10: Ceno Materno

434 34 0
                                    

El viaje había transcurrido con tranquilidad, cada quien estando en su lado y el lugar que debería estar. Bond no quitaba los ojos de Madame y Joshua ya que en poco tiempo su hermano mayor y su mujer se habían hecho de una forma extraña, cercanos. Aquello le inquietaba y le empezaba por quitar el sueño ¿Por qué surgía de repente aquella agonizante sensación en su pecho? Si, Isabelle era algo en su vida pero no una cosa con tanta relevancia sentía un poco de temor al pensar en las sensaciones nuevas que le hacía sentir. Quería hacerla digna de el, pero al tener el resultado ante sus ojos ahora temía de aquella necesidad desbordada de porseerla. Y luego muy alejado de todo estaba el pequeño Jackson ¿Por qué sentía tanta familiaridad con el? Como si de alguna forma el fuese su hijo en verdad, es que podía tener el peor día del mundo y solo hacia falta ver a ese niño. Para su punto de vista era el bebé más feliz del mundo, siempre estaba sonriendo, de una forma hermosa, la misma sonrisa de su madre. Eran cosas que incluso pensar en ellas le hacen sentir vulnerable así que nunca las contaría en altavoz.

Luego del que Jet aterrizará y ahora debían emprender el camino en vehículo a casa. Observó con determinación los caminos vecinales sintiendo debajo de su piel el cosquilleo de cuando era un joven soldado y transitaba con frecuencia esas zonas. Wellington, la ciudad que le vio nacer y la misma que el volvió corrupta siendo uno de los pioneros de llevar la droga a esa zona de Nueva Zelanda. Muchos de sus adversarios yacían allí como espías vigilando quien entraba y quien salía y justamente llegaba el, él rey de que todo aquello fuera posible y el mismo que había cazado a una de las mafias más grande que había en la zona y todo por su mujer asesinada y su hijo desaparecido.

Todas aquellas vivencias venían a su cabeza de una forma tan vivida y a la misma vez tan ajenas a él como si aquel que vivió todo ese infierno fue otro hombre y es que así era, el muchacho deshonrado y marginado llamado Zachary de 18 años que se había marchado con la cabeza gacha, con dinero sucio y exiliado, volvía 25 años después teniendo el nombre del señor Bond y 43 años bien vividos, casado con una hermosa y joven mujer, con un precioso hijo y siendo un hombre influyente y adinerado de Francia. Era un punto y a parte en todo lo que había vivido.

Llegó a la que una vez fue su casa, luego de tanto tiempo. Se veía igual, el mismo improviso de castillo medieval parecido al que vivía y Madame supo de dónde Bond saco la loca idea de vivir en un sitio que parecía un castillo, lo único que sin duda aquel era auténtico. Los verdes prados y altos pinos y árboles rodeaban la edificación. Aquellas altas paredes de piedras eran antiguas abarcando en ellas mismas un sin número de historias que tan solo la minoría Bond había visto y vivido. Aquello era el patrimonio de los Williams por años donde generaciones de su sangre había crecido. Ahora traía aún hijo bastardo consigo a manchar el honor de aquella tierra.

Cuando dió el primer paso en la vivienda 25 años de vida fueron borrados de su mente y volvía hacer el joven Zachary Williams el cual volvía de la milicia para tomar clases con su madre. Su madre, tantos años y en ninguna ocasión se había detenido a pensar en ella y no lo hacía por ser un desgraciado, sino, que aquella era la mejor forma de conservar a su madre joven y viva en sus recuerdos. No mentiría diciendo que adoraba a esa mujer que lo menos que hizo fue darle cariño, pero era un hombre con conocimientos e inteligente gracias a ella.

-Zachary- Escucho la voz anticuada de lo que antes era una fuerte y vigorosa mujer la cual sacudió todo dentro de él tan solo por reconocer aquella voz, el mundo se había parado en un punto donde el no se fijo- Pensé que Joshua no iba a lograr traerte con nosotros, a penas ví tu sombra a lo lejos cuando enterramos a tu padre- Era la misma frívola y desinteresada mujer que el recordaba solo que más arrugada- Te diría que estoy conmovida de ver a tu familia pero sería una mentira, ya que tu hijo no lleva el apellido Williams, sino, ese detestable apellido Bond tan falso como tu interés de venir aquí- Observó como está pasó sus manos por el rostro de Isabelle- Si esta hermosa esposa tuya no es una caza fortunas y no la estás obligando a estar contigo, a de quererte- Aquello último lo dijo como una afirmación-

Y así era aquella mujer que le trajo al mundo, tan realista y punzante que no tenía con que compararla. Lo conocía de pies a cabeza y por más que el intentará aparentar ser otra persona ella siempre deshenreda aquellas cosas que el tan solo quiere ignorar. Sus manos arrugadas y su rostro que antes era como una porcelana perfecta ahora solo era una cobija vieja y arrugada, como si por años estuvo mal doblada, sus cabellos amarillos convertidos en hilos finos de plata y sus ojos azules seguían iguales que siempre. Aquellos ojos que ella se había encargado de heredarle a sus hijos.

-Joshua estaba rogando como un perro- Respondió de forma cortante, pero intentando respetar a esa mujer- Y bueno, ustedes me sacaron de casa así que no ví la necesidad de acercarme en el entierro de padre, creo que con mi asistencia es más que suficiente para rendirle aprecio- Comento mientras entraba sus manos en los bolsillos de su pantalón negro- Si, esta es tu nuera y créame cuando le digo que si me quiere y este su nieto, que aunque sea un bastardo es un Williams- Sabía que no era así y tener un hijo bastardo que no lleve la sangre es una deshonra para la familia pero eso era parte de su venganza- Joshua me comentó que el maricon de Matías la ha estado cuidando ¿Esta Cesilia aquí?-

-Controla tus palabras en esta casa Zachary- Reprendió mirándolo de mala forma- Cesilia firmo los papeles ya pero debió marchar de forma inmediata porque tenía unos trabajos que hacer. Por firma faltas tu y Joshua a parte de qué tu padre ya había dicho que eras la cabeza de la familia- Comento con pesar- Matías es tu hermano por más incorrecto que sea al igual que tú el tiene derecho al respeto dentro de esta casa- Observa al bebé de forma fija- No tengo la menor duda de que ese pequeño sea un Williams, solo lamento que tú debías tomar el papel de tu padre, ya que Joshua no tiene hijos y Matías no puede tomar su lugar, si lo hiciera el alma de él se presentaría en esta casa- Su tono era una mezcla de serenidad y autoridad algo que solo esa mujer poseía- Pero ya has tomado tu camino así que con pesar este sería el fin Williams aunque estoy considerando que Matías tomé el lugar ya que sus hijas llevan su sangre-

Bond la observó con desinterés, el solo había ido a cumplir así que mientras más rápido se acabará ese circo, más feliz se sentiría al estar alejado de todo ese lugar. Ya Jazmín comenzaba apoderarse de sus pensamientos y en la forma segura que su madre afirmó que ese bebé es un Williams le había agotado de forma silenciosa.

-Mientras el apellido se mantenga y la integridad todo estará bien madre ¿O no?- Comento queriendo cortar la conversación- Porque lo único que interesa aquí es el apellido o en la forma que se conserve por eso están en la maldita situación de ahora- Suspiro con fuerza teniendo una mueca de desagrado impregnada en el rostro-

Y aquello lo había usado de excusa para retirarse a la planta alta de la casa arrastrando a Madame tras el. Y era eso, la sangre pesaba mucho más que el agua pero un apellido lo valía todo y eso años tras años sus padres le habían enseñado. El era consciente de eso, por eso había comenzado a construir su propia descendencia que es el apellido Bond, proveniente de un hombre con un pasado sin origen para la sociedad y teniendo como primer heredero a un hijo bastardo.

Su descendencia era el comienzo de una sangre impura y de un engaño que hasta los fines de los días sería irrevocable.

Madame TragedyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora