Capítulo 13.

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[Una semana después de los últimos acontecimientos]

—Maldición, necesito una vacaciones— se queja Richie, recostandose sobre el césped.

Stanley enarca una ceja.

—¿Vacaciones de las vacaciones?

—Cuando te enfrentas a un asesino desquiciado, pues si.

Eddie rueda los ojos y se remueve un poco para acomodarse. Se encuentra sentado entre las piernas de Stan con la espalda y la cabeza apoyadas en el pecho del más alto, este a su vez lo tiene abrazado por los hombros.

Bill ríe ante las ocurrencias de su novio, recostado en el césped junto a él.

—D-Deberías dejar de m-m-meter eso en t-t-todas las
c-c-conversaciones, Rich— le dice, jugando un poco con los risos de Richie—. Ya ha pasado una semana.

—Déjame, aún estoy viviendo mi experiencia post trasmística.

—Es post traumatica, Richie— lo corrige Eddie en voz baja.

—Eso mismo.

—Eres un caso, Richie— rueda los ojos Stanley.

Entonces se escuchan unas risitas desde el camino. Se trata de Beverly, Ben y Mike, que últimamente siempre andan muy juntos. Vienen riendo y jugando a los empujones.

Richie se levanta de un salto.

—Anda, pero si es mi trío favorito— sonríe con picardía—. ¿Por qué no nos invitan? Podríamos armar una orgia.

Bill golpea a Richie en el brazo.

—¿Trío? No seas idiota, Richie— pero Ben se ha sonrojado.

—¿Cómo lo aguantas?— pregunta Beverly a Bill.

Bill sólo se encoge de hombros en respuesta, sonriendo.

—Se ven muy emocionados— comenta Stanley al trío recién llegado—. ¿Sucedió algo?

Mike, Ben y Beverly cruzan miradas cómplices.

—Bueno...— empieza Mike.

—Ben tiene algo que decirles— finaliza Bev.

Y Ben sonríe ampliamente.

—Vayan preparando sus maletas— dice, para sorpresa de los presentes—. Mi mamá nos consiguió la cabaña en lago de Maine de mis tíos, ya saben, para relajarnos después de lo sucedido.

—Espera espera, ¿nos estás invitando a una fabulosa cabaña lejos del asqueroso Derry?— Richie se muestra entusiasta.

—Eh... ¿Si?

—Genial, solo quería rectificar.

Eddie y Stan se miran, haciendo una mueca.

—Mi madre no me dejará ir.

—Mi padre no me dejará ir.

Dicen a la par, respectivamente.

—Oh vamos, la mamá de Ben seguro que logra convercelos— Beverly le pasa un brazo a Ben por los hombros—. ¿Verdad, Ben?

—Seguro.

—¡Al fin! ¡Vacaciones de las vacaciones!

—B-B-Beep beep Richie— Bill le besa en los labios para callarlo.

—Eso me gusta— admite Richie.

—Guarda silencio— Bill le guiña un ojo.

—Domaron al bocazas— se burla Beverly.

Te quiero y no estoy bromeando | Staddie & Bichie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora