—Gerard, ya basta— ruedo los ojos ante su comentario mientras me rio un poco.
—¡Es que eres tan estúpido!— prácticamente grita y todos en el pasillo voltean a vernos.
Tapo su boca con una de mis manos mientras con la otra cierro mi casillero.
—Claro que no, sólo trato de concentrarme en mis estudios— siento cómo comienza a lamer mi mano e inmediatamente la aparto, limpiándome en su sudadera.—¡Qué asco, Gerard!
—No me dejabas hablar.
—Sólo ibas a molestarme por lo que pasó con Urie, de todas formas.
Comienzo a caminar, dejándolo atrás, pero pronto escucho como empieza a trotar para alcanzarme.
—¿Cómo no quieres que te moleste con eso? Rechazaste a Brendon, ¡A Brendon!—dice una vez que llega a mi lado y comenzamos a caminar juntos— ¿Tienes idea de cuántas chicas se mueren por él? Incluso chicos, Joshua— Mueve mucho sus manos mientras habla y tengo que reír un poco por cómo está exagerando el asunto.
Brendon se me declaró en la clase de arte cuando pasó a exponer su dibujo, hizo un lindo retrato de mí.
Tengo que aceptar que tiene un gran talento y la técnica que usa para dibujar es increíble.
Después de haber mostrado el retrato, explicó todo lo que sentía por mí.
Yo no sabía qué responder, es decir, aunque no hablamos mucho, puedo notar que es una buena persona; es amable, inteligente y respetuoso. Pero no me gusta, ni siquiera me atrae.
Cuando terminó la clase se me acercó, me dijo que en verdad quería algo serio conmigo y que esperaba que le correspondiera, pero no pude hacerlo. No pude decirle que sí, ya que no me gustan los chicos.
Preferí romper su corazón diciéndole la verdad, a tener que mentirle para hacerlo sentir bien.
Le expliqué mis razones y aunque me dolió un poco verlo triste, no me arrepentí de mi decisión.
Me entregó el dibujo y se despidió de mí, no sin antes decirme que esperaba que siguiéramos hablando y que ojalá todo esto no afectara en nuestra relación como "amigos".
¿Amigos?
¿Éramos amigos? Según yo, no.
Cada quien tiene su concepto de amistad y queda claro que el de él es muy diferente al mío.
Para mí, un amigo es alguien que te apoya sin importar qué y que te aconseja cuando no sabes qué hacer .
Un amigo es aquél con el que compartes secretos, aquél que estuvo para ti cuando todos abandonaron tu lucha, aquél que sabes que irá contigo.
Mi único amigo es Gerard, aunque es poco insoportable.
—Y tú vienes y lo rechazas así como si nada— la voz de Gee me saca de mis pensamientos, recordando lo que estábamos hablando.
—Ya te lo dije, Gerard; No- Me- Gustan- Los- Chicos— dije, haciendo una pequeña pausa entre cada palabra. Se lo repetí mil veces y aún así parece no entender.
—Está bien, está bien. No te gustan los chicos, entiendo— suelto un suspiro, murmurando un pequeño "por fin"—Pero entonces...¿Te gustan las chicas?
Me muerdo los labios, pensando.
Aún no he conocido a ninguna que me atraiga, pero eso no quiere decir que no me gusten.
Se supone que a mi edad es normal tener pareja o al menos estar enamorado, sin embargo yo nunca he experimentado algo como eso y no sé por qué todos quieren tener novia o novio, como si fuera un requisito o una obligación.
¿Qué tiene de genial enamorarse que ahora todos quieren estarlo?
—Supongo que si no me gustan los chicos entonces me gustan las chicas.
—¿Supones?—alza una ceja y asiento con la cabeza—¿Alguna vez te ha gustado una chica, Josh?
Me alzo de hombros mientras hago una mueca con mi boca—No.
—¿Entonces por qué supones que te gustan?
—Gerard, yo... No lo sé, simplemente no lo sé, ¿Está bien?—Me adelanto un poco de nuevo pero siento cómo mi mochila es jalada con fuerza, haciéndome casi caer sentado— ¡¿Qué te pasa, tonto?!
