Capítulo 19 - Parkinson

277 10 11
                                    

Nacho y yo miramos a la puerta y entra mi vecina de enfrente con un cesto de ropa y yo suspiro aliviada.

Nacho: ¿Y ese suspiro? - dice mirándome.

Laura: creía que era alguna de las chicas, y este es mi rincón que nadie sabe - digo mirándole.

Nacho: bueno que nadie sabe...

Laura: salvo tú, que ahora lo sabes - digo mientras ruedo los ojos.

Nacho: así cuando desaparezcas seré el único que sabrá donde estarás - dice sonriendo orgulloso.

Laura: ¿Tendré que sentirme privilegiada? - digo riendo.

Nacho: pues tú verás, soy el único que cuando estés mal podrá venir a ayudarte...

Laura: bueno, pues me tendré que sentir privilegiada - digo con pena de broma.

Nacho: en tu yo interior estás eufórica, a mí no me engañas - dice guiñándome un ojo.

Laura: ¿Te ha dado un tic? - digo riendo y él rueda los ojos - ¿Quieres ir al médico? - digo descojonando me.

Nacho: ¿Y tú quieres ir a un circo? - dice atrayendo me a él.

Laura: touché - digo chocando le la mano.

De repente el teléfono de Nacho suena y me mira después de mirar quién le había llamado y yo frunzo el ceño sin entender nada.

Nacho: sí sí... iré ahora más tarde... sí sí... sí, te quiero, adiós - dice apagando el teléfono y yo al oír eso di por hecho quién era.

Laura: ¿Tienes que irte ya?

Nacho: no tengo doce años Laurilla - dice riendo.

Laura: no, pero tienes dos hijos y una mujer - digo encogiendo me de hombros y Nacho mira al horizonte.

Nacho: tienes razón, y una persona por la que me preocupo mucho también - dice mirándome y yo entro en shock.

Laura: vaya, muchas gracias - digo y sin pensarlo le abrazo.
Pasamos bastante tiempo abrazados hasta que nos separamos.

Nacho: ya va haciendo frío, y no quiero que te constipes - dice y nos levantamos de allí empapados.

Laura: yo tampoco quiero que te resfries, así que vas a entrar en mi casa para quitarte toda esta humedad - y Nacho me mira subiendo y bajando las cejas.

Nacho: ¿Qué quieres que me quite? - dice pícaro.

Laura: ¿Quieres que te quite la tontería de una ostia? - digo rodando los ojos y él se descojona.

Nacho: no se te puede hacer ni una broma Laurilla - dice riendo.

Llegamos a la puerta y yo estoy titiritando de frío, llamamos pero nadie abría, y yo seguía con frío.

Nacho: ven Laura - tira de mi brazo y me abraza - así te quitas el frío - dice mientras me abraza y frota mis brazos.

Y de repente la puerta se abre, y la abre Lucas... Lucas me mira con pena y mira a Nacho impactado. Lucas desaparece de la puerta y Nacho me mira.

Nacho: ¿Qué acaba de pasar? - pregunta arrastrando las palabras.

Laura: no lo sé... - digo entrando y Nacho entra conmigo y cierra la puerta.

Nacho entra detrás de mí y todos están reunidos en el salón y Lucas cabizbajo. Mis amigas me miran y miran a Nacho y entienden porqué Lucas está así, aunque yo todavía no.
Así que llegamos a mí habitación. Y busco una toalla para Nacho.

Siempre (Lucas Vázquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora