme. Quiero que me ayudes, claro si no te molesta que alguien como yo se le declare a tu primo. 

- ¿ Molestarme? Estoy feliz Grell-san, yo desde el primer momento en que los vi juntos supe que harían una hermosa pareja. 

- Muchas gracias Rosa-chan - los dos empezaron a discutir sobre las formas en las que se le podía declarar a William, en dónde decirle y sobre todo cuando decirle. Después de un tiempo los dos acordaron un plan...

- Entonces el plan es así, tú te vas a declarar a William el viernes antes de que vaya al mundo humano porque conociéndolo va a tomarse un muy buen tiempo que te dé su respuesta, lo harás de una forma sencilla y no muy extravagante en un lugar privado como tu departamento o el de William, ¿ entiendes? 

- Sí Rosa-chan, muchas gracias 

- De nada, pero bueno mi tiempo libre se ha acabado, nos vemos Grell-san - la morena salió del cubículo del pelirojo con la sonrisa tímida que le caracteriza, mientras Grell se encontraba mucho más tranquilo al poder hablar con alguien de ese tema. Solo faltaba decirle a Will, aunque...

-  ¿ Y si me rechaza? - susurro para sí mismo, pero no debía ser pesimista, tal vez él si le correspondía porque sino ¿ cómo explicaba las atenciones que le dedicaba cada vez que dormían juntos? Además dicen que quién no arriesga no gana y en esta situación aplicaba perfectamente. 

OFICINA DE WILLIAM 

- Muy bien, necesito hacer algo ya -  el tono de voz del pelinegro reflejaba molestia pero sus manos ligeramente temblorosas reflejaban preocupación por la carta que como hace unos días atrás, aparecía ya sea en el suelo o en medio de los papeles. 

William: 

Tú en serio solo quieres hacerme sufrir, primero te vas al mundo humano por toda una semana y después te quedas hablando a solas con ese pelirojo, bueno solo porque fue poco tiempo no le haré daño. Pero en serio, yo quiero algo más que una relación por medio de cartas. Te parece que nos veamos este viernes en la biblioteca de los cinematic records, si quieres contestarme pon un papel con tú respuesta debajo de tú escritorio. Te amo y en verdad espero que tu respuesta sea un sí. 

Atte. ????

En verdad no quería hacerlo, el hecho de pensar en reunirse con el acosador que lo ha estado amenazando le daba bastante asco. Pero sabía que si no lo hacía, ya sea Raind o Sutcliff pagarían las consecuencias durante la semana que iba a estar ausente. 

- Maldición - tomó un papel que tenía a la mano y empezó a escribir en el : 

Anónimo : 

Esta bien, nos vemos a las 6:00 p.m en la biblioteca de los cinematic record. Sea puntual. 

Atte. William T Spears 

Se sentía mal, pero viendo el lado positivo de ese encuentro no deseado es que tal vez si le aclaraba a su acosador o acosadora que no lo amaba lo dejaría en paz, aunque a juzgar por las amenazas eso no daría mucho resultado. 

- Todo se decidirá pasado mañana - fue lo último que dijo antes de colocar el papel debajo de su escritorio, un papel lo decidiría todo pasado mañana. 

Amor de una sola nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora