El despertar no fue bueno para William, en vez de sentir que había compensado el sueño de las otras dos noches sentía como si algo muy pesado le hubiera pasado por encima, en eso empezó a recordar que no se había dormido solo...
- ¿ Sutcliff? - se escuchó en el departamento, buscó al pelirojo en todos los lugares de su hogar pero nunca lo encontró. Al llegar a su habitación solo dio un pequeño suspiro y vio el reloj de su mesita de noche - Tengo suerte que hoy sea mi día de descanso, es tarde.
El pelinegro se dirigió al baño para lavarse la cara y tal vez así despertar un poco más, sin embargo al levantar el rostro se dio asco a sí mismo, no podía creer que anoche estuvo a punto de violar a Grell, mostró la oscuridad que había en su corazón a la persona que menos quería que lo viera
- Fuiste un idiota al creer que podías estar junto a Sutcliff sin volver a enamorarte - se dijo así mismo, siguió aseándose y al terminar se vio una última vez en el espejo, detrás de él estaba una silueta de filosos colmillos sonriendo, solo era otra alucinación, una que en vez de asustarlo como otras veces, le molestaba.
- ¡ Ya basta! - dijo estrellando su puño contra el espejo de su baño, los pedazos de vidrio estaban en todos lados y los nudillos de William tenían un tono ligero de sangre, nunca había enfrentado sus alucinaciones así antes ... y eso en parte le daba miedo. Ese fin de semana sería diferente a los otros, en vez de despertar con Grell a su lado estaba despertando con botellas de alcohol y una horrible jaqueca.
LUNES
- Grell senpai, ¿ se encuentra bien?- le dijo el joven Ronald al distraído Grell que tenía la mirada perdida en un muro.
- ¿Eh? Ah sí, estoy excelente Ronny - mintió. En realidad había estado pensativo desde la noche del incendio, seguía pensando en las palabras y acciones del pelinegro.
FLASHBACK
- William - dijo acariciando el cabello del mayor que se había dormido encima de él, después de oír su historia todo cobraba un poco más de sentido. Eso explicaba los celos hacia Sebastian, el miedo a las muestras de afecto o a el amor en si mismo. William siempre sufrió en silencio y...en parte fue por su culpa, si tan solo no se hubiera ido a América, si tan solo hubiera sabido diferenciar entre amor y atracción - Lo siento, pero no creo que sea buena idea estar contigo.
Con mucho cuidado dejó a William recostado en el sillón y caminó a la puerta no sin antes mirar hacia atrás para mirar al inconsciente pelinegro - Descansa, William - le dijo con unas pequeñas lágrimas en los ojos...
FIN FLASHBACK
- Vamos Grell senpai, tiene que ir a entregar los registros de la mañana - le decía Ronald mientras prácticamente empujaba al pelirojo para que caminara.
- ¡ Por favor Ronny! ¡ No quiero ir, lo entrego más al rato pero déjame ir! - le decía con un puchero infantil.
- ¡ Vamos senpai, parece un gato que no quiere bañarse! - le dijo algo molesto.
A empujones y regaños ambos subieron al departamento de Administración, Ronald le entregó sus registros a Alan mientras Grell, algo nervioso, tocó a la oficina de William, sin embargo no abrió.
- Que raro, ¿ puedo pasar William? - le dijo tocando una vez más, seguía sin abrir, siguió insistiendo hasta que Raind se interpuso entre el pelirojo y la puerta.
- William todavía no ha llegado Grell-san, será mejor que los deje con Alan - le dijo con una sonrisa nerviosa.
- Es extraño, William nunca llega tarde - tomo el picaporte de la puerta pero la joven quito su mano - ¿ Qué estás ocultando?
- N-nada, todo esta en orden - dijo nerviosa - Por favor, Grell-san vaya con Alan
- No, yo se los daré a William - así empezó un ligero forcejeo entre la joven y el pelirojo por entrar a la oficina de William. - Déjame pasar Rosa-chan...
- Vaya con Alan - en un momento de descuidado, Grell logró girar el picaporte de la puerta haciendo que tanto él como la joven cayeran dentro de la oficina. Todo estaba oscuro, hacia más frío de lo normal y un olor a tabaco inundaba el ambiente, en medio de esa oscuridad se lograba distinguir una silueta que estaba sentada.
- ¿ William?...
- ¡ Salga Grell-san! ¡ Solo váyase! - la joven empujo a Grell y cerró la puerta con ella adentro.
- ¿ Hasta cuando piensas seguir así? ¡ No puedes evadir a Grell-san y al mundo por siempre! William yo sé que estás arrepentido por lo que hiciste y por eso mismo sé que no eres un monstruo...Tienes que superarlo.
-Tal vez para ti no sea un monstruo, pero a los ojos de los demás y sobre todo a los ojos de Sutcliff si lo soy, solo causo sufrimiento a mi paso...Tan solo mira tu cuello - le señalo la silueta a la joven que todavía tenía las marcas de estrangulamiento de Alexander.
- Esto es muy diferente a esto...William por favor...
- Déjame solo Raind, solo eso te pido...
- Esta bien, avísame si necesitas algo - en el momento en que abrió la puerta, un pequeño rayo de luz dio a conocer el deplorable aspecto del frío shinigami. Estaba totalmente despeinado, más pálido que la nieve y tenía cenizas de cigarro en el maltrecho traje. Sus ojos se veían cansados de tanto llorar...Era lo mismo que hace 45 años...era un desastre.
William se encerró en su oficina hasta el final de la jornada, no vio a nada ni a nadie. Pero él no era el único que estaba sufriendo, recostado en su cama estaba el pelirojo viendo al techo...
- ¿ Ese en verdad era Will? - se sentía culpable de la condición de William, si no hubiera huido a América esto no estaría pasando, incluso hubieran podido establecer una relación formal , pero su confusión cambió todo eso y ahora estaba así...Esta relación empezó mal y por ende estaba terminado mal. No quería herir a William más de lo que ya estaba, no quería que sufriera más por su culpa...
- Es cierto - buscó en el cajón de su mueble y sacó un papel que contenía un número postal de América - Tal vez haya una manera en la que William pueda recuperar su vida antes de esta aventura...- Empezó a escribir una carta, la selló y salió para depositarla en un buzón enfrente de su departamento.
- Estábamos mejor antes de esta insana relación, ya es tiempo de que todo se acabe...Todo será por ti William ...
¡ Hola! Que creen....¡ ya solo faltan dos capítulos más para terminar esta historia!
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Amor de una sola noche
Randomel shinigami William y Grell Stucliff son compañeros de trabajo que superficialmente se odian y no se toleran el uno al otro... Sin embargo, ellos mantienen una aventura plenamente sexual sin amor a escondidas. Al menos así sera hasta que los dos s...