Capítulo 36

10.5K 1.1K 29
                                    

Los días siguieron pasando.

Steve sentía que la ira y la tristeza lo hundían más en su miseria.

El mundo había cambiado por completo... O él se había quedado en otro tiempo.

El sueño lo abandono, igual que las ganas de seguir vivo.

—¿Liberando tensión?

Rodó los ojos al escuchar a Nick Fury.

Suspiro mientras colgaba otro de los sacos de boxeo.

—¿Tengo otra cosa que hacer? —El chico que antes había sido, ya no existía.

La seriedad y el desinterés ahora formaban parte de su personalidad.

Si tan sólo hubiera quedado en el hielo...

—El mundo necesita al Capitán América. —Nick lo miro fijamente. El rubio simplemente lo ignoró.

—Hubiera preferido morir ese día.

—Creí que quería terminar con la guerra.

—Si, eso quería. —De nuevo empezó a golpear el saco—. Pero la guerra fue quien término conmigo.

Le dolía pensar en lo que pudo a ver pasado.

Si hubiera hecho caso, si hubiera desistido de entrar al ejército... Seguramente ahora estaría disfrutando de una pacífica vida con Tony... Los dos, viejos y felices viendo a su cachorro crecer, triunfar en la vida.

Se arrepentía inmensamente.

—Capitán Rogers... La vida es un guerra diaria, usted a sobrevivido a ella por alguna razón. —El Director sólo miraba como el soldado descargaba su ira—. Yo le ofrezco un motivo para seguir vivo.

El saco salió volando... De nuevo.

El lugar se lleno de un aroma ácido, melancólico, peligroso.

Steve no quería motivos, ya no.

—... ¿A qué ha venido?

El hombre del parche pensó en sus palabras. No quería que ese súper soldado lo usará como costal.

—Le presentaré a la persona que se hará cargo de usted.

—No quiero que nadie se haga cargo de mí. —Prácticamente gruño.

—Director Fury. —Una beta de baja estatura llamó al moreno. Éste asintió con la cabeza.

—Dígale que pase.

Los dos quedaron en silencio mientras la mujer salía.

Rogers apretó la mandíbula, al momento de empezar a golpear de nuevo.

Sentía un nudo en el estómago, no quería pensar, no quería sentir, no quería luchar.

—Pensé que no llegaría. —Escucho decir a Fury disgustado.

—El tráfico en la ciudad es horrible.

El rubio paró.

Esa voz... Era la misma que escucho hace muchos años... Que escuchaba todas las noches en sueños.

—Capitán... Le presentó al señor Stark. —Steve sentía su cuerpo temblar—. Él será el encargado de ponerlo al tanto.

Sintió que el piso se movió en sus pies, que las manos le temblaban sin control y que sus sentidos eran inundados por ese aroma que tanto extrañó.

Trastornado, dio la vuelta.

Sus ojos no dejaban de mirar al Omega.

—Veré que puedo hacer. —Tony le sonrió con egocentrismo.

CoyunturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora