Después de pasar tan lindos momentos en la isla, Simon y yo regresamos a Cancun. Aun sin estar del todo convencida de asistir a la boda de su hermana, fuimos a un centro comercial a buscar un vestido. Realmente admiraba la paciencia que Simon tenia conmigo, ya que recorrí aproximadamente diez tiendas probándome un centenar de vestidos. Y el no era el mejor para ayudarme a elegir ya que siempre me decía que todo se me veía bien. "Podrías ir envuelta en una sabana y tu serías la más bella de la fiesta." Me había dicho con una gran sonrisa y los ojos iluminados. Era demasiado lindo este hombre y yo sentía que me explotaba el corazón de amor.
Al final termine por comprarme un vestido sencillo, largo, color azul cielo, era perfecto para la ocasión. Se nos vino la noche y nos fuimos a cenar para después regresar al hotel.
Subimos a mi habitación. Ya en la puerta y después de lanzar las bolsas dentro de el cuarto, Simon me besó en forma de despedida.—¿No piensas entrar?— Pregunte confundida.
—¿Quieres que pase?—Respondió tímidamente. Enarque la cejas ante su comportamiento.
—Como dicen ustedes los Mexicanos ¿Es neta? Después de lo que vivimos ayer te vas a poner tímido conmigo?—Sonreí divertida. Simon encogió los hombros.
—Tampoco soy tan atrevido.—Yo negué riendo.
—Ven acá.— Lo tome del cuello de la camisa jalándolo dentro de la habitación.
Caminamos besándonos apasionadamente hacia la cama. Ya estando al lado de esta, lo empuje haciéndolo caer de espaldas en ella. Me subí sobre el abriéndome de piernas y arranque su camisa ocasionando que los botones salieran volando por el aire. Acaricie su pecho y comencé a dejarle besos en el.
—Yo tampoco soy tan atrevida.— Dije entre beso y beso.—Pero solo quedan dos dias más para irme y no pienso desperdiciar ni un minuto durmiendo sola y lejos de ti.— Simon me sonrió mostrándome todos sus dientes.
Esa noche entre besos y caricias volvimos a hacer el amor. Experimente cosas nuevas con el que me hicieron tocar el cielo.
Al igual que la mañana anterior desperté desnuda y enredada en una sabana, solo que a diferencia de ayer no me encontraba envuelta por el calor de Simon. ¿Donde se había ido?
Vi una nota en la mesita de noche y rápidamente la tomé para leerla.Buenos Dias Bonita o Tardes no sé a que hora leas esto. Perdón por irme sin decirte nada, pero si llego tarde a la ceremonia mi hermana me mata. Haz lo que tengas que hacer y a las 8pm pasare por ti. Me urge que pasen las horas para poder verte y besarte. Quiero bailar toda la noche con la mujer más linda de la fiesta.
Te Quiero un chingo, SimonP.D. Que hermosa te ves dormida, ayer no tuve el privilegio de verte así. Me provoca llenarte de besos pero no te quiero despertar, te los dare luego.
No pude evitar sonreír como estúpida, Simon era un amor y yo no sabia cuanto tiempo iba a soportar estar lejos el. Nuevamente intente evadir esos pensamientos y tomé mi celular para ver la hora. Tenia varios mensajes y notificaciones. Pero hubo un mensaje que llamó mi atención, era Matteo. Queriendo y no lo abrí para leerlo.
Perdón, perdón! Seguro estas muy enfadada conmigo y no te culpo, pero regresando a Argentina te lo explicare todo.
Apreté los puños y lance mi celular al otro lado de la habitación. Si Matteo creía que con pedirme perdón nuevamente me pondría a sus pies, estaba muy equivocado. En parte yo también quería verlo para terminar con todo y ver que pasaría con Simon. Hasta no romper mi compromiso, no podia ponerle un titulo a lo nuestro.