Eres Mi Heroe [KatsuDeku]

Capítulo 12: Katsuki

KATSUKI

Su mamá estuvo todo el día sentada en el sillón a un lado del teléfono, esperando claramente una llamada. Ya era muy tarde pero a Izuku eso no le importaba, después de ver las luces encendidas que sobresalían de la puerta de su cuarto. Tuvo una mala sensación y preocupación cuando vio que en su reloj de mesita decía que eran las 12:00 pm. Y todo era debido a que su padre aún no había llegado a casa.

Camino sigilosamente hasta estar frente a la puerta de la cocina, desde allí pudo ver la abatida expresión en la cara de su mamá. Temió lo peor, ya que hace horas que su padre debió regresar para celebrar su cumpleaños pero sobretodo para cenar con ellos.

Dentro de la cabeza de Inko, todo era puras incógnitas y de hecho ya estaba pensando en llamar a la policía. Ya intento llamar al teléfono de su esposo, pero éste aún no llegaba. Era como si se hubiera quedado atascado en algún lugar de la ciudad o del trabajo, pero no explicaba porque no contestaba su celular.

No quería pensar que algo malo le había pasado. Que talvez tuvo un accidente o tuvo un encuentro con un ladrón... los ojos de Inko se llenaron de lágrimas pero no hizo mucho ruido pues no quería despertar a Izuku. Solo que éste ya estaba despierto y se sabía de memoria todas las veces que su madre lloraba en secreto. Pero ahora era diferente... lo sentía distinto.

Izuku caminó hasta su cuarto y se tapó todo el cuerpo con las cobijas. Sollozó silenciosamente por unos cuantos minutos, pensó que no podría dormir estando tan preocupado pero finalmente el sueño lo venció.

Por alguna razón, soñó que era de día y que caminaba a la escuela junto con Kacchan, y ese sueño le hizo sonreír porque allí eran buenos amigos y se llevaban muy bien.

Se despertó casi temprano y lo primero que hizo fue darse una ducha e ir a la cocina para desayunar algo. Se sentía muy cansado, sus ojitos se cerraban de vez en cuando y recordó porque se sentía así cuando vió la figura de su madre dentro de la cocina, preparando la comida que olía muy bien. Se sentó en una de las sillas y no supo como preguntar por su padre, él simplemente no supo como empezar. Así que tomó aire y se dió valor.

—¿Mamá?

Inko volteó a verlo. Tenía unas ojeras claras y llamativas.

—Buenos días, Izuku. ¿Quieres desayunar tocino o prefieres huevos?

—Tocino... mamá, esto... ¿Papá donde está?

Inko cambió su cara a una más seria.

—A de haber dormido en su oficina. No te preocupes, cuando regreses de la escuela iremos los tres al centro comercial para comprar tu regalo— le sonrió afectuosamente mientras ponía un plato frente a él— come antes de que se enfríe.

—Okay. Gracias mamá.

—De nada bebé.

Inko se fue de la cocina y volvió vestida y cargando una bolsa grande.

—Ire a la tienda por una hora. Cuando termine te vistes y vas a la escuela, ¿Okay? No llegues tarde— le advirtió. Izuku asintió con la boca llena y luego salió de la casa.

Izuku se comió todo rápido y se bebió todo el vaso de leche de un trago. Exhaló con alivio para posteriormente ir a cambiarse de ropa y correr a la escuela. Hoy por alguna razón tenía muchísimas ganas de ver a cierta persona, no solo porque había soñado con ella, sino porque necesitaba una forma de distraerse por lo de ayer.