Mentiroso

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Jimin caminaba rápido con tal de seguirle el paso al de hebras rojizas, enserio que odiaba a la desconsiderada gente de piernas largas.

Sin embargo la conversación era totalmente divertida, realmente había encontrado a alguien con el cual congeniar de manera asombrosa. No se volvía aburrido en ningún momento, habían encontrado ese vínculo de confianza realmente pronto que convertía su charla en risas y el silencio en comodidad.

Tenían que dejar un paquete en el departamento de una socia del jefe de Kim, cuyo departamento se hallaba en una de las zonas más ricas de Seúl.

— Tu jefe no perdió tiempo eh —Recibió un golpe en el hombro por el comentario.

— No digas eso, hyung —Se quejó viendo entre los departamentos el nombre y los pisos— no creo que tenga ese tipo de relación, es decir, ambos son igual de cascarrabias —

— Pero ambos están solteros y supongo que entienden el estrés del otro —Explicó espiando en la bolsita que habría allí.

Tae safó la misma de la vista chismosa del rubio y le frunció el seño.

— Peor que vieja metiche, hyung —Jimin rio y contagió al pelirrojo.

— Está zona se me hace conocida, hace mucho no paso por aquí —

— Tenías algún sugar daddy por aquí? Ya se murió? No te dejo nada de dinero? Qué egoísta —Negó lentamente con la cabeza acompañado de un suspiro. Jimin lo observó confundido.

— Si quisiera un sugar, lo hubiese buscado afuera, ya sabes, uno con VISA, la idea es salir del país —

— Si, bien pensado, mi pregunta fue estúpida —Aceptó mientras asentía. Frenó de golpe el paso frente al edificio que estaba buscando y allí se fijó en los pisos con nombre— es aquí, preguntaré en recepción —

— Bien, aquí espero —Kim le asintió y entró y él fue a esperar en una banca cerca de allí hasta que el pelirrojo saliera.

En ese tiempo en el que esperaba y contemplaba el paisaje arreglado del barrio de alta clase en el que estaban. Comenzó a recordar y analizar todas las veces que con Taehyung se pasó la tarde perdiendo el tiempo en diversión y comida. Aunque no fuesen muchos, le parecían muy preciados.

Pensó y pensó, en donde se conocieron, cuando fue al trabajo de Tae y conoció a su guapo compañero, cuando bailaron juntos, cuando fue a casa de Yoongi, etc. Realmente Taehyung se convertía en alguien que lo obligaba a ser diferente, o incluso a conocer extremos de su personalidad que no sabía que tenía.

A Taehyung, no le molestaba que lo vieran vestido como señora en su casa, llamar la atención con su pelo rojizo y su andar particular, saludar a los perritos y bebés extraños, hablar con abuelitos desconocidos en la calle, hablar solo, comer cantidades inexplicables de dulces e incluido llorar con películas como Dumbo y Buscando a Dory.

Taehyung era un alma libre de prejuicios, alegre y distraída. Sin embargo, a cambio de estas increíbles cualidades, era un mentiroso descarado.
Descarado al creer que esconder su tristeza iba a desaparecerla, que al amor no correspondido si lo engañabas con una "buena amistad" se volvía solo eso. Mentir acerca de su estabilidad emocional cuando no podía ni pararse cuando su mamá o papá no lo saludaban por su cumpleaños.

Actuaba con tanta felicidad que la depresión tomó el papel antagonista y se volvió alguien con quien batallar constantemente.

Y Jimin se daba cuenta no porque estaba en su misma situaciones, sino porque estaban ahí al alcance. Cada expresión o pequeña gesticulación, los movimientos de las ansiosas manos de Tae, el tono de voz combinada con una diversidad de sentimientos, o cuando las sonrisas parecían quebrarse diminutamente. Pero lo más importante, el silencio, Jimin callaba y era increíble como Kim decía tanto cuando solo se miraban a los ojos en silencio. Esos ojos tristes, agotados.

Es Un Secreto Amarte - KookTae/TaeKook - (?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora