Capítulo cuatro: "¿Quieres morir Anderson?"

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Un recuerdo.

Ben.

Estaba nervioso. No sabía qué hacer. Una gota de sudor se desliza por mi cuello. Mis manos apretaban mis piernas en un acto de nerviosismo.

Entonces recuerdo las palabras de Dalton; "Recuerda, tienes que ser interesante y no nombres a tu mamá. Va a pensar que eres un bebito." Trago muy fuerte y asiento levemente cuando recuerdo las palabras de Dalton.

Recurrí a él primero ya que es experto en eso (al menos él lo dice) y es el más popular de la escuela. Luego acudí a Will, lo que me aconsejó; 》Tienes que ser malo, a las chicas les gusta que seas malo. Mi hermano me lo aconsejó《 -Malo, está bien. -me digo; asintiendo nerviosamente.

Y luego le pregunté a Jack, pero él no sabía nada de eso, así que le pregunte a Steph y ella me dio otro consejo.》No la conozco muy bien, pero se ve que es muy divertida. Leí en un artículo que 9 de cada diez mujeres les gusta que el chico sea divertido. El artículo no está comprobado que sea auténtico ni que sea cierto. Así que te aconsejo que​ seas tú mismo.《 Fruncí el ceño por el último pensamiento. Y sí, le consulté a Murray;》Tienes que alejarte de su boca. Hay muchos gérmenes.《

Con la mano temblorosa toco el timbre. 》Ah, el cabello no olvides ir con el cabello muy peinado.《 Otro recuerdo de Dalton se viene a mi mente y de inmediato paso mis manos por mi cabello.

— ¿Si? —era Mat, el hermano de Marianne. Él es un año mayor pero estaba repitiendo el año ya que se quedó. Él quedó como mi compañero de clases.

— ¿Está Marianne? —Mat me mira de arriba a abajo, como si estuviera escanéandome y frunce su ceño.

—No, se fue al parque—hace un ademán de que piensa —. Ella me dijo que se iba con su nuevo amigo. Creo que es su novio, pero no lo dice ya que es una niña y mi madre no le da permiso.

Tenía ganas de llorar. Me quede viéndolo a sus ojos, esperando que dijera que​ era una broma.

Y antes de cerrar la puerta añade; — ¡Ah!, casi lo olvido. Me dijo que te te dijera a ti, que no la buscaras más.— cierra la puerta.

¿Qué es lo que sentía? ¿Por qué mi pecho duele? Y ¿Por qué tengo ganas de llorar? ¿Esto es lo que tanto decía ese tipo de músculos en aquella película romántica que ve mi hermana a escondidas?.

Sentía como si un balde de agua fría me cayera encima. Esto de verdad es horrible. Empiezo a derramar lágrimas mientras veía aquella puerta blanca.

Empecé a caminar por la acera. Caían muchas lágrimas, una tras otra y me las secaba con la palma de mi mano. Le había comprado unos dulces de caramelo; los saqué de mi bolsa y los lancé lejos. ¡Las niñas son tan malas! ¡Son muy crueles!

Y los niños son tontos por creer que nos quieren. Pensé que iba a ser una bonita historia de amor como las películas de mi hermana. Excepto por la parte de los besos. Eso aún me da asco.

Escucho unos pasos apresurados detrás de mí. Volteo a ver y rápidamente unos brazos delgados me rodean. —¡Sí llegaste!—era Marianne. Estaba muy confundido.

—Pensé que no ibas a venir... —me mira confundida—¿Estabas llorando?

—No...¡Pff! —me seco rápidamente lo ojos. —Estaba en un reto de no parpadear mientras llegaba a mi casa. Marianne empieza a reír, no sabía lo que significaba, pero decidí ignorarla.

15 SEGUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora