POV: Yoongi.
Los días habían pasado como agua entre mis dedos. Ya llevaba dos semanas trabajando para los Jeon y hoy por fin recibía mi pago.
Seokjin extendió su mano con el sobre y yo estaba que lo besaba y abrazaba, pero me limité, no quería pasar una vergüenza como esa.
Estaba por salir directo a casa para estregarle el dinero en la cara a mi madre, pero la voz de Jungkook hizo que mis pasos se detuvieran.
Jungkook...
Ah, ¿Qué podría decir de Jungkook?
Había pasado dos semanas con él y puedo definitivamente que se estaba volviendo dependiente de mí. Puedo decir que en cierta parte no me molestaba, pero en otra... ¿Es que por qué mierda tiene que ser tan malditamente lindo?
-Yoongi.
-Sí, Kookie.
Sí, el nuevo apodo que le puse. El tiempo juntos nos había ayudado a generar mucha confianza. Ahora el ríe y de vez en cuando salimos al patio juntos para poder apreciar el sonido de los pájaros. Yo le narro como es todo el paisaje mientras él lo imagina en su cabeza.
Las dinámicas que me enseñaron en la universidad dieron sus frutos, y estoy feliz por eso. Gracias e ello ahora puedo interactuar con Jungkook como si fuésemos amigos cercanos, amo ver su sonrisa mientras come galletas de ovejitas con leche, amo limpiar su rostro cuando las migajas se pegan a su boca y el trata de dar donde estoy cuando guardo silencio.
Hasta el día de hoy definitivamente puedo decir que Jeon Jungkook es la criatura mas linda que mis ojos han visto.
-¿Sí?
-¿Ya te vas?
-Ya son las cuatro Kookie. Su día ha terminado. - interrumpe Seokjin sin dejarme opción de contestar.
La criatura hermosa hace un puchero que sólo hace eternecer mi corazón.
-¿Podrías quedarte solo un rato más? Al menos hasta que me duerma. - dice mientras se sostiene del barandal del segundo piso, cerca de su habitación.
Seokjin me dedica un mirada fija esperando mi respuesta. Sé que no quiere decirlo, pero su mirada me dice que lo haga en forma de súplica.
Es obvio que no puedo negarme a algo tan siemple como eso.
-Está bien. - respondo empezando a subir las escaleras luego de guardar el sobre en mi bolso.
Tomo la mano de Jungkook para entrar a su habitación que está oscura a excepción de la pequeña lámpara en forma de luna tierna que emite una leve iluminación.
Me acuesto en la cama halando a Jungkook quien cae recostandose entre mi hombro derecho y se encoge quedando encima de mi pecho. Su aroma a vainilla llega colándose en mis fosas nasales como aire fresco en primavera haciéndome saborearlo y esbozar una complacedora sonrisa.
Creo que podría acostumbrarme a esto.
-Yoongi.
-¿Sí?
-¿La luna está tierna o llena?
-Está llena.- respondo viendo la enorme luna que se puede apreciar en la vetana.
-¿Hay muchas estrellas?
-Muchas.
-Describelo, por favor - exige como si de un bebe se tratase.
-Lo que tú pidas. La luna está muy hermosa y brillante. Súper redonda, junto a ella hay dos estrellas muy juntitas, luego a la derecha hay cinco más y a la izquierda hay tres más. El paisaje es muy hermoso.
Definitivamente es hermoso, pero enserio desearía poder explicarle a Jungkook que para mí no hay paisaje más hermoso que perderme en su rostro cuando sonríe.
-Dime más.
-Ya no puedo ver más allá, pero mejor te contaré una historia.
-Vale.
-Una vez existió un granjero que siempre viajaba a traer pasto al castillo de su ciudad. Un día estaba recogiendo pasto para sus vacas cuando escuchó el llanto de una chica, el se acercó a ella pero lastimosamente ella no podía hablar.
El sintió pena por ella al notar de que la razón por la que ella lloraba era por eso, así que le sonrió y le dió una pequeña manzana que sostenía para merienda, ella la tomó y notó que se veía muy sabrosa entonces dió un mordisco encdntandose del rico sabor.
Así pasaron los días, el granjero iba todos los dias a ver a la chica muda, pero un día para su sorpresa resultó que la chica no era una simple campesina como el pensó al verla sucia y con harapos, ella era la princesa.
Una muy hermosa princesa. Ambos estaban enamorados pero su amor era imposible, pues ella tenía que casarse con alguien de su clase y su enamorado era un simple campesino.
Cuando su padre el rey se dió cuenta los separó a ambos y ella jamás volvió a ver al campesino pues su padre lo había mandando a matar y su carne sirvió para alimentar a sus lobos que cuidaban el castillo.
Iba a decir "Fin" pero mi brazo fué mojado con las lágrimas que Jungkook soltaba en silencio.
-Kookie no llores, sólo es un simple cuento, no es cierto.
El no respondió mientras metía mas su naricita en mi pecho.
Lo sostuve hasta esperar a que se durmiera.
Creo que si en realidad las personas pidieramos saber lo que las otras piensan talvez yo pasaría mis veinticuatro horas en la cabeza de Jungkook.
Creo que si una semana atrás me hubiera preguntado a mí mismo lo que sentía por mi paciente sólo diría que un sentimiento e instinto de protección, pero se que es mentirme a mi mismo si digo que ahora no hay nada más que eso.
Cada día que despierto mi único deseo para querer vivir un día más sólo se trata de poder verlo a él y aunque él no pudiera verme se que me necesita tanto como yo lo necesito a él.
Y es aquí donde mis sentidos se acomodan junto a mis ideas y sentimientos.
Está claro que me había enamorado de él, de la hermosa criatura de cabellos negros.
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Love Blindly • [Yoonkook]
Fanfiction¿Podrías adorar a alguien sin siquiera mirarlo? Jungkook pierde la vista tras un trágico accidente de tránsito, por lo cual siente que su vida está acabada debido a que ésta toma una giro drástico, hasta que conoce a un chico al cual lastimosament...