Something inside

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Lamento cualquier falta de ortografía que lleguen a encontrar :3

-Something inside-

La primera vez que le vió, fue en una de las tantas fiestas de beneficencias organizadas, tendría 18 años entonces, un niño para él.

La segunda vez se encontraron de casualidad, él estaba ahí por un problema técnico, con 22 años era uno de los técnicos de SHIELD, fue un accidente, el mejor en su opinión. Con tantos planos y libros no vió su camino, al dar la vuelta chocaron y...

La tercera vez, unos meses después, estaba en su taller, concentrado como siempre y por lo tanto no se percato de su presencia...él se aclaro la garganta, un leve sonrojo y su rostro mortificado y al mismo tiempo avergonzado.

Una cita.

Dos.

Tres...

Cinco meses. Una relación de lo mas arriesgada y prohibida, pero esas son las mejores. Nadie ademas de sus amigos mas íntimos sabían de ésta, ni siquiera su padre...que dios lo apiade si él se enteraba.

Todo era excelente, era la persona más feliz de la tierra, que decía de la tierra, del Universo, de la Galaxia...y sucedió.

Howard supo, vino el compromiso, la separación...la pérdida.

Steve Rogers era su nombre. Capitán América como el mundo lo conocía. Steve, quien él amaba. Fue enviado a combate, una misión de la cual...no regresó. Días oscuros y fríos, la soledad su única compañía, o eso creyó. Finalmente entendió la sobreprotección de su padre, el recelo y los cuidados con él.

Era un doncel.

Trato de ocultar la noticia que le alegro la vida, su nueva razona de vivir...sabia que no seria eterno, tarde o temprano el resto sabría, y sí, así fue, cuatro meses logrando guardar el secreto, hasta que fue imposible. Los 5 meses restantes estuvo confinado en casa, su padre no quería que alguien supiera, la humillación y el rechazo de la sociedad era algo que no podría permitir de la sociedad, como si le importara a su hijo.

Y es que Tony a pesar de no tener a su compañero de ensueño, al hombre quien amaba y quien le dio el mejor regalo del mundo, no le interesaba lo que el resto opinase, lo que dijeran, por él se iría lejos, solo con sus tesoros, porque sí, para su alegría eran dos pequeñas almas que vendrían al mundo, dos pequeñas persona parecidas a su padre, de preferencia por favor. Ya los imaginaba, con su cabellito rubio y esos ojos azules...

Pero dicen que la felicidad tarde o temprano termina, había quedado con Bruce y Loki de verse en el café de siempre...nunca llegó, un conductor ebrio terminó por ser su verdugo. Cuando despertó estaba en la habitación de hospital, su brazo izquierdo enyesado y ningún signo de sus dos querubines. Su padre fue quien le dio la noticia, su corazón si antes compuesto, ahora era un triste pedazo sin nada, quebrado en piezas tan pequeñas que nadie podría reparar, nunca.

Se centró en su futuro, aquel que había desechado hace tiempo cuando le conoció, trato de olvidar aquel tiempo donde creyó podría ser feliz, cuando creyó que tendría un buen futuro.

Cinco años.

Había pasado por tantas cosas, había cambiado bastante, pero jamas se permitió que alguien más entrara en su corazón, suficiente dolor para él, no soportaría otro. Terminó tomando las riendas de la empresa de la familia, conocido como el mejor genio, incluso mejor que su padre, un hombre codiciado pero inalcanzable, era lo mejor.

La historia volvía a repetirse, solo que en esta ocasión Bruce y Loki estaban con él, cuando llegó. Bucky, el mejor amigo de...él, quien también fue enviado a aquella misión. ¿Podría la esperanza regresar?

En esta ocasión ni Howard ni nadie le impediría verle, así tuviera que ser desheredado, no importaba, la esperanza regresaba a él, una vida lejos de toda la estafa y mentira que era su presente.

Steve estaba ahí, en aquella camilla de hospital, hubo una emboscada, terminaron encerrados y fueron prisioneros, apenas unas semanas atrás que habían logrado escapar...estaba igual a como le recordaba, quizá un poco más delgado y su piel mas pálida de lo común, aun así seguía siendo el mismo hombre de quien se enamoro, un milagro.

-Tony...

Las lágrimas rodaron por sus mejillas, y una sonrisa sincera y real cruzo su rostro, estaba de regreso, estaba con él.

La recuperación fue lenta, y si bien había dicho, Howard no tuvo voz ni voto, parecía que la justicia existía, solo unas semanas después de que Steve fuera dado de alta y terminado con su terapia, su padre enfermó, una enfermedad terminal qué, si bien fue el remordimiento y la culpa, le reveló la verdad.

No podría odiarle, entendió que el miedo a perderle y la posible discriminación que recibiría él y sus nietos eran algo que ningún padre podría permitirse...quizá no supo como ayudarle, pero sus acciones en ese momento creyó eran las correctas.

-Perdóname Tony...

-¿Dónde están?

-No lo se

Steve y él buscaron, en todos y cada uno de los orfanatos, ellos no estaban. Jonathan y Harley. Sus rostros estuvieron plasmados en todos los periódicos y las cadenas de televisión, cada día era un terrible martirio, la esperanza se mantenía.

Howard falleció dos meses después de revelar aquella terrible mentira que le carcomió durante los cinco años siguientes, y al día siguiente recibieron una llamada.

-Los encontraron

Quizá no tuvo la vida tranquila y normal que el resto de la gente tenia, pero sin duda alguna, obtuvo la felicidad que creyó perdida. Aquella, junto a los tres amores de su vida.

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