(Hamilton POV)
Han pasado tres años. Cuatro en total. Laurens sigue en coma.
Siento que mi vida no podría tener menos sentido. Ya varias veces pensé lo que había pensado Laurens hace cuatro años. Por suerte mi esperanza de que Laurens despertará sigue intacta.Al despertar, comencé a hacer mi carta diaria. Al terminarla quise esperar unos minutos antes de ir al hospital.
En un momento recibí una llamada de un número desconocido. No quería contestar, pero de todas formas lo hice, por alguna razón.
Esa llamada fue la mejor que he tenido en toda mi vida. Luego de recibir la información que debía recibir, comencé a llorar de la emoción. No esperé a calmarme e inmediatamente les mandé un mensaje a Laf y a Herc diciéndoles que vayan al hospital lo más rápido posible.
Luego de enviar los mensajes, tomé mi carta y fui corriendo al hospital. Llegué en muy poco tiempo. Cinco minutos quizás. Normalmente me demoro veinte, aproximadamente.Al entrar busqué con la mirada a Laf y a Herc, pero todavía no habían llegado. Dos minutos después, la puerta se abrió, y ahí estaban. Fui rápidamente hacia ellos.
—¿Qué ocurrió? —preguntó Laf.
—John...—dije, sonriendo, con lágrimas en los ojos—. despertó...
—¿Qué? —dijeron Laf y Herc al unísono, completamente sorprendidos.
—John despertó... Hay que ir a verlo, ahora...
—Sí, sí, vamos —dijo Herc, también sonriendo.Fuimos rápidamente a recepción, y preguntamos si John podía recibir visitas. Al escuchar el sí, fuimos corriendo a su habitación.
Cuando llegamos nos quedamos unos segundos en frente de la puerta. Yo estaba intentando contener mis lágrimas de emoción.
Poco después, abrimos la puerta.Ahí estaba él. Con los ojos abiertos, mirando el techo. Luego desvió la mirada hacia nosotros.
Hubo unos segundos de silencio.
No fueron muchos.—¡¡JOHN!! —dijimos todos al unísono.
Luego fuimos corriendo hacia él y comenzamos a hacerle preguntas que no se podían entender, porque cada uno preguntaba muy rápido, y además todas las preguntas eran emitidas al mismo tiempo.
—Oigan, cálmense...—dijo con cara de duda.
Nos callamos de golpe.
Al escuchar su voz de nuevo, se sintió como si toda la alegría que no había tenido en estos últimos cuatro años había llegado a mí de golpe.
—... ¿Cómo estás? —pregunté sonriendo—. ¿Cómo te sientes?
—... ¿Yo? —preguntó bastante dudoso, y por alguna razón, lo noté algo nervioso.
—¡Claro!
—... Esto... Um... Bien, gracias... Pero... ¿Quién eres?...
Mi sonrisa se fue en un instante. No supe cómo reaccionar. No entendí absolutamente nada. ¿Estaba bromeando?
—... ¿Qué?... ¿Es una broma?
—No... ¿Quién eres?
Miré a Laf y a Herc. Ambos se veían muy confundidos.
Luego miré a Laurens y comprendí todo.Perdió la memoria.
No hice nada por unos segundos, hasta que me fui corriendo de la habitación y me senté en un banco que había en el pasillo. Comencé a llorar a penas salí.
(Laurens POV)
El chico salió corriendo de la habitación. Se veía bastante mal, cosa que encuentro extraña. Que yo recuerde no lo he visto nunca...
—... Voy a verlo...—dijo Herc antes de dirigirse a la puerta de la habitación y salir.
—... ¿De verdad no lo recuerdas? —me preguntó Laf.
—De verdad...
—... ¿Sabes quién soy yo?
—Sí.
—Y ¿el que acaba de salir?
—También.
—¿Cuántos años tienes?
—Veintitrés.
Suspiró—. No... Tienes veintisiete, y este año cumplirás veintiocho.
—... ¿Qué?
—Lo que escuchaste... ¿Sabes por qué estás aquí?
—No... ¿Por qué?
—Tú... intentaste suicidarte hace cuatro años, y... estabas en coma desde entonces hasta hoy.
—¿Qué? ¿Yo?
—Sí.
—... ¿Por qué?
—... Te va a parecer extraño que yo sepa esto, pero para que entiendas todo bien sería mejor que no hablaras hasta que te haya dicho todo...
—De acuerdo...
—Bien... No estoy muy seguro de que realmente haya sido así, pero ninguno de nosotros tres tiene otra idea de lo que pudo haber sido, y lo que creemos que es, es que fue porque tu padre te descubrió una vez que saliste de la casa, y él no te dejaba de vigilar después de eso, y no pudiste soportarlo por mucho tiempo, así que pasó lo que pasó. Y yo sé sobre tu relación con tu padre porque tú se lo contaste a otra persona, y esa persona me tuvo que contar para tener una idea de por qué te quisiste suicidar... Creo que eso es todo...
—... Momento, ¿qué? ¿Como...? O sea... ¿Se lo conté a alguien?
—Oui.
—¿Todo lo que ocurría con mi padre?
—Oui.
—Y ¿ese alguien no fuiste ni tú ni Herc?
—Non.
—¿Y entonces quién fue?
—Fue la misma persona de la que no te acuerdas.
—... ¿En serio?
—Oui.
—¿Tan cercanos éramos?
—Al parecer.
—... ¿No estábamos en ningún tipo de relación o algo por el estilo?
—Que yo sepa no.
—Pero... De todas formas éramos cercanos... ¿Como pude olvidarme de él entonces?
