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(Laurens POV)

(N/A: Ahora el tiempo continúa normalmente.)

     Al ver a Herc entrar, me vino sólo una cosa a la mente.

     —¿Cómo está? —pregunté.
     —... No muy bien...—dijo Herc.
     —... ¿Lloró? —escuché a Laf susurrándole a Herc.
     —Creo que nunca he visto a alguien llorar tanto...—Herc le susurró de vuelta.
     —... ¿No te dijo si me odiaba? —pregunté.
     —Lo que menos podría hacer es odiarte.
     Suspiré.
     —Oye...—dijo Herc—. ¿Te acuerdas de mí?...
     —Sí —respondí—. A ustedes dos los recuerdo.
     —Vaya... En ese caso, qué bueno, porque para lo que quería hacer era más fácil que nos conocieras.
     —¿Qué? —dijimos con Laf al unísono.
     —Quiero recrear el día en donde ustedes se conocieron. Quizás eso ayude un poco.
     —Creo que es una buena idea—dijo Laf—, pero... ¿Ahora?
     —No exactamente ahora, pero, en el mejor de los casos, hoy.
     —De acuerdo...

     Continuamos hablando por un buen rato. Quizás por unos treinta minutos. Luego, la puerta se abrió.
     Alex entró a la habitación. Tenía los ojos realmente muy hinchados. Me sentí muy mal al verlo así.

     Cuando entró, los tres desviamos nuestras miradas hacia él. Ninguno dijo nada.

     —... ¿Vamos a recrear ese día o qué? —preguntó Alex.
     —Esto... Sí, sí...—dijo Herc—. Eso sí, como el objetivo principal de esto es que Laurens se acuerde de ti, lo que decidimos hacer es primero recrear lo mejor posible ese día, y luego, cuando ya no sea tan necesario, Laf y yo nos iremos para que ustedes se puedan volver a conocer.
     —... De acuerdo...
     —Bien... Primero voy a dar un poco de contexto...—Dirigió su mirada hacia mí—. Un día, yo les dije a ti y a Laf que les tenía una sorpresa, así que los invité a mi casa. Recuerdo que Laf llegó primero. Después llegaste tú. Y ahora vamos a recrear lo que siguió. Alex —miró al susodicho—, sal de la habitación.
     —¿Qué? —preguntó—... Oh... De acuerdo.
     Luego Alex salió de la habitación. Cuando cerró la puerta, Herc se puso al lado de ésta.
     —Bien...—dijo—. La recreación comienza ahora...
     »Laf, John, es un agrado presentarles a... ¡Alexander Hamilton! —al pronunciar su nombre, abrió la puerta. Alex estaba afuera.
     —... Hola...—dijo.
     —Pasa —le siguió Herc. A continuación, Alex entró a la habitación y Herc cerró la puerta.
     Laf se presentó a Alex.
     —Ahora es cuando tú intentas presentarte —me dijo Herc luego de que Laf se presentara—, pero no podías por estar muy nervioso, así que te presenté yo. Entonces, Alex...—miró al susodicho—. Él es John Laurens... Y es gay —lo último lo dijo con una sonrisa.
     —¡Oye! —le dije.
     —Vaya, reaccionaste de la misma forma ese día...—dijo Herc—. Luego te dije que de alguna u otra forma lo iba a saber y te quedaste callado. Después todos nos fuimos a sentar al sillón y nos conocimos mejor. Y aquí es cuando Laf y yo nos vamos.
     Luego de decir eso, miró a Lafayette y ambos se fueron sin decir nada. Cuando cerraron la puerta hubo un pequeño silencio de unos cuantos segundos.
     —... Entonces...—dijo Alex—. Supongo que te debería hablar de mí...
     —... Sí... Supongo...
     —Bien... En ese caso... Me gusta escribir... No duermo mucho... Y creo que eso es lo principal...
     —... ¿Ahora me toca a mí?
     —... Sí.
     —De acuerdo... Esto... Yo... Uh... Me gustan las tortugas...
     Alex sonrió ligeramente. Por alguna razón sentí que me sonrojaba luego de verlo.
     Su sonrisa aumentó un poco, pero tenía cierta tristeza en su expresión a la vez.
     —Y...—continué—. Creo que eso es todo...
     —Está bien...
     Hubo un pequeño silencio algo incómodo, el cual quise romper luego de unos cuantos segundos.
     —... Oye...—dije.
     —¿Sí?
     —Tú... ¿Me odias?...
     —¿Qué? ¿Por qué te odiaría?
     —Porque... yo... te olvidé...
     Suspiró—. Eso no es tu culpa...—dijo mirando hacia abajo.
     —Pero... Por lo que me contaron... Éramos muy cercanos...
     Afrimó con la cabeza todavía con la mirada baja al mismo tiempo de cerrar los ojos por unos segundos.
     —Tú... Escribiste todas estas cartas...—dije mirando al rededor de la habitación, porque habían cartas en todos lados.
     Volvió a afirmar.
     —También... Me regalaste una tortuga en mi cumpleaños...—En este punto mi voz comenzó a temblar.
     Afirmó de nuevo.
     —Y... Tú fuiste la primera persona a la que le conté lo que ocurría con mi padre... Y la historia detrás de eso... Y te olvidé por completo...
     La última frase que dije ni siquiera sé si Alex la entendió, porque exploté en lágrimas. No resistí más. Cubrí mi rostro en mis manos.
     —Oye...—escuché a Alex. Sentí que una de sus manos estaba encima de mi hombro—. No es tu culpa...
     —¡Pero éramos muy cercanos! Y ¡te olvidé! ¡Lo peor es que no puedo recordarte! Yo quiero hacerlo, quiero recordar cuando te conocí, las cosas que hicimos, pero no puedo...—Comencé a llorar aún más.
     Hubo un pequeño silencio.
     —... No...—dijo Alex de repente.
     —... ¿Qué?...—dije algo extrañado. Comencé a llorar menos.
     —Eso no es cierto...
     —... ¿A qué te refieres?
     —Estoy seguro de que me recordarás... No sé cómo, o cuándo, pero lo harás...
     —... ¿Cómo puedes estar tan seguro?
     —No sé... Simplemente no creo que todo lo que hicimos haya sido en vano... Fue... demasiado especial como para que de un día a otro se desvanezca...
     —... Oye...
     —¿Sí?
     —... ¿Te importa si te abrazo?
     No recordaba absolutamente nada de él. Con suerte me sabía su nombre, pero necesitaba eso.
     —Claro que no...—dijo con una sonrisa leve. De todas formas tenía algo de tristeza en su rostro.
     Lo abracé. Se sintió extraño. Sentía que hace mucho tiempo que no sentía algo como eso, pero a la vez sentí que nunca antes lo había sentido.
     Estuvimos unos segundos así.
     Estábamos a punto de separarnos.
     —John...—dijo Alex—. Debo irme... Lo siento... Lo siento mucho...
     Luego se fue corriendo de la habitación.

