Valor

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Disclaimer: Desde las profundidades siniestras de nuestra mente, hemos vuelto, con esta pasión prohibida, rompiendo con las parejas establecidas y desafiando los estándares de la sociedad mágica. Claro, los personajes le pertenecen a JK Rowling.

*Sí, la valentía es una locura, pero llena de grandeza. —Reinaldo Arenas.

*º*º*º

Valor

Ginny pronto supo que Draco había abandonado el lugar sin quiera probar bocado.

«Será orgulloso e idiota.»

Ni siquiera se molestaría por ello. Se cambió y tomó sus cosas para retirarse, se despidió de sus compañeros y salió del local, se suponía que uno de sus hermanos iría a recogerla, pero no solían ser muy puntuales.

Anduvo hasta la tienda de conveniencia más cercana para obtener un par de dulces cuando vio a Draco abandonar una mesa dejando atrás un envase de sopa instantánea. Algo se removió en ella dejándole un mal sabor de boca.

Se dispuso a ignorarlo y entró a tienda esperando que para cuando saliera él ya no estuviera, lo cual no fue así, se topó con él en la esquina, pero no era una escena nada normal la que estaba presenciando.

Malfoy estaba rodeado por varios hombres en trajes oscuros, todo era muy confuso, él estaba realmente exaltado, manoteando y empujando.

Dio un paso hacia atrás pensando en que era mejor alejarse que involucrarse y de verdad quería hacer eso, pero cuando vio que él recibía un golpe sintió una ola impulsiva de valentía o más bien de solidaridad.

Tomó su celular apretando la tecla de marcado rápido, recitando rápidamente unas palabras al interlocutor. Se metió entre la bola de personas siendo como un gatito salvaje frente a una jauría de perros. —¡Basta! La policía viene hacia acá...

—¡Fuera de aquí! —dijo uno de ellos apartándola con brusquedad. Draco tenía los ojos desorbitados, no entendía qué hacía ahí esa loca.

—Sube al auto —ordenó a Draco sacando un arma.

A Ginevra se le desencajó la cara apenas entendió la gravedad del asunto. Estos tipos estaban fuera de sí. Tal vez fue instinto de sobrevivencia que estaba corriendo por su cuerpo, pero no tardó ni un segundo en jalar del brazo a Malfoy para echarse a correr, no fueron ni siquiera muy lejos cuando los hombres les cerraron el paso.

Ginny no había sentido tanto miedo desde aquel espantoso episodio con Ryddle, cuando era apenas una niña que la había llevado a terminar en una catacumba.

—Largo —dijo Draco caminando al frente. Ginny no pudo ver su expresión pero estaba segura que estaba igual que ella temblando y aún así había decidido entregarse. Recorrió a los sujetos cómo evaluando a la velocidad de la luz posibilidades, en este caso no estaba segura que saber un poco de defensa le fuese de ayuda. Dejó su mirada angustiada clavada en la espalda de él.

No podía creer que no hubiera escapatoria... ¿y es que acaso la policía no pensaba llegar?

Una fuerte voz rasgo como espada tan espantoso ambiente para suerte de todos. —¡Ginny!

El aire llenó con emoción los pulmones de Ginny, ¡se trataba de los gemelos con Charlie y Billy!

—¡Qué diablos...!

—¡Súbelo ahora!

—¡Entra! —Apresuró uno de los hombres jalándolo.

Las sirenas de las patrullas retumbaron cerca de ahí alertando a todos momento que ella aprovecho para tomar la mano de Draco y sacarlo de ahí al tiempo que sus hermanos corrían hacia ellos.

—¿Quién rayos son esos? —cuestionó Charlie al alcanzarlos.

—¿Qué está ocurriendo aquí? —Billy pasó su mirada de su hermana al sujeto pálido y golpeado que iba con ella.

—¿Quiénes son esos?

—Tienen pinta de matones, ¿en qué te metiste hermanita? —preguntó Fred viendo la situación alerta, pero con menos gravedad que el resto de sus hermanos.

—No es su asunto, lárguense —manifestó uno de los hombres.

—Sólo queremos al chico.

—No —exclamó rotunda Ginny hacia sus hermanos con ojos desesperados.

Draco estaba atrapado en una pesadilla, estaba a la mitad de dos grupos de personas que eran unos totales desquiciados y realmente no entendía qué tenía que ver esto con esa "sin recursos" y por qué se metía en sus problemas.

Estaba totalmente descolocado ante la forma tan abrupta y entrometida en que se estaba metiendo en su vida, revolviéndola aun más.

—Malfoy termina esto de una buena vez.

—Esto no es su asunto, váyanse.

—¿Ese quién es?

—Váyanse —dijo el líder avanzando hacia Billy dejando ver su arma.

—¡Ou, ou! —soltaron en coro los gemelos.

—Esos sujetos no están bromeando —comentó Charlie posando su mano en el hombro tenso de Bill, pidiéndole silenciosamente que fuera prudente.

—Malfoy no arrastres a estas personas.

—Ni siquiera los c...

Ginny brincó cubriendo su boca, movió su cabeza negando con premura. Él tomó su mano, pero ella se adelantó pellizcándolo. —No —susurró en forma de orden.

Billy era conocido por pensar rápido y resolver los problemas a mayor velocidad, no era la primera vez que estaba en un mal lugar con tipos así, pero esta vez su mayor preocupación era sin duda que su familia eran los blancos fáciles, por lo que debía actuar ya antes que se saliera de control. —Agente especial —reveló mostrando su identificación—, los refuerzos están por llegar —comentó hábil—. Retírense en silencio o esto se pondrá feo.

Las luces de las patrullas comenzaron a acercarse y el sonido de sus sirenas se volvió más fuerte. Las personas que pasaban por ahí y pertenecientes a los edificios cercanos comenzaron a salir para husmear lo que estaba ocurriendo.

—¡Joder!

—Nos volveremos a ver hijo de... —sentenció hacia Draco mordiendo sus palabras con rabia, mientras sus hombres se iban replegando.

Ginevra sintió que el alma le volvía al verlos desaparecer. Malfoy no era indiferente a esa emoción, se había salvado de las garras de su padre y todo era por esa loca. Sus ojos se clavaron en aquel rostro pecoso lleno de alivio que él no podía explicarse.

«¿Por qué me ayudó?». Una bomba de emociones desconcertantes explotó en su interior y realmente no tenía la menor idea de cómo enfrentarlas, este era un terreno completamente desconocido para él y se sentía perdido, algo que odiaba, porque tenerlo todo controlado era una de las cosas que más le gustaba, pero con esa chiquilla ya había quedado claro que nada era como quería.

Weasley elevó sus ojos observando la mirada rara que le estaba dando perdiéndose en la inmensidad del mar plateado que parecía querer devorarla, incluso la hizo olvidar dónde estaba y lo que sucedía a su alrededor, sintió un extraño tirón en su pecho que la incomodó completamente.

—Ginevra nos debes una explicación —habló Billy sacándolos de aquel extraño estupor que los había envuelto.

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Now or NeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora