ÁREA RESTRINGIDA

PRÓLOGO

- Ya es tarde -dije ganándome su mirada- debería irme ya, no quiero que Kane o Sinclair se preocupen ni meter en problemas a las chicas

- Entiendo

Dicho esto se levantó, me tendió la mano -la cual tomé con gusto- y se dispuso ayudarme a poner de pie, pero al momento de levantarme yo no contaba con que ella aplicaría tanta fuerza, de modo que al no esperarlo me fue imposible poder mantener el equilibrio y me fui de bruces hacia el frente, ya estaba preparada para sentir el golpe contra el suelo pero dicho golpe nunca llegó, en lugar de ello mi cuerpo chocó contra el suyo que apenas se tambaleó ante el impacto, sentí su mano libre rodear mi cintura mientras que la otra seguía tomando la mía, por otro lado mi brazo libre quedo atrapado entre nuestros cuerpos y mi mano terminó posándose en su hombro, al ser yo más baja que ella mi cabeza quedó apoyada en el espacio entre su pecho y cuello lo que me permitía aspirar su aroma y escuchar su corazón ¡en la había escuchado algo mejor!; creí que al instante me soltaría pero para mi suerte ese no fue el caso sino que nos quedamos así unos segundos, no me quería mover pero tampoco quería hacerla sentir incómoda sin embargo ella tampoco se movió así que aprovechando el momento y en un impulso de valentía -y quizá estupidez- aferré la mano que tenía posada en su hombro a su suéter y me acerqué más, apretándome contra ella, al instante me arrepentí pensando que lo había arruinado, estaba a punto de separarme pero para mi sorpresa ella hizo lo mismo que yo y apretó más mi cuerpo contra ella, yo me sentía que estaba en el puto cielo.

- ¿Vamos a chocar siempre que nos encontremos? -preguntó en mi oído y podría a jurar que una sonrisa adornaba su rostro

Su pregunta me sacó de mi ensoñación y me hizo separar mi cara de donde estaba tan cómoda para verla a ella, gran error, su rostro estaba ligeramente inclinado hacia mí, demasiado cerca del mío, a unos pocos centímetros para ser exacta, ninguna dijo o hizo nada más que permanecer quietas, mi corazón latía tan fuerte y rápido que pareciera acabase de correr un maratón, me encontraba tan nerviosa que sentía que de no ser porque ella me sostenía mis piernas flaquearían y terminaría en el suelo, por su parte ella parecía muy tranquila e incluso pude ver un toque de diversión en su mirada, estaba mirándome ¡joder! ¡ella estaba mirándome! ¿había mencionado ya que tiene unos ojos increíbles? Pues si no lo hice antes lo hago ahora, tiene los ojos más hermosos que puedan existir en todo el puto universo, no lo pude evitar y mi mirada se posó en sus labios, esos rosados labios carnosos pero delgados a la vez, parecían estar un poco resecos y sin embargo eran tan aparentemente suaves que te incitan al pecado, y el hecho que en ese momento se encontraban entreabiertos... ¡Dios! tan cerca pero tan lejos

- Dime algo Clarke -habló, pero yo no quitaba mis ojos de sus labios- ¿sientes algo por mí? ¿Te gusto?

Y una vez más su pregunta me tomó tan desprevenida que instintivamente me aparté, pero una vez más ella apretó su agarre en mi cintura impidiéndome separarme más que unos centímetros, mi vista se apartó de sus labios para encontrarse con sus ojos, la diversión había desaparecido de ellos volviendo su semblante serio pero no me moví, no por no querer hacerlo sino más bien porque no podía hacerlo, su cuestionamiento me había dejado helada, ya me lo había cuestionado mucho estos días más no había llegado a una respuesta, ¿sentía algo por ella? es cierto que me atrae de sobremanera, que su sola presencia me pone nerviosa y no puedo evitar mirarla si nos encontramos en la misma habitación, así que obviamente siento algo por ella, pero eso no significa que esto sea como algo romántico ¿verdad? puede ser simplemente una atracción muy grande ¿no? es decir, es una chica interesante, inteligente e increíblemente hermosa, no sería extraño que me llamase la atención o sentirme atraída de alguna manera hacia ella, más eso no significa que me guste, digo, hay personas que se creen enamoradas cuando es solamente una atracción e incluso hay otras que confunden o asocian los sentimientos con otras emociones o sensaciones así que yo podría estarlo haciendo también pero...¿me gusta? nunca me había sentido de esta manera, menos por una mujer y aunque la idea no me parece del todo descabellada no deja de ser algo nuevo y hasta cierto punto intimidante, desgraciadamente y aunque no quiera admitirlo sé la respuesta y sin embargo me parece incompleta, será que...¿me estoy enamorando de ella?

- Y-yo...no... -intentaba contestar pero los nervios me traicionaron y no podía hacer más que tartamudear

- Creo que cambiaré la pregunta -dijo al notar mi nerviosismo- ¿qué pasaría si te beso ahora mismo?

¡¿What the hell?! ¡¿Cómo dientres puede preguntar esas cosas así?! ¡¿no tiene vergüenza?! !que alguien me de un poco de su confianza!

"Vamos Clarke di algo"

- Yo...podría golpearte -respondí con lo primero que me llegó a la cabeza intentando sonar segura pero quedando en el intento, ella pareció sorprendida por mi respuesta pero unos segundos después una ligera sonrisa adornó su rostro- y sería un golpe muy duro...no podrías jugar el resto del torneo -añadí tratando de sonar ruda

- Mmm -fingió pensarlo- creo que correré el riesgo

"¡¿Cómo dices que dijiste?!"

Sentí mi corazón detenerse en cuanto esas palabras salieron de su boca y después acelerarse cuando la mano que estaba posada en mi cintura ahora se encontraba acariciando el lugar donde comienza mi mejilla ¿cuándo llegó ahí? su cara estaba cada vez más cerca de la mía y yo ya no sabía si el tiempo estaba corriendo más rápido o si se había detenido, mi corazón latiendo a 1000 por segundo, su mano deslizándose hasta acomodarse completamente en mi mejilla erizando a su paso mi piel bajo su suave y delicado tacto, nuestros labios cada segundo más cerca, podía sentir su respiración, embriagarme de su aroma, perderme en sus ojos y el brillo tan peculiar que en este momento los iluminaba, gran dilema el mío ¿debería dejarme hipnotizar por esas joyas preciosas que tiene por ojos o admirar el tesoro prohibido que te incita al pecado de sus labios? 

Nuestros alientos se mezclaron, los segundos se volvieron eternos, sus labios rozando los míos...