Un olor almizclado y varonil inundaba sus sentidos.Disfrutaba de ese aroma mientras le permitía a su cerebro comenzar a funcionar e intentar recordar cómo había terminado en la cama.
Notaba un calor inusual rodearle por completo, dudaba que fuera fiebre ya que no sentía los síntomas habituales, solo un dolor muy fuerte de cabeza la estaba volviendo loca y al tragar saliva pudo saborear algo amargo que recubría su paladar por completo.
Un flash de imágenes inconexas le recordó que había estado bebiendo, de ahí el sabor y el ardor en la garganta.
- Seguro fui todo un espectáculo... - Murmuró sin abrir los ojos.
- Yo lo describiría como una visión celestial.
La voz de un hombre le despertó por completo exaltándola lo suficiente para sentarse con rapidez sobre el colchón.
Observó a un apuesto hombre de cabello rubio como el suyo aunque de un tono dorado más oscuro, de piel bronceada y ojos grises muy profundos que la observaban con sumo interés mientras se hallaba sentado en una cama individual junto a ella, separada por unos centímetros.
Desvió la vista a su alrededor comprendiendo que no se encontraba en su habitación y al bajar la mirada algo dudosa notó lo que más temía.
Una manta extraña apenas si le cubría el pecho y rápidamente tomó otra manta cercana llevándola hasta su cuello, aunque era una estupidez pues ese apuesto hombre de seguro ya la habría visto muy bien.
- ¡Ay no! - Levantó ambas manos cubriéndose el rostro por la vergüenza, mientras se aseguraba de cubrirse con los brazos haciendo presión sobre la tela a la altura de sus pechos. - ¡No pude haberlo hecho!
- ¿Algún problema?
Otra voz de hombre captaron sus oídos y al descubrir su rostro un poco, quedó hipnotizada ante el sujeto de pie bajo el marco de la entrada.
Estaba descalzo y solo llevaba puesto un pantalón de algodón color gris que le caía muy bien sobre la cadera, revelando un muy trabajado abdomen. Una serie de abdominales acompañaban a un pecho fuerte y amplio sin bellos, con el mismo tono de piel que el rubio. Solo sus rostros y cabelleras eran totalmente diferentes.
Este otro sujeto tenía el cabello negro un poco largo, unos increíbles y sexys ojos verdes que le recordaban a la gema de jade y cuerpo tonificado como el de un dios griego.
Lo observó unos segundos, idiotizada por su rostro varonil.
Era una mujer después de todo y tenía muy buen gusto en hombres así que sabía apreciar a dos buenos especímenes del sexo opuesto.
Pero al estar desnuda y cubierta solo por una toalla los engranajes de su cerebro comenzaron a girar e imaginó lo peor.
- ¡¡No pude haberlo hecho!! - Dijo muy nerviosa alternando la mirada entre esos dos adonis mientras intentaba en vano recordar que locura había cometido anoche.
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DOBLE CORAZÓN
RomanceCasius y Deviant están en busca de la humana indicada para formar un núcleo familiar. Ya están en la edad de procrear y tanto el inminente colapso de su pueblo como la presión de sus padres, los obliga a hacer un viaje a la tierra para escoger a la...