Coyuntura

Capítulo 21

Peter tarareaba mientras su padre lo vestía para dormir.

El pequeño parecía querer bailar en medio de la habitación.

—Pet... —El Omega lo tomó de los hombros mientras sonreía—. Deja de moverte.

—¡Papi, el Capitán América golpeó en la cara a Hitler! —El niño estaba emocionado— ¡Papá es mi héroe!

—También el mío, Peter.

El niño seguía moviendo su cuerpo pese a los intentos de Tony por detenerlo.

La puerta de la habitación se abrió.

—¡Papá! —El niño chilló de emoción mientras Rogers empezó a reír.

—Hola, cachorro. —Llegó hasta ambos castaños. A Peter le dio un beso en la cabeza y a Tony en los labios.

—¿Cómo te fue? —El Omega miro la sonrisa inconforme de su Alfa.

—Vender bonos no es fácil. —Dijo finalmente.

La pareja se dedicó a escuchar a su hijo. Éste parecía extasiado por todo lo que veía.

Una hora después, el pequeño estaba dormido profundamente.

—No se despertará aún sí Howard pasará con uno de sus helicópteros por encima de nosotros. —Bromeó el genio mientras cubría al niño.

—Tuvo un día agitado.

—No fue el único. —Anthony lo invitó a sentarse—. No estás contento. —Afirmó.

—Al menos estoy ayudando en algo.

Tony quiso decirle "Tú puedes hacer más" Pero se le quedó atorado en la garganta.

No quería hacer sentir mal a su pareja.

—... Eres el héroe de Peter. —Comentó logrando su objetivo. Sacarle una sonrisa a Steve.

—¿De verdad? —Rogers tenía un brillo de emoción en los ojos... Le recordaban mucho a su cachorro.

—De verdad. Eres el héroe de muchas personas.

—¿Soy tu héroe, Tony?

—Y afortunadamente también mi esposo. —Los dos sonrieron—. Buen trabajo, Stiff.

—Te amo, Tiny.

—Si, bueno, es imposible que no lo hagas.  —El castaño lo miro pícaro—. Soy el Omega más guapo, el más inteligente, carismático, fajado de dinero. —Rogers negó divertido—. Y, casualmente, el ser que te dio un hijo.

—El ser que me dio una familia, Tony.

—Soy una maravilla. —Ninguno dejaba de verse a los ojos— ¿Recuerdas esa vez que te rechace la ida al cine?

—Si... También cuando a los 5 segundos me dijiste que aceptabas.

—Tenía que hacerme el difícil.

El rubio empezó a reír.

—Sabes, Rogers... Podríamos escaparnos a tu habitación. —El Omega mordió su lóbulo—. Peter no va a despertar y si lo hace, los soldado de esta zona ya lo conocen y sabes que están maravillados con mi cachorro. 

—¿Escaparnos? —Beso los labios de su castaño.

—Hazme el amor, Capitán.

No necesito más argumentos para cargar a Tony y salir de la habitación.

Con el cuidado de no despertar a su hijo.