Capitulo 20

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La mañana llegó como cualquier otra o al menos eso lo que hubieran deseado los dos pelinegros y es que por un lado teníamos a un rubio bastante enérgico que no paraba de hablar sobre el evento de esa noche y por otro lado teníamos a un pelirojo que en vez de organizar los papeles a su cargo se arreglaba precisamente para aquella noche. 

- Son un dolor de cabeza - le dijo la joven Rosa mientras su primo bebía un café. 

- Al menos tu dolor de cabeza se entretiene con facilidad y se va a otra parte, el mío se queda en un solo lugar debido a su castigo. 

- Sí ya sé, me encantaría que Grell-san volviera al departamento de recolección. Al menos así no me sentiría tan sola - le dijo algo cabizbaja - tienes suerte, porque a pesar de que  hace desastres y es algo extravagante...Grell-san es ese tipo de personas que con sus acciones iluminan la noche entera.   

- Mmm...tal vez sea verdad 

- Bueno, se acabo mi descanso, nos vemos William- La pelinegra se despidió con una sonrisa algo triste, sin embargo sus palabras todavía hacían eco en la cabeza de William ¿ Grell era ese tipo de persona? Debía admitir que cuando él se fue a América se sintió algo solitario al ya no tener las atenciones ni las muestras de cariño del pelirojo, era muy confuso como esas pequeñas cosas lograron y siguen logrando llegar a su interior...Su vida dio varios giros por él, pero aún si quisiera amarlo ...

- Es imposible...- Susurró para sí mismo mientras se alejaba de la mesa donde estaba con Raind. Estaba a punto de entrar a su oficina hasta que vio una extraña silueta ocultándose detrás de  un pilar, parecía que lo estaba observando, se fue acercando lentamente para descubrir a su acosador, sin embargo...

- Spears- san, aquí tiene los reportes que me pidió - le dijo de una manera un poco tímida Alan. 

- Ah, gracias Humphries- cuando volvió a dirigir su mirada al pilar la extraña silueta ya no estaba, enojando al pelinegro.  Cuando entró a su oficina, en su piso estaba de nuevo un sobre negro sellado con un corazón rojo y en su interior otra carta : 

William: 

  Eres un shinigami difícil puedo ver, no te has ablandado ni un poco ni siquiera porque te envíe chocolates, pero aún así no desistiré en mis intenciones. A propósito, ¿ quién es ese pelirojo que tuvo la osadía de comerse los chocolates que te di? no me importa que lo haya hecho, mientras  no se atrevan a meterse en nuestro  camino ni él ni nadie saldrá herido y con nadie me refiero a esa niña con la que tanto convives. Pero en fin, no quiero interrumpir en tu trabajo así que me despido. Te amo. 

Atte. ???? 

- ¡ Maldita sea! - dijo mientras golpeaba su puño contra su escritorio, esta situación había pasado de ser rara y un tanto escalofriante a peligrosa en menos tiempo de lo que había pensado. Ya no solo lo estaba siguiendo a él ¡ sino que también tenía en la mira a Rosa y  Grell! Esto era malo, por más que quisiera evitar que algo malo les pasara no iba a poder por " lo de ayer " y es que sabía que Raind no corría tanto peligro por que ella no se quedaba por mucho tiempo en la sede el problema era el pelirojo que pasaba todo el día en la sede  y vagaba mucho por ahí... Si algo malo le sucedía... 

- ¿ Qué voy a hacer? - Terminó diciendo mientras ocultaba su cabeza entre sus manos, estaba  bastante agobiado. 

EN LA NOCHE  

Por fin después de la larga espera para el pelirojo y el rubio llegó la noche, los seis shinigamis se encontraban reunidos en una mesa en un bar no muy lejano a las oficinas, todos estaban felices, excepto William que aunque estaba atento a la conversación miraba con frecuencia sus espaldas con la esperanza que no lo estuvieran siguiendo. 

Amor de una sola nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora