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El folleto que me entregó Tyler es un poco aburrido. Sólo te muestra las actividades que puedes hacer en el hotel y los servicios que te ofrecen, junto con un par de números de atención al cliente y esas cosas.

Lo único que me llamó la atención fue la gran piscina que tiene. Quisiera estar horas y horas ahí, pero no sé nadar.
Creo que es un poco vergonzoso tener casi dieciocho años y no saber nadar, pero nunca tuve la oportunidad para aprender; mi madre siempre ha sido muy sobreprotectora conmigo y tiene miedo de que me ahogue o algo así. Entonces, cada vez que voy a una piscina, solamente me siento en la orilla para mojar mis pies mientras veo cómo todos se divierten adentro.

Mis ojos viajan hasta mi madre, que se mueve un poco en la cama, para después sentarse y soltar un gran bostezo.

—Joshua—Se frota los ojos con las mangas de sus suéter—¿Qué hora es?

—Casi las cinco— Le respondo, viendo mi celular.

—¡Dios, Josh!— Veo cómo se para rápidamente de la cama, pero casi inmediatamente se vuelve a sentar ya que se marea un poco—¿No tienes hambre?

—No, eh... Bueno sí, pero no mucha.

En realidad sí tengo mucha, pero mamá se acaba de despertar y no me gusta la idea de salir por comida cuando parece tener sueño todavía.

—Sin peros— Se pone sus zapatos al mismo tiempo en que camina hacia la puerta— Vamos a comer.

—¿No tienes sueño aún?

—Sí, pero tenemos que co...

—Puedes dormir más, si quieres—La interrumpo.

—Tengo más hambre que sueño, Josh— Me mira a los ojos con las cejas alzadas— Realmente necesito comer ahora mismo o recurriré al canibalismo.

—¡Por favor, no!— comienza a hacerme cosquillas en el estómago—¡Para, para, para!

Mi risa escandalosa hace reír a mamá y sus cosquillas aumentan en el momento en que caigo de espaldas al piso.

—¡Por favor para!—Le digo entre risas cuando empieza a morder mi brazo.

—¡Nunca!

Estoy seguro de que las demás personas en el hotel pueden escuchar mi risa y probablemente se molesten por eso, pero es imposible controlarme.

—¡En serio para, me haré pipí!

—De acuerdo, de acuerdo—Aleja sus manos de mi, mientras se incorpora para tomar su cartera—Pero vamos por comida.

—Sí...—Me siento en el piso, tratando de regular mi respiración—Vamos.

~•~

Una vez que llegamos a la recepción, veo a Tyler sentado con los pies arriba del mostrador y su celular en la mano.

Siento los nervios regresar a mí cuando voltea a verme y simplemente agacho la mirada, tratando de ser invisible.

Caminamos hasta estar enfrente de él, mamá saludándolo amablemente y yo aún con la mirada en mis pies.

Tomo mi celular tratando de distraerme y no pensar mucho en lo raro que me hace sentir la presencia de Tyler. Es como si mi cerebro tuviera un botón y él lo activara cada vez que me ve, haciéndome sentir esas cosas raras. Y digo "raras" porque no sé de qué otra forma describir el sentimiento de estar nervioso y al mismo tiempo ansioso por querer verlo.

Porque, vamos... ¿A quién no le gusta admirar a las personas bonitas? Aunque, pensándolo bien, "bonito" se queda corto al lado de él.

Tal vez Tyler fue creado por científicos en un laboratorio; ellos modificaron su ADN y le pusieron  los mejores genes para que él fuera perfecto.

B U T T E R C U P {tysh}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora