Peda (1/2)

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En los pasillos del edificio podías ver a un chaneke rojo, mirando como un edificio se alejaba de su vista. La chusma latina se acercó una vez el ruso estuvo lo suficientemente lejos, intentando hacer reaccionar al mexicano quien estaba en su mundo.

-Weeeey reacciona- Centro le dio una cachetada, haciendo que este despierte de su sueño algo molesto.

- ¿Qué chingados?- puso una mano en su mejilla intentando aliviar un poco el dolor, después de unos segundos volvió a ruborizarse recordando las palabras de Rusia -Dijo que me veía bien-

- ¿Ven? Les dijimos que sabíamos lo que hacíamos- dijo Colombia orgullosa de su trabajo, mientras entre algunas burlas retomaron su camino a la sala de juntas, milagrosamente esta vez llegarían temprano.

Tomaron sus lugares y siguieron con la plática que consistía en los planes de esa noche e invitar al resto de países para que fueran, querían hacer algo más grande de lo usual. Los minutos pasaron y la ONU no tardó en aparecer, dando por iniciada la junta comenzando a hablar de algunos temas de importancia.

Sin embargo nada de esto parecía entrar en la cabeza de nuestro querido mexicano. Parecía que las palabras que el señor ONU entraban por el color verde y salían por el rojo.
Estaba tan perdido en su mente, ver a Rusia estar sentado a su lado, a pocos metros, era prácticamente echarse un taco de ojo.

Podía ver perfectamente sus colores, las facciones de su serio rostro y los suaves movimientos que daba con su muñeca al escribir en su libreta, con una de esas plumas de caligrafía.

Y no era cualquier pluma, era una de las más caras creadas por la marca.
Seguramente su padre se la había regalado hace tiempo.
-Sur. La junta terminó. ¡Sur! -aquella voz tan conocida por el nombrado lo sacó del enorme trance mental que traía en ese momento, intentando mirar alrededor lo que pasaba, hasta que se enteró segundos después.
Centro tenía razón, no había ya nadie en la sala.

Se había quedado dormido.

-Lo siento, hermana -Dijo intentando salir de su trance. Hasta que...

-¡No mames la pluma del Rusia! -Comentó levantándose de golpe de la silla, no sin antes darse un mareo por aquél movimiento tan rápido.

Se la había pedido prestada un momento, quería apuntar ciertos detalles que había logrado escuchar de las Naciones Unidas.

Rusia había aceptado sin ningún problema. Al fin y al cabo, estaban a lado, sería imposible perderla en tan pocos centímetros.

Tomando la pluma con delicadeza, movió suavemente a su hermana y de un golpe abrió la puerta para correr y buscar al ruso, corriendo por los pasillos.
Sin embargo, todo parecía vacío; era demasiado tarde.

Se había ido.

-Sur, ¿que chingados te pasa? -Gritó su hermana yendo con él, le iba a dar un buen manotazo en forma de regaño.

-El tripaloski me prestó su pluma, luego se la devolví- Comentó, girando a ver a la chica.

-Pues seguramente lo soñaste-. Comentó señalando la pluma en su mano, que estaba en perfecto estado.

Finalmente, al llegar a casa, Sur no parecía estar atento a las cosas que decían.

Parecía estar sentado levemente apartado mientras que Argentina contaba el plan.
-Norte, Perú, Ecuador, Centro y Chile irán por la comida. Los demás iremos por las bebidas y el hielo.

Todos asintieron estando de acuerdo y separándose en los grupos acordados para comprar las cosas.

-Sur-. Comentó el de colores azules y blanco, con el sol en medio-.
No te pongai' tan boludo con el pibe, ¿sale?

Misión: Rusia [♡RusMex♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora