– N-no digas tales cosas, Jungkook-ah –Pidió bajando la mirada, tratando de ocultar el color salmón de sus cachetes.
Jungkook era un sinvergüenza por todo lo que creaba en el corazón de Taehyung y no se hacia responsable de nada. Aunque no lo supiera, aunque estuviese incrédulo ante esos latidos que se aceleraban, esos dedos inquietos, aquellos tonos intensos de rojo que se aparecían en las mejillas de Kim, siempre, de verdad siempre, fueron solo suyos.
– No hagas que las diga –Reclamó suavemente, abrazando lentamente a su Hyung y escondiendo su cara en el hueco de su cuello, olfateando el aroma del perfume de hombre que siempre tenía.
Ese, el cual nunca cambió. Aquel que a pesar de venir siempre en diferentes envases, tenían la misma marca, Kim Taehyung. La misma que cuando estaban en el hospital, que sabía a fresas y almendras, que cuando iban a la escuela simulaba al chocolate y la vainilla, y ahora mismo, que tenía la combinación de todos los sabores dulces que le encantaban, y a la vez parecía ser totalmente embriagador, Jungkook podria jurar que si pudiera, estaría en esa misma posición siempre, con tal de sentir el aroma de Tae.
– No me hagas esta clase de cosas –Pidió correspondiendo el abrazo, pero sus manos tomando con fuerza la tela de su bata y el olor a la vainilla del jabón sobre su cuerpo inundó sus fosas nasales– Por favor, para, me duelen –Susurró.
– Te juro que lo que menos quisiera en este mundo es lastimarte, Taehyung –Admitió llevando con total inseguridad en su cabeza y un sentimiento indescriptible que le decía que tal vez no era lo correcto, sus belfos hacia el cuello del pelirrojo, entregado por completo a sentir la textura de su piel. Pero una punzada en su cabeza se dio origen, provocando que frenara, reprimiéndose, como si secretamente su consciencia aún estuviese interviniendo cuando estaba borracho, logrando que todo posible e ínfimo tacto se disolviera.
Logrando que todo volviera al principio.
– ¿Porque logras ser tan importante para mí? –Preguntó Taehyung, como si ni él supiera la respuesta, reclamándose lo idiota e ignorante que fue cuando se le ocurrió a su corazón enamorarse de Jungkook, quien lo veía como un hermano mayor, alguien en quien apoyarse, un fiel amigo. Ajeno a todo lo que estaba a punto de hacer Jungkook, sonrió con dolor aún con cada músculo necesario negándose a esbozar, porque después de todo, aún lo tenía al lado, no de la forma que quería, pero era mejor que nada.
¿Porque Kook le hacía todo más difícil?
Jungkook no separó el abrazo, pero por un segundo se perdió de ese momento, dio vuelta la pregunta, buscando una respuesta hacia aquella cuestión, que parecía tan obvia y en realidad era demasiado compleja de contestar.
Todo, enserio, todo se volvió tan confuso, tan insignificante mientras intentaba hallar las palabras para decirle a Taehyung el porqué lo necesitaba tanto a su lado, porqué un total extraño lo enloqueció cuando se estableció a la derecha de su Hyung sin permiso de Jungkook.
Estaba buscando el porqué a algo que simplemente no tenía explicación, que nunca pudo decifrar y aún así parecía hacerlo feliz todo los días.
– V-vamos a descansar ya –Fue su meta desde que llegó al departamento, más no ahora, no podía dejar de sentir su tacto.
– Bien. . . –Respondió el castaño, más no se movió, no quería hacerlo. Esa remera tenía el olor de un aromatizante diferente, uno ajeno a ellos. Así que pensó que, tal vez, con mucho esfuerzo, podría impregnar en Kim su propio aroma.
– Te dejo para que te cambies –Se separó lentamente del cuerpo contrario, pero de inmediato el agarre en su cintura fue presionado unos instantes, el menor todavía no se había soltado.
