La mirada de el Mexicano se encontraba perdida. Sus hermosos ojos marrones no parpadeaban y su boca se encontraba abierta, el pobre estaba en shock. Y no es para menos en sus manos sostenía una de las tantas pruebas que me hice para confirmar mi embarazo. Se la había entregado después de nuestra reconciliación y de aceptar ser su novia. No esperaba verlo saltar de felicidad pero tampoco pensé que se pondría de esa manera, por suerte se encontraba sentado en el momento que le di la noticia. La intriga de saber que pasaba por su cabeza me estaba matando así que lo comencé a sacudir un poco por los hombros para sacarlo de ese trance.
—Simon! Hey! ¿Estas bien?—Al segundo Simon reaccionó, mirándome y dejando salir todo el aire que había acumulado en sus pulmones.
—Si, pero tu, tu, o sea ¿Como?—Balbuceó algo confundido. Rode mis ojos. Lo amaba pero ¿enserio me estaba preguntando como me había embarazado?
—Pues no lo sé mi amor. Tal vez pudo ser el hecho de que tu y yo tuvimos varios encuentros sin ropa, uno encima del otro, y sin protección alguna. Te cuento que una de las muchas consecuencias de tener sexo sin protección es justo un embarazo.—Le expliqué lo obvio.
—Claro, perdón.—Contestó avergonzado.— Ambar perdóname por favor Bonita .
—¿Por qué me pides perdón? —Pregunté riendo ante su carita de cachorro asustado.
—Fui un irresponsable no me preocupe por usar preservativo y...
—Basta! Detente ahí.—Lo interrumpí.—Yo tampoco me preocupé por tomarme la pastilla o de recordarte que usaras condón. Estaba tan sumida en lo lindo que era todo en esos momentos que no se me cruzó por la mente que lo estábamos haciendo sin protección. Los dos somos responsables de eso.—Apunte a la prueba de embarazo.
—¿Hace cuanto lo sabes? ¿Cuanto tienes? ¿Te sientes bien?—Me atacó con preguntas.
—Me enteré hace una semana. No me venia sintiendo muy bien, pero relacione mis malestares con el estrés por todo lo que había pasado las ultimas semanas. Pero cuando caí en cuenta de que no había tenido mi menstruación, pues me hice mil pruebas. Todas fueron positivas incluyendo la de sangre. Aun no voy con mi doctora, me dio cita en dos semanas, según ella ese día me hará un ultrasonido para calcular mejor cuantas semanas tengo. Aunque para mi no es tan difícil saber hace cuanto fue que quede embarazada.—Respondí mirando a cualquier parte algo sonrojada. Simon asintió mirándome pensativo.
—¿Te hace feliz la noticia? O sea si lo quieres?—Preguntó después de unos segundos de estar en silencio.
—Claro que si lo quiero Simon y estoy muy feliz de que pronto voy a ser mamá. Aunque no voy a negar que al principio me encontraba algo asustada. Digo estaba sola, tu y yo casi no nos conocemos, y no sabía como te lo iba a contar.—Simon me regaló la sonrisa más grande del mundo y se levantó de su lagar para abrazarme fuerte.
—Que alivio.—Dijo volviendo a verme.—Después de mi shock inicial solo quería brincar de la felicidad, pero no quería hacerlo sin saber si a ti también te causaba el mismo sentimiento.—Sonreí ante su respuesta.
—Entonces ¿estas feliz?
—Si, muy. Siempre he querido ser papá. Que tal vez y me imaginé que sería un poco más tradicional pues si claro, al igual que tu. ¿Cierto? —Yo asentí.
—Si, nunca me imaginé que sería con el chico más bueno del mundo, guapo, sencillo y de alguna forma un completo desconocido.—Reí poniendo mis brazos alrededor de su cuello.—Confieso que después de conocer lo poco que se de ti, no me imagino teniendo hijos con nadie mas.—Dije dandole un pico en los labios.