—No puedes suponer que te gustan las chicas si nunca has estado con una, y tampoco puedes decir que no te gustan los chicos si nunca has estado con uno.
Sólo ruedo los ojos y me doy la vuelta para seguir caminando, pero pronto toma la manga de mi sudadera y me detiene.
—¿Acaso no te gustaría enamorarte, Joshie?—pestañea muy rápido mientras pone sus manos en su pecho.
¿Me gustaría enamorarme?
Tal ves sí, pero cuando conozca a una persona que de verdad me haga sentir diferente.
No quiero tomarlo como una obligación y forzarme a sentir cosas por alguien, simplemente quiero que pase cuando tenga que pasar.
—¿Por qué quieres hablar de esto?—ruedo los ojos—Hoy es el último día de clases, ¿No quieres hacer otra cosa que no sea cuestionarme?
—¡Sólo trato de entenderte!—Grita demasiado fuerte y tengo que apretar los ojos por eso.
—Cállate, tonto ¿Siempre tienes que gritar?
—Uy, Josh— Suelta un suspiro y recarga su codo en mi hombro. —Estos gritos no son nada. Deberías escuchar mis gritos cuando estoy con Frank—me guiña un ojo y yo lo miro confundido.
—¿Tú gritas cuándo estás con Frank?—alzo una ceja con curiosidad.
—Claro que sí, pequeñín. Él me hace gritar mucho— me sonríe de manera extraña mientras mueve sus cejas de arriba a abajo.
—¿A qué te refieres? ¿Él te lastima?— le pregunto esta vez un poco más serio.
—Oh, no, no no, para nada. Son gritos buenos, Joshie.
—¿Gritos buenos?
—Sí, ya sabes a lo que me refiero— se queda en silencio unos segundos, esperando que diga algo.
Yo realmente no entiendo, ¿Acaso existen los gritos buenos? Porque siempre que Gerard grita no me resulta para nada agradable.
—¡Dios, realmente no lo sabes!— Grita de nuevo e inmediatamente después comienza a reírse, dejando de caminar.
Me detengo también y espero a que deje de reír porque está llamando la atención de las personas del pasillo.
Mi vista sigue clavada en él, pero puedo sentir las miradas de los demás sobre nosotros y eso me hace sentir muy incómodo.
—Gerard...— siento como comienzo a sonrojarme al tener a muchas personas viéndonos.
Cubre su estómago con sus brazos mientras sigue riendo y realmente estoy perdiendo la paciencia.
¿Por qué se ríe? Nos están viendo raro por su culpa, así que golpeo mi pie contra el piso mostrándome enojado, pero eso sólo lo hizo reír más fuerte.
—¿Qué es tan gracioso, bobo?—cruzo los brazos en señal de estar indignado.
Cuando finalmente se calla, frota sus ojos limpiando las lágrimas que se le habían acumulado debido a la risa.
—Es que...—suelta un suspiro y me mira a los ojos—Es que eres demasiado tierno, Joshie—Me acaricia la mejilla por un segundo, antes de que se la aparte con un manotazo—¡Auch!—acaricia su mano mientras hace un puchero y yo ruedo los ojos.
—Tengo que irme a casa, ¿Quieres venir?
—¿A tu casa?— asiento con la cabeza—¡Claro que sí, eso ni siquiera se pregunta!
Le sonrío antes de comenzar a caminar, pero me detengo inmediatamente cuando veo que él no se mueve de su lugar.
—Ehhh... Oye, ¿Puede venir Frank con nosotros? Le dije que lo vería en la salida y no quiero cancelarle— Hace un puchero mientras pone unos ojitos muy tiernos y no puedo resistirme a esa cara.
—Sí, puede venir con noso....— No tengo tiempo de terminar la palabra, cuando tengo a Gerard abrazándome y dejando besitos por todo mi rostro.
—¡Gracias, Gracias, gracias!—Rio un poco por su reacción y me acomodo la ropa una vez que se aleja de mí.
No conozco mucho a Frank. Hemos hablado un poco cuando viene a recoger a Gerard en la salidas, pero no más.
Es mayor que nosotros por 2 años y estudia en la universidad que está a cinco cuadras de nuestra escuela.
Y Gerard está muy, muy enamorado de él.