– . . .¿Podemos tener 11 y 13 años de nuevo?. . . –Soltó sin más, recordando todo lo que hacían juntos cuando eran pequeños– ¿Podemos acostarnos juntos mientras comemos helado y miramos un episodio de Sailor Moon? –
Tae quedó sin palabras, intento verlo a la cara, pero Jungkook seguía reposado en su cuello. Incapaz de cruzarse con sus ojos mientras le pedía tal cosa.
– N-no hay helado en el r-refrigerador. . . – Se le ocurrió mencionar, apagando sus propias ilusiones y las del menor– Y n-no tenemos televisión en los cuartos –Ya cállate.
Kook soltó una risa entonada en algo así como vergüenza y decepción, suspirando al terminar.
– ¿Porque todo tiene que ser tan literal contigo, Hyung? –Preguntó separándose del cuello del mayor, chocando con las confundidas y suplicantes pupilas del mismo.
– N-no entiendo –
El conejito se le quedó viendo durante unos segundos. "Solo quiero dormir a tu lado, como cuando eramos pequeños y hacíamos pijamadas solo nosotros dos, cuando hablábamos de ir a la luna estando uno al lado del otro sobre la almohada, cuando todo era entre nosotros, solo Jungkook y su bonito Hyung"– Préstame un buzo tuyo –
– ¿Que hay de este? –Señalo con sus ojos al negro que anteriormente el menor le estaba por poner.
Jungkook agarró la prenda y la estiró, tomando la parte de abajo y comenzando a colocarla sobre la cabeza de Tae, quien parecía entender que el primer conflicto por la camiseta aún no terminaba.
– J-Jungkook, y-ya hablamos de esto –Reclamó sosteniendo el abrigo, como si un bebé luchara por quitarse la sabanas.
– Déjame hacerlo, te prometo que no es lo que piensas –
– Pienso que es injusto –El menor frenó de inmediato, observando confundido al contrario.
– ¿In. . . justo? –
Tae asintió lentamente, mirando la prenda que todavía tenían puesta sobre el cuello.
– Ahora yo no entiendo, Hyung –
– N-no es nada –"Porque nunca fui capaz de reclamarte nada a la cara y aceptaba todo con simpleza, no quiero ponerme este abrigo porque no te gusta el color de la remera, podría solo irme, pero insistes en que me quede, yo también desearía hacerlo, sin embargo, no puedo estar cumpliendo caprichos tuyos y yo aguantándome todo... como estas palabras".
– Tengo una idea, solo espera, si? –Fue corriendo rápido hacia la habitación del mayor. Abriendo su armario de una manera brusca, meneando el mueble, provocando que cuando moviera las puertas un adorno, un venado, de plomo cayera sobre su pecho, y luego a la orilla de sus dedos, sobre la alfombra. Le dolió enserio, pero encontró lo que buscaba, se lo colocó y ahí mismo volvió a su pieza, donde Taehyung esperaba anonadado– ¿Que tal? –Preguntó modelando bajo el marco de la puerta.
– ¿Que demonios? –Maldijo con una risita entre los dientes. Jungkook había arqueado la espalda y sacado el trasero mientras hacía labios de pato.
– Sabia que te gustaría, ahora es justo, no? A eso te referías? –Jeon se veía tierno desde el borde del abrigo hacia arriba, pero sus piernas tenían todos los músculos desarrollados, era un Adonis de 3 años.
– ¿Porqué no solo vas a dormir? –Cuestiono refregandose un ojo en medio de su sonrisa. A decir verdad ambos estaban cansados. Y tal vez, solo tal vez se terminó por colocar el abrigo negro, únicamente porque Kook tenía uno suyo puesto encima.
Dicen que los borrachos hablan con la verdad.
Capítulo kk. :)
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Es Un Secreto Amarte - KookTae/TaeKook - (?)
Fiksi PenggemarTaehyung y Jungkook son mejores amigos. El primero ha estado atento de Jeon desde que se conocieron, pero las emociones surgen con el tiempo y se vuelven un problema. El conejito tiene novia, nunca sospecho de la homosexualidad de Kim, así que es un...