Finalmente después de unas largas horas de escuchar la misma aburrida y monótona voz diciendo quién sabe qué cosas, por fin habían sido liberados.
El menor de los mexicanos se estiró cansado en su asiento, aunque la plática en papelitos con Rusia había sido divertida, la silla le era demasiado incómoda para su pequeño cuerpecito, el cual moría de sueño.
—Mmh~ Necesito una buena siesta…— habló para sí mismo, soltando un bostezo, realmente que necesitaba sus horitas de sueño completas para poder soportar una junta de ONU, a la próxima no bebería tanto.
—Я иду в кафетерий. Вы хотите что-нибудь? [Iré a la cafetería ¿Quieres algo?]— preguntó el ruso a su lado, sonriendo un poco al verlo acostarse en la mesa.
—«Contigo quiero toda una historia de amor sin fin, hermoso»—.
Obviamente que no había dicho eso. El muy pendejo solo lo pensó.
Mientras, imaginaba los posibles escenarios que eso podía desencadenar, extrañamente todos terminaban en un armario de limpieza o la habitación del ruso.
¿Qué decir? El sureño soñaba alto cuando estaba enamorado, y realmente le gustaba el ruso.
Y fue entonces que tuvo una grandiosa idea.
Norte estaría celoso de la maravillosa idea que había tenido; incluso Centro lo dejaría de molestar y le felicitaría, tal vez hasta gane un premio por la mejor idea para pasar tiempo con tu crush.
—Deja mejor voy contigo, mis hermanos andan armando desmadre y la cabeza me duele un poco— mintió, parándose a su lado para comenzar a caminar con toda la tranquilidad del mundo, después de todo no tenía muchas prisas.
—Это из-за похмелья? [¿Es por la resaca?]— preguntó Rusia entre suaves risas, mientras Sur lo veía atentamente, apendejado por la hermosa risa de su compañero que muy pocas veces podía apreciar.
—Sí, sí, la resaca me está matando— sus mejillas se tiñeron de un suave color rojo, mirando a otro lado. Pinche ruso perfecto.
Entre ambos se formó un silencio, pero no de esos incómodos donde quieres decir cualquier tontería para romperlo pero no sabes que decir, o de esos en los que puedes sentir la tensión en el ambiente.
Era un silencio tranquilizador para ambos, era uno agradable pues estaban cerca, casi rozando sus manos mientras iban a caminando por los grandes pasillos, incluso puede que se hayan perdido en un punto.
Esperen, si lo hicieron; aunque, parecía hecho a propósito.
—Ты знаешь Мексику? В эти месяцы ты носишь что-то странное, и я думаю, я знаю, почему [¿Sabes México? Estos meses te portas algo raro y creo saber por qué]— dijo como si nada, mirándolo de reojo como si lo examinara de pies a cabeza. Aquella mirada era seria, muy seria.
Si el sureño hubiera estado tomando agua seguramente se ahogaría con ella y luego la escupirla por lo que había dicho Rusia, ¿Él lo sabía?
—¿A-A que te refieres rusky? Todo está bien en el sur de México, p-puede que peleen con los del norte por el elote en vaso, pero de ahí en más…— rió nervioso, intentando no ser descubierto y esperando que alguien fuera por él y lo librara de ese infierno.
Rusia negó mientras seguían caminando con tranquilidad, ahí fue donde sur aprovechó.
Tecleó rápido; mandando un mensaje de emergencia a su grupo de amigos y hermanos, el cual estaba con todos lo que querían ayudar en su búsqueda por el amor del frío ruso, pero es literalmente ignorado, seguramente estaban apostando en quien podía estar sin respirar más tiempo o alguna tontería así.
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Misión: Rusia [♡RusMex♡]
FanficCuando México Sur se enamora le cuenta a sus hermanos y amigos con esperanza de que alguno le ayude. Oh pobre chico, le contó a las personas menos indicadas, pero la intención es lo que cuenta... ...¿Verdad?... \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\...