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(Hamilton POV)

     Ha pasado una semana. Ayer le dieron el alta a John, y fue con sus hermanos. Hoy nos juntaremos todos en casa de Laf.

     Eran las cuatro de la tarde. Salí de mi casa y me encaminé a la de Laf.
     Al llegar, toqué la puerta. Laf abrió.

     —¡Hola! —me dijo.
     —Hola —contesté.
     —Pasa. John ya llegó.
     Entré a su casa, pero no vi a John.
     —¿Dónde está? —pregunté.
     —Con sus tortugas —dijo sonriendo.
     —Oh, de acuerdo.
     —Oh, hola —vi a John viniendo a donde estábamos y sonreí. Me alegraba verlo en un lugar que no sea el hospital.
     —Hola —le dije sonriendo a John.
     Hubo un silencio de algunos segundos.
     —... ¿Nos sentamos? —dijo Laf.
     —Está bien —dije luego de desviar mi mirada hacia él.

     Luego nos sentamos en los sillones que habían ahí. Me senté junto con John.
     Comenzamos a hablar de varias cosas, hasta que alguien tocó la puerta.

     —Debe ser Herc —dijo Laf antes de pararse e ir hacia la puerta.
     —¡Hola! —escuché la voz de Herc luego de escuchar la puerta abrirse.
     —¡Hola! —dijo Laf—. Ven, pasa.
     Laf cerró la puerta luego de que Herc entrara y nos saludara a John y a mí.
     Laf y Herc se fueron a sentar en un sillón.
     —¿De qué me perdí? —preguntó Herc.
     —No mucho —dijo Laf—. No hablamos de nada en especial.
     —Oh, de acuerdo.
     Luego continuamos hablando de varias cosas, esta vez con Herc. Un rato después, comenzamos a hablar sobre algo más específico.
     —Oigan, se me ocurrió algo —dijo Laf.
     —¿Qué? —dije.
     —Cuando intentamos hacer que John recordara el día en que te conoció, no funcionó, quizás porque no estábamos en el lugar correcto. Ahora no estamos en casa de Herc como lo fue ese día, pero mi casa y la suya son bastante parecidas... No sé, yo creo que podríamos intentar... Y si John quiere, claro.
     —... Sí quiero...—dijo John.
     —... Entonces...—dije—. ¿Recreamos ese día de nuevo?
     —Supongo —dijo Laf.
     —... Saldré de la casa —mencioné.
     —Te acompaño a la puerta —afirmó Herc.
     John y Laf se pararon. Luego de salir de la casa no supe lo que pasaba dentro.

(Laurens POV)

     Luego de que Alex saliera, comenzó todo.

     —Laf, John —dijo Herc—, es un honor presentarles a... ¡Alexander Hamilton!
     Cuando Herc dijo el nombre de Alex, abrió la puerta.
     —¡Hola! —dijo Alex levantando la mano.
     Sentí algo bastante extraño.
     Era realmente extraño.
     Sentí que perdí por completo mi capacidad para moverme y hablar. Lo mismo que sentí cuando vi a Alex por primera vez en el hospital. Aún así, sentía que ese era el primer y único momento en que sentía eso, y al mismo tiempo, sentía todo lo contrario.

     Alex entró, cerró la puerta, y luego Laf y yo fuimos hacia él. Laf se presentó.
     Supuestamente, Herc había hablado sobre mí en mi lugar porque yo no podía.
     Lo hizo, por suerte.
     Lo incómodo fue que le dijo a Alex que yo era gay, y ya sabía que lo había hecho, pero de todas formas se sintió extraño.
     —... Ahora se supone que te quejas por haber dicho eso —dijo Herc.
     —Oh, esto... sí...
     Vi que Herc y Laf se miraron y sonrieron. No entendí muy bien eso.
     —Bueno, ¿qué les parece si nos vamos a sentar? —dijo Herc.
     —Por mí está bien —le siguió Laf.
     Y eso hicimos. Nos sentamos y comenzamos a hablar sobre nosotros. Yo dije que me gustaban las tortugas y algunas cosas más. Luego Alex continuó diciendo creo que lo mismo que dijo en el hospital. Después comenzamos a hablar haciendo como si ese día fuese realmente el día que estábamos recreando.

     —Oye —me dijo Alex—, ¿puedo preguntarte algo?
     —¿Qué?
     —... ¿Por qué eres tan tierno? —sonrió al preguntar.
     Sentí que me sonrojé. Bastante.
     No fui capaz de decir nada.
     —No te preocupes si no habla mucho, es algo tímido —dijo Herc.
     —Ya veo... Igual que una tortuga...

     ¿ES ESTO LO QUE PASÓ EL DÍA QUE NOS CONOCIMOS? PORQUE SI ES ASÍ DEBIÓ SER DE LOS MEJORES DÍAS DE MI VIDA, O SEA, ME COMPARÓ CON UNA TORTUGA, CREO QUE NUNCA NADIE ME HABÍA DICHO ALGO TAN HERMOSO.

     —Me encanta cuando te pones así, ¿sabes? —Me dijo Alex.
     Si hay un color más rojo que el mismo color, pues ese es el color de mis mejillas ahora mismo.

     Continuamos hablando hasta que ya se hacía algo tarde. Luego, la recreación acabó.

     —... ¿Recordaste algo? —Me preguntó Alex.
     —... No... Lo siento...
     —... No importa...—dijo después de un suspiro.

     Después de eso comenzamos a hablar de otras cosas y no volvimos a hacer una recreación. Eso lo dejamos para la próxima vez que nos juntemos, esta vez en casa de Mulligan.

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No Me Olvides || Lams Modern AU [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora