Love Blindly • [Yoonkook]

9

Yoongi toda su vida pasó creyendo que los cuentos de hadas no existían y todo ese cuento de que los angeles bajan del cielo a cuidarte era una completa farsa inventada. Aún hace mas de quince días creía que podría decir lo mismo si se lo preguntaran, pero hoy...

Hoy era otra verdad contada por que lo había vivido en carne propia. Jungkook se había convertido en su ángel guardián luchando contra todos sus demonios.

Los gritos de su madre peleando con el borracho de su padre ya no eran audibles para él. Estaba en perdido en el espacio y tiempo uno con nombre y apellido. Jeon Jungkook.

Claramente desde que llevó el dinero a casa no habían discutido sobre el tema, y se puede decir que podía respirar en paz.

¿Porqué en el mundo existen cosas tan bellas? Fue lo que se preguntó al momento en que Jungkook le sonrió mientras ambos bailaban musica jazz. El mayor lo sostenía de su mano y su cintura mientras lanzaban carcajadas al aire.

Yoongi estaba seguro que ese instante sentió que los segundos se paralizaron y su cuerpo se congeló cuando el mas joven lo tomó del mentón y chocó su boca con la suya en un beso fugaz. Le pareció ver estrellas.

Habían pasado casi veinte días juntos. Habían compartido sonrisas, chistes, llantos, historias, conversaciones placenteras sobre temas interesantes. Habían comido y bebido y sobre todo se habían enamorado, o eso pudo deducir cuando sentió los labios del castaño tomarlo con tanta pasión y desenfreno.

Ambos giraban al compaz de la música y Yoongi sólo se dejó llevar por el hasta que se separaron y lo vió con las mejillas sonrrojadas cuando escuchó sus palabras.

-Sé mi campesino Yoongi, déjame ser tu príncipe prohibido, pero no te preocupes yo no te dejaré morir.

¿Podría morir un personas a través de palabras? Por que el el amyor sintió que estaba a punto de hacerlo, así que mejor no contestó y se lanzó aquellos labios ajenos una vez más.

Yoongi observaba lo angelical que se veía el pelinegro dormido. Parecía una bolita de algodón de azúcar en vuelto en esas sabanas. Sólo le provocaba  querer meterlo en una caja de cristal para que nadie lo tocase.

-Joven Park le he dicho que no puede pasar.

Sus oídos fueron interrumpidos por un chico un poco alto cual piel de porcelana. Sus facciones eran hermosas, muy guapo pero jamás tan guapo y lindo como Jungkook. O al menos así lo era para Yoongi.

-Es mi novio y necesito verlo.

¿Novio? ¿Era él?

La mucama salió y el sólo le dedicó una mirada lasiva observando el gafete del uniforme del mayor para no decir nada. Pasó de largo al ignorarlo por completo y se sentó frente a Jungkook sacándolo de su sueño cuando le tomó su mano.

Yoongi quería matarlo.

-Jihoon...- susurró Jungkook tratando de adivinar.

-Jungkook cariño, tu estúpida ama de llaves no me dejaba pasar, supongo que ya estas mejor, ¿Pero qué crees? Te tengo una excelente noticia. Dice mi padre que sólo hay que buscar un donante para que puedas ver.

-Eso... ¿Es verdad?

-Claro bebé, pero ponte feliz, vas a volver a ver- sonrió el chico muy emocionado.

Yoongi acomodó sus gafas observando detenidamente la escena. Le dolía y se sentió como un tonto cuando el chico tomó el rostro de Jungkook en sus manos y lo besó.

Salió de la habitación inmediatamente sintiendo como sus manos temblorosas al igual que sus piernas.

¿Porqué soy tan estúpido?, ¿Cómo no pude siquiera darme cuenta de que yo jamás estaría a su altura? Es obvio de que el tiene mejor clase que yo. Soy un tonto.

-¿Joven Min?- escuchó las palabras de Yuqi.

-Sólo... sólo estoy esperando a que mi hora termine.

-Pero ya terminó - soltó la muchacha viendo el reloj en su muñeca.

Yoongi hizo lo mismo y se sorprendió al notar que tenía razón.

-Tienes razón, gracias.

Yoongi subió la escaleras para ir a traer su bolso pero jamás esperó escuchar lo que su oídos oyeron.

-Eres un ciego estúpido. No entiendo como llegué a quererte tanto.
Ya sabía que tarde o temprano me engañarías, aunque es tonto pensar que alguien quisiera estar contigo por tu condición. - el chico lanzó una carcajada -Nadie va a querer a un ciego.

Yoongi se sentió enardecer y se adentró a la habitación a paso ligero, no sintió en qué momento tomó al estúpido chico del cuello y le dejó ir su puño en la cara.

Jihoon se limpió el labio sintiendo el sabor a sangre en su boca y sólo arrugó el entrecejo molesto.

-Espera que mi padre sepa de ésto. Estarás en la calle. Pobre enfermero de cuarta.

-Largate maldito cobarde o no me va a temblar la mano para terminar de romper tu cara de niño consentido.

El chico dió portazo para salir de la mansión apresuradamente.

Yoongi inmediatamente trató de regular su respiración a una normal. Tranquilizándose observó como Jungkook se sostenía con la sábana mientras sus lágrimas corrían entre sus mejillas.

Yoongi se acercó a él undiendolo en su pecho.

-Yoongi... ¿Tú me amas?

-¿Qué fue todo eso?- preguntó el pálido ignorando la pregunta.

-Yo... le dije que... estoy enamorado de alguien más. Estoy enamorado de tí Yoongi. Se que no puedo verte, pero sé que eres hermoso, muy hermoso.

Yoongi se sonrojó y mordió su labio inferior.

-Besáme, Yoongi.

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