Una vez que me siento en mi cama no tengo tiempo para pensar en nada cuando escucho la voz de mi madre detrás de mí.
—¿Qué fue eso, Josh?
—¡Demonios!—Pongo una mano sobre mi pecho al mismo tiempo en que suelto pequeños jadeos—¡Me asustaste!
Una pequeña sonrisa adorna mis labios pero la borro inmediatamente cuando la miro a los ojos, notando que tiene una expresión seria y está con los brazos cruzados, aún con el cabello mojado y envuelta en una toalla.
—¿Qué?—Le pregunto.
—¿Por qué vino el recepcionista?—Me mira confundida antes de voltearse para buscar algo de ropa en sus cajones.
—Ahh, es que... Bueno, sólo me dijo algo.
—¿Qué te dijo?
No puedo decirle que vino por su celular porque entonces se enojaría conmigo al saber eso. Entonces un foco se enciende mi cabeza, recordando el folleto que nunca le di a mamá y, justo ahora, parece una buena excusa.
—Me entregó un folleto, ¿Quieres verlo?
Sus cejas se fruncen, no creyendo mucho lo que le estoy diciendo.
—¿Dónde está?
—Ehh... Lo dejé por aquí—camino lentamente hasta el clóset.
Abro los cajones desesperadamente tratando de encontrarlo pero no está. Voy hasta mi cama y empiezo a desarreglar las sábanas, buscando debajo de las almohadas e incluso agachandome para buscar abajo de ésta.
—No sé dónde está—Le digo una vez que me pongo de pie junto a ella—Yo lo había puesto ahí, pero...
—¿No es este?—Me interrumpe, alzando su mano frente a mi cara, mostrándome el folleto.
—¡S-Sí!—Rio nerviosamente cuando ella aún me sigue viendo con esa cara seria—¿D-dónde estaba?
—Lo encontré ayer en tu cama, Josh—Frunce los labios, recalcando la palabra "ayer"—¿Por qué vino hoy?
—S-sólo hablamos, ¿Hay algo m-malo en eso...?
—¿Son amigos?
—Eso creo... De hecho, me dijo que nos viéramos en la piscina hoy en la noche—Me siento en mi cama y tomo mi celular, evitando verla a los ojos porque sé que no me dejará ir.
—Josh—Siento cómo la cama se hunde un poco a mi lado, haciéndome saber que se acaba de sentar junto a mí—No sabes nadar.
—Lo sé, lo sé, pero...
—¿Y si te ahogas?, No, no, no—Niega rápidamente con la cabeza.
—Mamá, no entraré a la piscina, te lo prometo—Alzo la mirada y la veo a los ojos.
—Cariño, no quiero que te pase nada.
—No me pasará nada, lo juro. Sólo estaré hablando con e-el Señor Tyler.
—Pero Josh, es...
—Mamá, por fin estoy aprendiendo a hablar con otra persona que no seas tú o Gerard, por favor déjame ir. Me agrada el señor Tyler. ¡Además, recuerda lo que dijo! Él me enseñará a ser más abierto,¿No querías tú eso?
—¿Seguro que no entrarás a la piscina?
—Te lo prometo.
Suelta un suspiro y coloca su mano en mi mejilla—Espero que no estés mintiendo, Joshua.
~•~
Tuve que bloquear a Ashley de todas las redes posibles. Eliminé e incluso bloqueé su número para que no pudiera llamarme otra vez. Mamá aún no me dice por qué debo hacerlo, pero tengo que hacerle caso y tengo que admitir que es un poco molesto.