Stony

Steven

Lamento cualquier falta de ortografía que lleguen a encontrar :3

-Steven-

Su nombre era Steven, hijo de Sarah y Joseph Rogers, nacido un 4 de julio en 1918 en una pequeña casa en Brooklyn. Si bien su infancia en un principio fue afortunada, poco a poco y tras la inesperada muerte de su padre las cosas comenzaron a cambiar.

Tenia cuatro años cuando sucedió, un oficial toco la puerta de su casa y todo, literalmente todo se arruinó.

Lo recordaba perfectamente, imposible olvidarlo cuando su madre, apenas soportando el dolor de la pérdida, decidió que no podía perderle también, no a su bebé. Era desconcertante, a veces confuso e incluso en ocasiones incomodo, tenia cuatro años, era un niño grande, era un buen hijo...o eso pensó, él, porque su madre no parecía hacerlo.

Mamá conoció a un hombre, se enamoró, y cegada por su amor ignoró toda señal de alerta. Los golpes e insultó comenzaron una noche cuando su madre y el hombre finalmente decidieron comenzar a vivir juntos, por su puesto mamá no podía dejarle y al final él también tenia que estar ahí.

Fue demasiado, un año en constante abuso, en negligencia y olvido, un años qué, así como inició, terminó. Tenia cinco años y finalmente su madre lo supo. Mamá siempre decía era un buen niño, ella se disculpaba y a veces, cuando la culpa no podía con ella terminaba tratado de olvidar.

Tenia cinco años y su mente, joven y frágil no logro soportar tanto cambio, los constantes cambios de humor de su madre, el extraño trato y, por supuesto, el pasado abuso. Los maestros le decían era un gran chico, inteligente y astuto, buen alumno. Su madre por el contrario trataba de reprimirlo, no de mala forma, pero quería compensar aquel año de abandono.

En la escuela él era Steven, el chico con tan buenas calificaciones y buen comportamiento, pero en casa, cuando mamá llegaba del trabajo, agotada y cansada, el era el niño de mamá, su bebé, su pequeño Johnny.

Y él nunca entendió ese cambio en ella, el nuevo nombre, el nuevo trato. A veces, cuando ella estaba en casa y acaba de regresar del colegio apenas recordaba lo sucedido, era extraño, pero era un niño y entonces decía, no era nada malo.

Lagunas mentales sufría, cada día, semanas y años estas crecían hasta que una vez, cuando despertó se percató, él era diferente. Ya no estaba ese niño de 5 años, tampoco el chico de 12 o el joven de 16, no era más ese chico de 20, su mente tratando de recordar, el día y mes, el año incluso.

Se asustó, despertando en aquella tienda, rodeado de otros hombres, Bucky, su amigo de la infancia le miraba, sus ojos apagados, quizá decepcionado o tal vez resignado. Un traje azul con rayas y una estrella en su pecho era lo que vestía y él no entendía nada, era pocas veces en las que se percataba estaba despierto, estaba consciente.

Poco o nada sabia, pero siempre estaba cansado, su cuerpo pidiendo un descanso, sus piernas apenas soportando su peso, sus brazos ardiendo ante cualquier movimiento y estaba tan cansado.

Un momento de reflexión, un momento de descanso, él los conoció. Fue consciente, tras ver a Bucky caer en aquel barranco, cuando el dolor y la perdida le cegaron, él los sintió. Eran siete en ese entonces, tan diferentes entre sí, pero al mismo tiempo tan parecidos, completos desconocidos, o quizá más familiares que ningún otra persona.

Quizá lo mejor hubiera sido jamás saberlo, nunca conocerlos. Prefería estar durmiendo, prefería descansar, dormir lo que ellos no hacían, ignorar todo. La perdida de Bucky fue tal vez el punto de quiebre, siempre presentes, sus voces parecían gritos, todos peleando, todos tratando de estar presentes, ninguno al mando, era un martirio.