Es Un Secreto Amarte - KookTae/TaeKook - (?)

Enojado

Jueves.
Las cinco A.M, Taehyung cruzaba la puerta del departamento con naturalidad, fue directo a la cocina, donde se lavó las manos para luego beber agua. Sin darse cuenta de la presencia del castaño en el sillón. Se había persuadido de la televisión prendida, pero no de él, así que no le vio importancia.

- Hasta que te dignas en llegar... -

Un escalofrío recorrió la espina dorsal del mayor al oir la voz grave de Jungkook desde el living, dándose vuelta para observarlo.

- Buenas... -

- ¡¿Cómo que buenas, Hyung?! - Alzó su tono causando un susto en el aludido - ¿Acaso sabes la hora que es? No sabía siquiera donde estabas y no atendias el celular, Hyung -

-... ¿Eres tu, mamá? - Pregunto sarcasticamente. La verdad, no quería ver a nadie, mucho menos a su roomie, pero al parecer el universo le jugaba en contra.

- No es gracioso, Hyung -

- No quería que lo fuera - Suspiro - Pero ya estoy lo bastante grande como para ser responsable de mis acciones, se lo que puedo y no hacer - Se encontraba molesto, su voz sonaba neutral - Nadie te obligó a hacerlo así que no deberías reclamar, además de que no tienes la edad para reprochar mi comportamiento, Jungkook... Hazte cargo de ti -

Cuando terminó por decirlo, se dirigió a su habitación y cerrarla en completo silencio dejando en shock al menor. Ese no era su Hyung ¿Verdad? Su súper, híper amable y dulce mejor amigo no era ese hombre frío que le causo escalofríos.

- ¿Taehyungnie Hyung? - Se mordió el labio inferior preguntándose si había hecho algo mal o si su mayor estaba bien - ¿Porque no me cuentas lo que te pasa, Hyung? - Lo único que sabia es que en el momento en el cual vio aquellos ojos avellanas y profundos, distintos a los brillosos de siempre, cruzarse con los suyos, su corazón pálpito con fuerza.
Tuvo miedo.

Porque Taehyung se veía tan distinto.

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- ¿Fui muy duro? - Se pregunto a la par que se despeinaba sus cabellos acostado en la cama - Claro que si, pero que pregunta estúpida - Reprochó sonrojandose ante la vergonzosa situación que paso por su inmaduro problema.

Obviamente que fue inmaduro recostarse en una banca en medio de la noche en un parque hasta las cinco por sus problemas existenciales y como consecuencia volvió caminando porque a esa hora no hay una camioneta con secuestradores al menos, para que lo dejasen más cerca.

No hay que dejar de lado el tema de llorar por algo sin sentido. ¿Enserio? ¿Después de tanto sonreirle a pesar de no ser correspondido, ahora te pones a lloriquiear como cuando te lastimas el dedo chiquito del pie?

Lamentablemente, sí. Todos tenemos un límite.

Y Taehyung era ese tipo escaso de niño infantil que se aguantaba todo hasta explotar en cualquier momento, cuando sobrepasaba su límite. Ese límite había llegado, pero se supone que ya no era un jovencito de seis años.

Podía aparentar a un chico responsable y de actitud formidable, pero en realidad era el ser humano más dulce, travieso y sensible del mundo.

- Debería disculparme -

Como no. Estuvo a punto de gritarle al menor por algo que este no tenía la mínima culpa y mucho peor, el gesto inocente de esperarlo hasta que llegará, ni siquiera se lo había agradecido.

"Eres un simple estúpido, Kim."

7 A.M, se apuró a completar sus cosas e ir a la escuela, había apagado la alarma de antemano para que Jungkook descansara. Llevaría un justificativo ya que el figuraba como tutor suplente en los contactos del menor. Dejó un desayuno en el microondas para que el menor lo comiera cuando se levantara y se fue.