Cómo entrenar a tu dragón (Sevmione)

Un momento en mi vida

Odiaba lo terco que era, y no entendía por qué le gustaba ese hombre tan desesperante, en ese momento no, porque estaba enojada y con sólo verlo lo quería golpear.

Pero le importó poco lo que quisiera, llamo a un medimago que conocía e hizo que lo revisará en la casa.

-sus heridas están sanando, pero sino descansa sus costillas no van a soldar y puede perforar algún órgano.
H:¿cuánto tiempo?
- Al menos dos semanas más.

No se quejo, pero con ver su rostro antes de acompañar al medimago a la chimena, decía todo.

Cuando regresó a la habitación, estaba sentado, parecía listo para irse.
Al fin lo veía con su ropa normal, por lo menos su camisa blanca y pantalón negro.
Pero veía al piso, con sus brazos estirados y sus palmas tocando la cama.

S:tengo que ver a Malfoy
H:no se va a escapar de Azkaban está noche.- camino hacia el baño, juraba que lo iba a matar si salía y ya no lo veía ahí,

Entró y se cambió de ropa, para dormir, y lavo sus dientes. Tardó unos minutos, al salir esperaba verlo, mínimo acostado.
Pero la habitación estaba vacía.

Cerró los ojos e inconscientemente sus manos en puños, pero antes de que hiciera algo más, él apareció por la puerta con un vaso de agua en su mano izquierda.

Se detuvo antes de llegar a la cama y tomó un trago. Ella lo veía, ya casi tenía un tic en su ojo por su culpa.
Creyó que después de eso se acostaria, pero no fue así, sé quedo ahí, mirandola

Ella también lo veía, él notaba su enojo, pero no podía entender que hacia ahí, todo había sido tan raro, ¿cómo es que terminó acostandose con su ex alumna? Y peor, como terminó queriendola.
Y aún más irracional, como ella terminó sintiendo lo mismo.

En su cabeza todo giraba rápido, no podía dejar de pensar, ella pareció cansarse de estar así y se metió en la cama.
Le dio la espalda.

Mientras él seguía viéndola, estudiando sus movimientos, su postura, sus ojos.
No entendía que sentía, o no quería reconocerlo, ahora que se hacia más grande, ahora que no podía dejar de sentirlo.

Si bien había sido el primero en admitir lo que sentía, no sabía por qué. Tal vez el impulso de saber que estuvo a punto de morir muchas veces y la más cercana fue siendo un gorila, sin que nadie se enterara que era él, ni él mismo, lo alentó, ni siquiera lo pensó.

Trago saliva y se acercó a la cama, no sabía si debía dormir ahí o en otra habitación.

H:¿quieres apagar la luz? No puedo dormir.

Apago la luz de la lámpara que estaba de su lado, era lo único que iluminaba. 

Descubrió su lado de la cama y entró.

Se quedo sentado, con las sábanas cubriendo hasta sus muslos, y recargado en la pared.

S:todo esto...lo que ha pasado, si no fuera así no me hubieras encontrado...
H:no estarías perdido.- dijo algo adormilada
S:no hablo de eso. Llegaste en un momento de mi vida y...ahora, sigues aquí, pero no es lo mismo.

Ni siquiera sabía bien lo que hacia,ni si ella estaba aún escuchando.

S:debe ser la poción - susurro
H:deja que hable entonces...

Él sonrió, aún lo escuchaba.

S:no se que haría si en ese momento no hubieras aparecido, gracias.

Por primera vez le agradeció.

S:Por salvarme más de una vez... y quedarte conmigo.

Ella volteo y lo vio ahí sentado, parecía triste.

S:te quiero...lamento ser tan...
H:idiota
S:pensaba decir terco
H:también

Ella se sentó a su lado y respiro profundo.

S:mañana iré...
H:¿y después qué?

Se quedo en silencio, realmente no sabía.

S:sólo estoy seguro que lo único que quiero es que estés a mi lado.

Volteo su cabeza para verla, ella veía las sábanas, pero sonreía.

H:esfuerzate y ya veré.

Fue lo último que dijo para volverse a acostar.
Sintio como él hacia lo mismo, pero no cuando de acercó y beso su mejilla, despacio, sintio su respiración, pareció mil años, pero fue sólo un segundo. 

En cuanto su corazón dejó de latir tan apresurado, comenzó a dormirse, mientras él veía el techo y respiraba tranquilo.