No Me Olvides || Lams Modern AU [editando]

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Unos días después...

(Laurens POV)

     Me encaminaba hacia la casa de Alex, de noche. Estaba viendo el mensaje que había mandado al grupo, el cual contenía la dirección de su casa.

     Cuando había llegado a la dirección, toqué la puerta y, poco después, Alex la abrió y sonrió antes de hablar.

     —¡Hola! —dijo manteniendo su sonrisa.
     —¡Hola, Alex! —dije.
     —Adelante, pasa —me dijo haciendo espacio para que entrara.

     A continuación, entré a la casa y le di una mirada rápida.

     —Tu casa es bastante linda —mencioné.
     —Gracias. ¿Vamos a los sillones de ahí? —dijo señalado un lugar donde habían dos pequeños sillones frente a frente, y entre estos había una pequeña mesa de café.
     —De acuerdo.
     Fuimos a los sillones, y cada uno se sentó en uno.
     —Al parecer soy el primero —dije al ver que sólo estábamos los dos.
     —Sí. Eres bastante puntual. Llegaste a las once y media justo... ¿Quieres algo para tomar o comer?
     —No, gracias, estoy bien.
     —De acuerdo... Ahora supongo que hay que esperar al resto.
     —Sip.
     —... Oye, ahora que lo pienso, nunca te he preguntado sobre tu cumpleaños. ¿Cuándo es?
     —Oh, cierto...
     —... ¿Y? ¿Cuándo es?
     —... Es el veintiocho de Octubre.
     —¿De Octubre?
     —Sí.
     —Eso... ¡Eso es en una semana!
     —Sí. Se me olvidó por completo...
     —Ya me ha pasado, te entiendo.
     —Y ¿cuándo es tu cumpleaños?
     —Es el once de Enero... Oye, supongo que tu cumpleaños lo celebraremos en tu casa, ¿no?
     —Oh... esto... No creo que se pueda...
     —¿Por qué?
     —Eso... Eso es algo difícil de explicar...
     —Oh... Pero entonces ¿no lo vas a celebrar?
     —Yo creo que sí lo celebraré, aunque no es muy probable que sea en mi casa... Pero normalmente lo celebramos en casa de Lafayette.
     —¿En serio? ¿Por qué?
     —Básicamente porque nunca puedo en mi casa y la suya está cerca de la mía... Además, en su casa están mis tortugas, y no podría tener un cumpleaños sin mis tortugas.
     —¿De verdad? ¿Y por qué tienes a tus tortugas ahí?
     —Esto... Porque... La historia es algo larga...
     —Oh, no importa. Y ¿tienes tortugas de agua o tierra?
     —Ambas. Dos de cada tipo, pero prefiero las de tierra.
     —Vaya...
     Unos segundos después, Alex metió otro tema.
     —Oye, nunca me respondiste a una pregunta que te hice...
     —... ¿Qué pregunta?
     —¿Por qué eres tan tierno? —preguntó sonriendo.
     Solté una pequeña risa y desvíe la mirada hacia abajo por un segundo. Su pregunta me había puesto algo nervioso. Bastante. Su sonrisa lo hacía todo peor... Pero de una buena forma... No sé, es raro...
     Luego volví a mirar a Alex cuando siguió hablando.
     —Hablo en serio, no sé cómo puedes ser tan tierno... Nunca he visto a alguien así de tierno... ¿Cómo puedes ser tan tierno?
     —... La verdad...—dije soltando una pequeña risa—. No sé qué me ves de tierno...
     —... ¿Preguntaste eso en serio?
     —Sí.
     —No, de verdad, ¿lo preguntaste en serio?
     —Sí —reí un poco. Continuaba nervioso.
     —No te entiendo... ¿Cómo preguntas eso? ¡Eres la persona más tierna del mundo!
     —Pero ¿qué me ves de tierno?
     —Todo.
     —Y ¿qué es todo?
     —Tus pecas, tus ojos, tu pelo, tu forma de hablar, tu sonrisa, cuando te pones nervioso... ¡CUANDO TE SONROJAS! ¡Cuando te veo sonrojado son los mejores momentos de toda mi vida! ¡Verte sonrojado es algo que nunca me cansaría de hacer!
     No dije nada. Sólo me reí un poco y sentí cómo me sonrojaba... Bastante...
     Desvíe ligeramente mi mirada hacia abajo.
     —... No sé si hiciste eso a propósito, pero gracias —dijo.
     —... De nada, supongo...—Al decir eso miré a Alex, y luego volví a mirar un poco hacia abajo.