Capítulo 7

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Steve guardo entre sus ropas la fotografía de su Omega.

Era su amuleto.

Llevaba sólo 3 días en ese lugar y su corazón pedía a gritos regresar con su pequeña familia.

El lazo se tensaba por momentos y el quería correr hacia su castaño.

Pero no podía.

Suspiro con cansancio y tristeza al recordar los ojitos llorosos de su cachorro.

Los extrañaba tanto.

Quiso pararse y acomodar sus cosa en el cuartel asignado, pero el dolor en su cuerpo lo dejó a medio camino.

Quizo maldecir.

—¿Siente dolor?

Abraham lo miraba desde la puerta con una sonrisa gentil.

Todos en el lugar hicieron un saludo militar por instinto. Erskine parecía incómodo y sin más los demás continuaron con sus asuntos.

Nadie les prestó atención después.

—Parece que es más... Agitado de lo que pensé. —Steve sonrió ante su comentario.

—¿Piensa darse por vencido?

—En absoluto. No pienso desaprovechar la oportunidad que usted me dio. —Vio como el Beta asentía ante sus palabras.

—Es bueno saberlo. —El hombre colocó una mano en su hombro y lo apretó en signo de apoyo—. Se vienen días duros.

—Estoy dispuesto a enfrentarlos.

—Me alegra. —Dijo, para caminar hacía la salida.

Sin embargo, pareció recordar algo y paró antes de llegar a la puerta.

—Por cierto. —Regresó sus pasos—. Mañana llegará un nuevo recluta... Bueno, no sería un recluta como tal, pero nos ayudará con lo que se necesite.

Steve asintió sin comprender.

—Lo digo, por qué al igual que la Agente Carter, él también es un Omega.

Rogers meditó el punto. Si era igual que Carter, tendría que ser un Omega con mucho carácter.

—Además... —El Doctor le dedicó una sonrisa—. Él es el encargado de hacer la cápsula que nos ayudará con mi proyecto... Y eso lo incluye a usted, señor Rogers.

El Alfa de bajo rango, asintió ante lo dicho.

Esta vez, Erskine salió del lugar dejando a un cansado Steve atrás.

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