Make A Wish. {Austin Mahone & tú}

Capítulo 17. "Mi nueva hermana."

Everybody's got a secret tell me yours and I'mma keep it...

Terminé esa canción y empecé con shadow. Pensé en ella por milésima vez en el día. Llevaba solamente una semana fuera América y ya quería volver para estar con ella. La echaba de menos.

Only my shadow knows how I feel about you. Only my shadow goes where I dream of you and me.

Fin del concierto después de unos pasos de baile y al camerino. Cogí mi teléfono y la llamé.

- Hola.... -Contestó adormilada. La he despertado, pobre.- ¿Qué tal, cielo?

- Hola, pequeña. -Sonreí aunque no pudiese verme.- Yo muy bien, cansado... Acabo de terminar un concierto, ¿y tú?

- Genial, mi vida... -Bostezó.- Yo estaba durmiendo en el sofá, me he quedado frita viendo una película con Taylor. -Oí que se daba un golpe.- ¡Me cago en la puta escalera! ¿Quién la ha puesto ahí?

- Que boba.... -Reí silenciosamente.- Te dejo que descanses, amor... Pronto empezarás tu gira y tienes que descansar..

Hace dos días me dijo que James le dijo que haría gira en breves, así que estaba muy apresurada sacando canciones nuevas y trabajando duro. Era muy fuerte.

- No...-Puso voz de niña pequeña.- Te echo de menos...

- Y yo a ti. -Suspiré.- Sólo pienso en ti mientras canto, mientras bailo... Mientras respiro. -Reí.- Me has clavado fuerte, García. -Dije su apellido.

- Pues anda que tú a mí, señorito Mahone. -Rió y sonó otro golpe.

- ¿Qué has hecho ahora? -Me reí fuertemente provocando que ella también lo hiciera.

- Nada... -Rió a carcajadas silenciosas.- Que me he escurrido con un calcetín del suelo y me he caído....-Mientras que lo contaba no paraba de reír.- Y al levantarme del suelo me he dado en la cabeza con la cama.

Comencé a reír desconsoladamente. Estaba sólo en el camerino y seguro que se me escucharía fuera.

- Que torpe eres.. -Mordí mi labio inferior aunque no pudiese verme.- Eres de lo que no hay.

- Pero me quieres... -Supe que estaba sonriendo.- He conseguido meterme a la cama sin ningún golpe más. ¡Bien! -Exclamó riendo.

- Te quiero muchísimo. -Reí. La puerta de mi camerino sonó.- ¡Adelante! -Grité y una chica de mediana estatura estaba en el umbral de la puerta, con la cara roja, los ojos llorosos y con los nervios a flor de piel.- ¿Quién eres tú? -Pregunté extrañado.

- ¿Quién voy a ser, imbécil? -Rió mi chica en el teléfono pensando que se lo decía a ella.

- No, cariño, no te decía a ti. -Reí.- Es que ha entrado una chica a mi camerino y no sé quién es.... Está parada en la puerta mirándome y... Me está poniendo nervioso.

- Oh, pues... Habla con ella, a lo mejor es la hija de alguien y se ha perdido. -Respiró fuertemente.- Me voy a dormir que mañana trabajo... Te quiero, suerte con todo.

- Vale, te quiero. -Susurré lo último y colgué.

Guardé mi teléfono n mi bolsillo y miré a la chica castaña.