(Hamilton POV)

     No pude aguantar más. Hace mucho tiempo que no abrazaba a Laurens, y volver a hacerlo después de cuatro años me llegó realmente.

     Al salir de la habitación, quise llegar lo más rápido a la salida, pero sentí que alguien me había detenido.
     Me di la vuelta.

     —Oye, ¿qué ocurrió? —Preguntó Laf. Herc estaba con él. Ambos tenían caras de duda.
     —... Necesito estar solo...—dije antes de salir corriendo del lugar para luego dirigirme a mi casa.

(Laurens POV)

     No entendía nada. No logré ver la cara de Alex antes de que se fuera.

     En un momento escuché la puerta abrirse.

     —¿Qué pasó? —dijo Herc al entrar junto con Laf.
     —No lo sé...—dije—. Sólo se fue corriendo diciendo que lo sentía...
     —Pero ¿no sabes por qué estaba llorando?
     —¿Qué?... ¿Estaba llorando?
     —Por lo menos yo le vi unas cuantas lágrimas.
     No dije nada.
     —... ¿No sabes? —preguntó Herc.
     —... No...—respondí.
     —Supongo que habrá que seguir con esto en otro momento...
     —Será lo mejor...—dijo Laf—. Oigan... ¿Y si hablamos con el doctor para que nos dé más información sobre lo que está pasando? O para saber si podrá recordar algo...
     —Sí, deberíamos hacer eso...—afirmó Herc.
     —Bien... ¿Lo voy a buscar yo?
     —De acuerdo.
     —Ya vuelvo, entonces.
     Luego de eso, Laf se fue a buscar al doctor. Herc y yo nos quedamos hablando en la habitación por un rato, hasta que la puerta se abrió.
     Laf y el doctor entraron. Luego Laf y Herc le contaron al doctor lo que había ocurrido, y el doctor comenzó a hacerme algunas preguntas, e igualmente les hizo algunas a Laf y a Herc. Mientras nosotros respondíamos, el doctor iba escribiendo algunas cosas en un cuaderno que tenía. Un rato después, el doctor acabó con las preguntas y dijo que en un rato más vendría a hacerme algunos exámenes. El doctor se fue, y Laf, Herc y yo quedamos hablando en la habitación por un rato.
     Unos treinta minutos después, el doctor entró a la habitación y les pidió a Laf y a Herc que se fueran por un rato para que el doctor pudiera hacerme los exámenes.
     Laf y Herc me dijeron que no volverían en ese día, pero que quizás vendrían al día siguiente o subsiguiente. Luego de que se fueran, el doctor comenzó con los exámenes.

(Hamilton POV)

     Apenas llegué a mi casa me dejé caer en el piso y comencé a llorar como nunca lo he hecho. Apoyé mi espalda en la puerta de entrada y cubrí mi cara con mis manos. No pensé que llegaría un momento en mi vida en el que lloraría tanto. Tampoco pensé que una persona sería capaz de llorar así.

     Estuve un buen rato llorando. No veía que pararía muy pronto. No estaba ni cerca de terminar cuando sentí que alguien había tocado la puerta. Me sobresalté un poco.

     —¿Alex? Somos Laf y Herc...—Escuché a Herc hablando afuera—. ¿Podemos entrar?
     —... Quiero estar solo...—dije con dificultad.
     —... ¿No podríamos por lo menos intentar ayudarte?
     —Aunque lo intenten no creo que lo logren... De verdad necesito estar solo... Por favor...
     —... De acuerdo... Hasta pronto...

     No dije nada. Esperé unos segundos antes de continuar llorando.
     Estuve mucho rato haciéndolo. Una hora quizás sea el mínimo. Realmente estaba muy triste.

     Cuando ya me estaba comenzando a calmar, me quise ir a dormir. Era temprano, pero quería olvidar por lo menos por unas horas todo lo que había pasado.

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No Me Olvides || Lams Modern AU [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora