El beso

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Narra Miriam
No se porque era tan débil al lado de Pablo, pero cuando me rompí a llorar y él me abrazó, sentí calma, tranquilidad, no quería que dejara de abrazarme nunca, me sentía protegida.
Miriam: Pablo(Le dije aún un poco alterada del llanto, pero casi sin lágrimas)
Pablo: dime Miri
Hay Miri, sonaba tan bien desde su boca.
Miriam: creo que me tengo que ir yendo, tú tendrás cosas que hacer, y yo lo único que hago aquí es molestarte.
Pablo ¡Miriam! No digas eso, es mentira, lo único que haces aquí, es que por un momento en la semana me sienta aislado del mundo, me sienta tranquilo, en paz.
Miriam: gracias de verdad, tu también, no se pero cuando me abrazas me siento protegida.
Pablo: por eso, tu no eres ninguna molestia, igual que yo no lo soy para ti ¿no?
Miriam:( eso que dijo hizo sacarme una sonrisa) claro que no Pablo.
Dije dándole un beso en la mejilla.
Miriam: pero creo que me tengo que ir yendo, porque mañana tengo que estar en universal a las 10.
Pablo: aún así no voy a dejar que vayas así, si quieres te llevo yo.
Miriam: vale, pero te traes mi coche, y ya me lo darás, que mañana no me hace falta.
Pablo: perfecto, igual ni te lo devuelvo.
Miriam: oye!, dije haciéndome la ofendida, y separándome de él.
Pero Pablo volvió a abrazarme, y otra vez esa sensación de protección.
Pablo: lo siento, mañana mismo te lo devuelvo, pero tendremos que volver a quedar, con las pocas ganas que tenia.
No se si lo estaba haciendo para picarme o que pero eso me dolió un poco, así que como no, mister llorona, empezó a llorar otra vez. Pablo se asustó y me agarró fuerte.
Pablo: Miri, Miri, no llores era de broma
Dijo preocupado abrazándome más fuerte que antes.
Miriam: si ya lo sé, pero es que estoy sensible.
Pablo: no hay cosa que me apetezca más que quedar contigo.
Alaaa esa me había pillado desprevenida, pero que amor de hombre el López, no se como, pero le quería, mucho, demasiado para lo poco que llevábamos juntos, como amigos.
Miriam: pues a mi no te creas que me apetezca mucho.
Dije uniéndome a su juego
Pablo: vaya, mira que pronto te has recuperado
Dijo dejándome de abrazar
Miriam: pero que si tengo que llorar para que me abraces me paso el día llorando.
Vaya eso se me ha escapado
Pablo: pues hazlo, porque no hay cosa que me dé más gusto. No verte llorar, Dino abrazarte.
Creo, solo creo, que estamos tirándonos un poquito los tejos, pero no se porque, esta sensación me gusta.
Miriam: pues otro día tal vez, pero hoy ya no más. Ahora vamos López, que me duermo.
Pablo: vamos Rodríguez.
Dijo levantándose y ayudándome a levantarme a mi.
Nos montamos en mi coche, el conduciendo y yo de copiloto, y hablando sobre nuestra vida, llegamos a mi portal, no se porque pero con Pablo, todo se me hacia corto. La cena, los ratos juntos , incluso la vida, se me hacía corta con él a mi lado.
Pablo: bueno señorita, ya ha llegado a su destino.
Miriam: gracias Arturo, (dije de broma riéndome)
Y ahora si que se hizo un silencio incómodo, ¿como me despedía de él? ¿Que hacía?
Me acerqué y le di un abrazo.
Miriam: bueno...pues hasta mañana.
Dije abriendo la puerta del coche.
Pablo: hasta mañana...
Pero justo cuando estaba sacando la llave de mi portal, un grito con mi nombre hizo que me diera la vuelta. Era Pablo, había aparcado, y venía hacia mí a paso firme, no se porque pero me estaban entrando unas ganas de besarle.
Narra Pablo López
No podía, sentía que la tenía que besar, así que aparqué el coche y me bajé, Miriam aún no se había metido en el pórtal. Chille su nombre y se dio la vuelta, me miró, y mirándola, fui acercándome a ella poco a poco, hasta que nuestras narices quedaron juntas y le dije
Pablo: eres preciosa
Miriam: tu mas( en un susurro)
Y nos besamos, por fin, toda la noche queriendo hacer eso. Al principio fue un poco tímido, pero poco a poco la cosa se fue calentando, le agarre de la cintura y ella me agarró del cuello. Una lucha de lenguas se abría paso en su boca. Pero sin ir más allá, me agarró de la mano y subimos a su portal, en el ascensor, no nos besamos, hablamos con las miradas. Al llegar a su piso, Miriam se me subió encima, poniéndome un poco caliente. Le apoye en una pared y le quite la chupa. Seguimos hasta su habitación, donde le dejé caer y me tiré encima de ella, y así hasta que llegamos al mejor orgasmo de la vida.
Me tumbe a su lado, cayendo derrotados.
Miriam: Pablo, que sepas que llevaba toda la noche con ganas de besarte.
Pablo: Miri no se que haces en mi, pero me gusta, me gusta mucho y no quiero separarme de ti.
Miriam: no le pongamos etiqueta a esto, pero por favor no te separes.
Pablo: nunca lo haría, nunca lo haré.
Miriam: quédate hoy a dormir, mañana vamos juntos a universal y vamos a comer
Pablo: me parece perfecto.
Miriam: buenas noches López
Dijo Miriam juntándose a mi y apoyándose en mi pecho
Pablo: buenas noches Miri.
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Y bueno pues SORPRESA!
Hoy voy a mi pueblo así que no sé si podré escribir, pero lo intentaré, y por cierto decirme que tal os está pareciendo.

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