—No lo sé...
—¿Cuál es su nombre?
—Alexander Hamilton... ¿No te suena?
—... Creo que no...
—¿Crees?
—Sí... No sé, es extraño... ¿Sabes cómo están mis hermanos?
—Oh... Están todos bien. Martha es la que está encargada de ellos ahora.
—¿Qué? ¿Cómo?
—A tu padre lo encarcelaron.
—... ¿De verdad?...
—Sí. Fue algo complicado, pero lo pudimos lograr.
—Vaya... ¿Y cómo están mis tortugas?
—Bien. Alex me ayuda a cuidarlas.
—¿En serio?
—Sí. Estuvo todo un día investigando sobre lo que tenía que hacer para cuidarlas bien.
Sonreí un poco.
—Oh... Oye, ¿cuántas tortugas tienes? —preguntó.
—... Cuatro...—dije con un leve tono de duda.
—Non, tienes cinco.
—¿Cinco? ¿De dónde salió la quinta?
—Alex te regaló una para uno de tus cumpleaños; el primero que celebramos los cuatro.
—... ¿Lo hizo?... ¿De verdad?...
—Oui.
Comencé a sentir que algunas lágrimas salían de mis ojos. Las quité con mis manos.
—... ¿La tortuga es de tierra o de agua? —pregunté.
—Tierra —respondió con una leve sonrisa.
—¿Como la llamé?
—... Alex.
—¿En serio?
—Oui.
—... Vaya...Comencé a mirar al rededor de la habitación. Habían muchos papeles en varias mesas. O parecían ser cartas. En una pequeña mesa que había al lado de mi cama había una. La tomé. Salía el nombre de Alexander Hamilton.
—... ¿Todas las cartas que hay en la habitación son de él? —pregunté.
—Oui. No hubo un día en que no escribiera una.
—¿En serio?
—Oui.
—... ¿De verdad no estábamos en ninguna relación?
—De verdad.
—... ¿En serio?
—En serio.
—Está bien... ¿Crees que ahora me odia?
—¿Por qué te odiaría?
—Porque lo olvidé, al parecer... Y por lo que me dices éramos bastante cercanos...
—Pero eso no significa que te vaya a odiar... De hecho no lo veo muy probable.En un momento vimos que la puerta se abrió. Era Herc.
(Hamilton POV)
(N/A: Este POV comienza en el mismo punto en el que empieza el POV anterior de Laurens.)
No entendía cómo o por qué.
Laurens me olvidó.No podía parar de llorar. Me llegó a doler la cabeza a los pocos segundos de haber empezado, y no era un dolor muy suave. Pero ese dolor no era nada con lo que sentía al saber que Laurens me había olvidado.
Sentí que la puerta de la habitación de Laurens se había abierto. No miré hacia la puerta. Seguía con mis manos cubriendo mi cara mientras lloraba, y de repente sentí que alguien se había sentado al lado mío.
—... ¿Cómo estás?...—escuché la voz de Herc.
—... No podría estar peor...—dije con mucha dificultad, todavía con mi cara entre mis manos.
Sentí que Herc había puesto una de sus manos sobre mi espalda.
—... Tranquilo...—dijo.
—... ¿Cómo puedo estar tranquilo en este momento? —quité mis manos de mi cara y miré a Herc—. ¿Cómo me podría calmar? ¿Cómo puedo estar bien sabiendo que uno de mis mejores amigos me olvidó por completo? ¿Cómo podría vivir teniendo en cuenta que lo que él sentía ya no existe? ¿Cómo...? —paré en seco al darme cuenta de que hablé un poco más de lo que debí haber hecho.
—... ¿Qué?...
—... Nada...—miré al suelo.
—Alex... Tú... ¿A qué te refieres con eso de que él ya no siente algo que sentía?
—Nada, ya te dije, no es nada...
—... Él te amaba y tú a él, ¿cierto?
No dije nada. Lo miré. A cada segundo me salían más lágrimas. Afirmé con la cabeza.
Suspiró—. Oye... Lo siento mucho... Pero... Podrían empezar de nuevo... Volver a conocerse...
—No va a ser lo mismo...
—¿Cómo sabes?
—Todo lo que pasó... No puede desaparecer así...
—Pero algunas de esas cosas se podrían repetir...
—No creo...
—... Oye... De todas formas, cuando alguien pierde parte de su memoria, normalmente eso que se olvidó puede ser recordado...
—¿Y qué pasa si este no es el caso? ¿Qué pasa si nunca se acuerda de mí? ¿De todo lo que hicimos?
—... Supongo que habrá que empezar de nuevo...
Suspiré.
—... ¿Y si empezamos de nuevo... literalmente?
—¿A qué te refieres?
—Ustedes dos se conocieron cuando yo los presenté. Podríamos recrear ese día de alguna forma...
—¿Cómo? ¿Cuándo?
—¿Ahora?
—... No creo que pueda...
—¿Y en un rato?
—No sé...
—De acuerdo... Si prefieres no hacerlo hoy, me mandas un mensaje. Si crees que sí puedes, entra a la habitación.
—... Bien...
—De acuerdo... Yo voy a volver ahora...
No dije nada. Sólo lo miré, y luego él entró a la habitación. Después, yo seguí llorando.★★★★★★★★★★★★★★★★★★★
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No Me Olvides || Lams Modern AU [editando]
ФанфикJohn nunca pensó que conocería a alguien que lo hiciera sentirse de una forma tan especial. El estar con aquel persona no lo podía hacer más feliz, pero llega un momento en el que ocurre algo que hace a John tomar una decisión que nunca pensó que ll...