Capítulo 16: Heda

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La interacción entre nuestras miradas no duró mucho una vez que Lexa sonrió ya que su padre, Gustus, le llamó la atención para que estuviera atenta al evento, lo cual ella hizo pero yo no, no puedo evitarlo y en cuestión de segundos tengo mi libreta en mi mano derecha mientras dibujo con la izquierda, mi mirada se mantiene alternativa entre la castaña ojiverde y mi libreta, pasando más tiempo en la primera aunque no es necesario, generalmente no necesito estar alternando mi vista tantas veces tan seguidas entre lo que dibujo y mi libreta pero con Lexa es diferente, no es que necesite verla más veces, todo lo contrario, en estos días la he observado y detallado tanto que no es necesario hacerlo más, sin embargo es como si ella fuera un imán y yo fuera un metal que no puede mantenerse alejado de ella aunque lo intente, de modo que mi mirada vuelve a ella cada par de segundos.

Mentiría si dijera que sé lo que está pasando a mi alrededor, es más, si justo en este momento alguien se acercara a mi y me preguntara dónde estoy, muy posiblemente tardaría un par de segundos para recomponerme y poder contestarle correctamente, eso es lo que me pasa cuando dibujo, me pierdo, el dibujo consume toda mi atención y lo que está a mi alrededor deja de existir, mi familia dice que eso algún día me jugará una mala pasada, mis profesores dicen que es una bendición que pueda sentir mi arte a ese extremo, yo no digo nada, no pienso nada, solo siento y dejo que ese sentimiento sea el que me guíe una vez que el lápiz toca el papel y en este momento todo lo que existe para mi son mi libreta, un lápiz y Lexa, misma que sin saberlo se convirtió en mi musa.

El lápiz se desliza sobre el papel en un ritmo constante y armónico, conforme pasan los segundos las líneas dejan de ser simples trazos para dar paso a una figura más compleja, en el papel se va detallando cada vez más lo que claramente es la silueta de una mujer pero que aún no es reconocible como Lexa, pasan los segundos, después estos se convierten en lo que siento son una infinidad de minutos y mis manos y cabeza están cada vez más ansiosas por terminar el dibujo que están realizando, pero no me apresuro ni intento forzar las cosas, nunca lo he hecho y no pienso hacerlo ahora, es como mis padres suelen decir, todo lleva su tiempo, sobre todo si es algo bueno ya que tiene que construirse de una manera más compleja y armoniosa, cuidando cada detalle para que sea perfecto sin importar que tan imperfecto nos parezca a nosotros. En algún punto el dibujo me atrapa de tal manera que dejo de voltear a ver a Lexa y simplemente dejo que mi mente me guíe con solo tener que cerrar los ojos para ver a mi musa frente a mi, es así que conforme el dibujo avanza me encuentro en un dilema, pues no sé si es el dibujo más sencillo o más complicado que he hecho, por un lado ha sido sencillo hacerlo porque por loco que parezca es como si conociera a la perfección cada detalle del rostro de Lexa, sus rasgos finos, la forma en que sus ojos se achican un poco cuando sonríe o como se agrandan cuando se sorprende, los hoyuelos que aparecen en sus mejillas y como sus labios se curvan ya sea un poco o mucho cuando deja ver su increíble sonrisa, por otro lado, es como si no pudiera plasmarlo completamente, sobre todo sus ojos, borro y vuelvo a intentar en varias ocasiones pero por más que lo intento no siento que logre captar la fuerza y nobleza de su mirada, el brillo de sus ojos, su esencia en general, el dibujo está ahí pero su esencia no, lo que le da fuerza y vida a una imagen no logro plasmarlo, por primera vez desde que empecé a dibujar siento que mi trabajo está incompleto y no hay nada que pueda hacer para arreglarlo, aunque siendo sincera no me molesta en lo absoluto, en lo profundo de mi ser sé que es porque ningún dibujo, fotografía, pintura o imagen podrá captar nunca completamente la esencia de la hermosa castaña de ojos color esmeralda.

- Wow

Dice una voz a mi derecha provocando que por primera vez en un lapso de no sé cuanto tiempo despegue mi mirada del dibujo y voltee a ver a la dueña de la voz para encontrarme con mi hermana mirándome asombrada con el dibujo en mano

- ¿Y bien? -pregunto tímida mostrándole el dibujo terminado

- Yo...es...

- Es increíble Clarke -interrumpe Octavia a mi hermana haciendo que voltee a verla

ÁREA RESTRINGIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora