Capitulo 11: Pesadilla

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Nota: Disfruten!


Capitulo 11: Pesadilla












Esto no podía estarle pasando. No podían haberse llevado a su hijo. No a Katsuki. Dios... No debía haberlo dejado solo en ese centro. ¿Y porque precisamente él?, ¿Porque los secuestradores no se comunicaban todavía con ellos?, ¿Quien o quienes eran las malas personas que se lo llevaron?

Tantas, pero tantas preguntas... Y ni una sola respuesta.

Masaru estaba desesperado. Su manos jalaban los mechones de su pelo con mucha impotencia, al mismo tiempo que reprimía un fuerte dolor de estómago por los nervios, que lo asaltó luego de salir de la jefatura de policías.

Estaba pasando por el peor momento de su vida. Todo parecía una horrible pesadilla del que quisiera despertar ya.

Era tan difícil pensar que su propia esposa estaba involucrada en el secuestro de su hijo. Masaru tenía muchas dudas, pero estaba de parte de la inocencia de Mitsuki, siempre lo estaría. Aunque todas las pruebas apuntaran a ella, él sabía que su esposa sería incapaz de hacer algo tan terrible.

El Inspector Aishino estaba equivocado. La mujer del vídeo no era su esposa. Era una impostora que se había disfrazado para llevarse a su hijo. Con lo de la cédula de identidad, fácilmente podía ser falsificada el DNI de cualquier persona. Si eso no era suficiente para demostrar su inocencia, entonces tenía que buscar un detective privado. O un abogado, el mismo que estaba haciendo los trámites del divorcio...

Pero, ¿Y si Mitsuki de verdad tenía algo que ver? No directamente claro, talvez si se había llevado a Katsuki, pero luego se lo había llevado a otro lado como venganza por lo del divorcio. Pero eso no tenía sentido... Mitsuki tendría la custodia casi completa cuando ellos dos se separaran. Así que no podía entenderlo.

¿Quien era realmente la mujer del vídeo que se llevó a su hijo?

No estaba seguro ahora, pero si era verdad que Mitsuki era culpable, iba a derrumbarse totalmente. Pero de la vergüenza. Porque su esposa podía ser muy loca a veces, pero jamás había hecho algo malo para atraer la atención de las autoridades locales. Excepto cuando la encontró en un bar con su jefe, todavía podía recordar ese maldito día... pero eso no era importante ahora.

Pero no podía hacer más que esperar hasta llegar a casa, donde su esposa esperaba noticias.

—Ya falta poco— anunció el taxista, sacando a Masaru de sus pensamientos internos. La residencia Bakugo estaba relativamente en un barrio nuevo, muy cerca de la avenida central por donde pasaban varios vehículos de carga.

Masaru asintió dos veces con la cabeza, mirando afligido por la ventana. Trató de serenar su corazón que latía demasiado rápido. Además, el sudor que siempre había sido un problema, ya le estaba empapando por completo la ropa. Cómo si no tuviera suficiente con el secuestro de Katsuki... ¿Porque le sucedía eso a él?, ¿Sería un castigo?, ¿Había hecho algo malo en su otra vida?

El inspector volteó la cabeza ligeramente para ver el semblante del Sr. Bakugo. Por esta vez no insistiría más en la culpabilidad de su esposa, el castaño parecía a punto de sufrir un ataque de ansiedad en esos momentos. Él tampoco podía presumir de estar seguro de que la madre era la responsable de la desaparición del niño.

Sin embargo, un caso como aquel le recordó a un caso que había resuelto con anterioridad. Solo que el niño al que habían secuestrado no había desaparecido. Sino que estaba encerrado bajo la casa, en el sótano. El propio padre lo había encerrado allí para enseñarle a no agarrar sus cosas sin permiso. Pero fue totalmente lo contrario. El niño quedó traumatizado cuando lo encontraron finalmente, ya había perdido casi toda la voz, de tanto gritar por ayuda. Y a la semana siguiente, su esposa dejó al marido y se fue con su hijo al extranjero. Lo último que supo del crio, es que estaba cruzando por distintos centros psiquiátricos. Pobre...

Eres Mi Heroe [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora