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PARTE UNO.
3. Serpiente.

Luego de terminar su arroz, Hoseok vio de reojo la lluvia azotar fuera del comedor de sirvientes. Vio en silencio el sitio en el que minutos atrás habían estado sus dos zapatos, el lugar exacto donde había dejado el par.

Ahora sólo había uno.

Escuchó un par de risas ahogadas a su costado, y al girarse se encontró a tres sirvientes más asomándose por una de las puertas y burlándose entre ellos mientras lo veían. Cerraron la puerta lentamente, mientras Hoseok fruncía el ceño.

—Esos hijos de perra...

Volvió a mirar hacia el frente; Momo caminaba hacia él por el pequeño sendero, sosteniendo una sombrilla que la protegía de las gotas de agua.

Hoseok bufó, haciéndose pequeño y mirando su único zapato en el suelo.

[🍑]

—Este es Hobi.

Hoseok se puso de pie de un salto al oír a Momo hablar, y sin ver, hizo una inclinación marcada, no atreviéndose a alzar el rostro mientras hablaba.

—Estoy a su servicio, amo...

Al detenerse juntó valor para mirar hacia arriba, y se quedó sin aliento cuando sus ojos se posaron en el fino rostro del chico.

YoonGi también le miraba, con sus orbes oscuros y severos y los labios suaves y rosados entreabiertos. El cabello negro le cubría la frente y a diferencia de él, de piel apiñonada, era blanco como el papel. El azabache bajó la mirada unos pocos segundos, mientras Hoseok maldecía a Suran.

Debió haberle advertido que era tan apuesto.

Volvió a mirarlo luego de que Hoseok se incorporara, y en esta ocasión fue turno del criado de apartar la mirada, jugando nerviosamente con la hoja de papel que sostenía en ambas manos.

Momo le codeó las costillas con fuerza, haciéndole saltar y correr hasta quedar de frente a su señor. Hizo una segunda venia y le tendió la carta con una falsa sonrisa amistosa.

—Una carta de referencia del señor Minami, mi último amo —le miró cortamente, sin borrar la sonrisa de su rostro.

«Aquí está la carta, presta mucha atención —recordó las palabras que Suran había dicho luego de escribir aquella carta, subiendo ambos pies a la mesa con insolencia—. "Querido Min YoonGi, la Condesa Fujiwara me ha informado acerca de su urgente necesidad de un criado." —imitó una voz grave mientras hablaba, al tiempo que Hoseok le ayudaba a Jimin a ponerse el chaleco del traje en un intento de ensayo—. "Un criado es como un par de palillos: su presencia es poco notoria, pero su ausencia causa mucha angustia."»

YoonGi sostuvo la carta con indiferencia. No parecía tener interés alguno en leerla.

—Entonces —djo en cambio, de forma calmada, mirándolo de la misma manera mientras tomaba asiento en la silla de madera fina frente al tocador blanco—, ¿te gusta este lugar?

Hoseok lo miró unos segundos sin comprender. Momo aun estaba a su lado, tan callada e inmóvil como una estatua.

—El sol nunca brilla aquí —siguió hablando YoonGi, mirando a Hoseok fijamente—. Mi tío no lo permite, la luz del sol provoca que los libros se borren —se detuvo unos segundos—. A nadie le gustaría un lugar tan triste.

주인 ( 솝 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora