Eres Mi Heroe [KatsuDeku]

Capitulo 13: Enfermo

ENFERMO

Izuku se sintió muy triste cuando por tercera vez en el día vió el pupitre de Kacchan vacío. Todo era tan soso desde que empezó la clase. No recordaba cuando fue la última vez que Kacchan se saltaba una clase. Bueno, cierto que a veces se metía en problemas y era castigado por los profesores, pero faltar a clases era algo que jamás hacia Kacchan. No por nada tenía tan buenas notas pero ahora...

Miró nuevamente su asiento.

Talvez se enfermó o tuvo un problema familiar urgente. Puede que fuera a su casa después de la escuela solo para ver si podía hacer algo, independientemente de que no fueran mejores amigos, se moría de ganas de aprender más del rubio. Él quería ser casi tan fuerte y genial como Katsuki, solo que no sabía cómo decirlo sin hacer enojar a Kacchan. Ya que éste se enojaba mucho con él solo por hablar desde el corazón.

¡Pero el solo quería ser su amigo! Y ganar más confianza así como él. Pero como no tenía un Quirk, la gente siempre le veía y lo trataba como un perdedor inútil. Su única virtud según él, era su fanatismo por los héroes. Se sabía de memoria casi todos los nombres de héroes del país con sus respectivos poderes, pero cada año salian nuevos graduados de la academia así que debía actualizarse semanalmente por Internet u otras fuentes.

Todo el día estuvo pensando en nombres de héroes y como se llamaría si pudiera ser un héroe. No pudo evitar también pensar en un nombre para Kacchan, después de todo daba por hecho que él si estaría a la academia de héroes que más le apeteciera. Ojalá pudiera ir también... y ser tan genial como él. Pero ahora mismo estaba condenado a ser un funcionario como cualquier otro.

Ese tipo de pensamientos... le bajaba el autoestima. Y lo ponía triste.

¿Porque todos tenían un superpoder y él no? ¡Era injusto...!

...

Katsuki miró su mano vendada y se dió cuenta del error. Al haber estado dentro de ese sótano oscuro no sé dio cuenta eso. Literalmente le faltaba el dedo meñique y su mano estaba roja porque había usado mucha energía para abrir el techo y su herida se había abierto. Sintió una ola de odio hacia toda la gente que lo perseguía por detrás.

¡Le habían quitado una parte de él! ¡Esto no se quedaría así!

Con mucha fuerza de su brazo derecho golpeó los rostros de tres guardias que no lograron esquivar el golpe porque en ningún momento esperaban que el chico tuviera los pantalones de enfrentarse a casi treinta personas. Pero la sorpresa no duró mucho pues el niño se metió en un cuarto y rompió todas las ventanas de una sola explosión. Se sintió un temblor grande pero eso no fue lo más grave. Uno de los guardias dió la orden y entraron al cuarto para capturar al chico.

Solo que no estaba allí. Se había escapado por un ducto de aire, pero dejó una pequeña sorpresa para los guardias. El techo se derrumbó en tan solo un segundo y varios de ellos quedaron atrapados bajo escombros de madera, cemento y tierra.

A unos cuantos metros de allí, Katsuki sonrió de medio lado, orgulloso de su proeza. Pensaba que había ganado la pelea pero las cosas no siempre salen como lo planeas desde el principio. En menos de dos segundos sintió que había algo a sus espaldas. Volteó y vió la figura de un hombre alto, rubio y de expresión muy seria.

Se quedó mudo y paralizado.

—Al parecer haz despertado con mucha energía Katsuki.

El menor empezó a balbucear palabras sin sentido.