Primera Parte.

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Narra Elyas

Y no dejaba de pensar en él. Desde hace meses que en mi cabeza sólo está su nombre, su rostro... Todo de él.

- Elyas, ¡Elyas! - reaccioné - Elyas, tío, que andas muy empanado hoy - dijo Vegetta.

- Lo siento, tío. No dormí muy bien que digamos, te prometo que no volverá a pasar - me excuse.

- Venga, vale. Haré la presentación, chicos. Me muteo -

- Elyas, ¿todo bien, tío? - me preguntó Arsilex mientras se acercaba a mi - Estamos en otra conversación, eh.

- Sí, sí... Sólo que no dejo de pensar en una persona y... -

- ¡Hala! ¡Que Elyas está enamorado! ¡Qué mono! - aunque él no lo viera, estaba sonrojado a más no poder.

- Ya, tío. Luego te cuento. Regresemos a la conversación con los chicos que Vegetta no tarda en unirse a la llamada de nuevo -

- Vale -

Por suerte, Vegetta aún no acababa la presentación, pero hubo preguntas de los demás chicos por la pequeña ausencia de Arsilex y mía.
Yo evadí la pregunta y Arsilex también. Al poco tiempo, Vegetta regreso a la llamada y así iniciamos el directo.

Al término del directo, nos quedamos un rato hablando de nuestras cosas.

- Elyas, estuviste muy empanado hoy, ¿todo bien? - me puse nervioso antes la pregunta de Vegetta.

- S-sí, Samuel. Venga, ya te dije al inicio del directo. Estoy bien - la voz me temblaba un poco.

- Vale... Bueno, chicos, me retiro. Mañana tengo vídeos y ya saben. Gracias por todo y, pues, hablamos luego - se despidió Samuel.

- Adiós - dijimos al unísono.

- Chicos, yo también paso a retirarme. Estoy muy cansado - dijo Jesús.

Al poco rato se fueron Herny y Lexosi, dejándonos a Arsilex y a mi solos.

- Así que... Una chica, eh -

- Este... - los nervios me volvieron a atacar.

- Venga, dime quién es, ¿la conozco? - Arsilex no paraba de pedirme que le dijera quién era aquella persona de la que esta a enamorado.

- Mira, te propongo algo: quedamos mañana y te cuento, ¿vale? - intenté callarlo.

- Vale, pero si no me lo dices, les diré a todos que estás enamorado -

- Que sí, pesado. Venga, que quiero descansar un rato, nos vemos mañana - me despedí.

- Descansa, Elyas - rió para luego terminar la llamada.

Apagué mi ordenador, me quité la polera, cambie mis vaqueros por unos pantalones de pijama y me acosté en mi cama.
Abracé la almohada y al poco rato me quedé dormido.

*Al día siguiente*
El reloj anunciaban las siete en punto de la mañana.

Con pereza, me levanté de mi cama y fui directo a darme una ducha.
Al terminar, volví a mi habitación para escoger mi ropa.

Era un día nublado, parecía que iba a llover.

Mi celular comenzó a sonar, Arsilex, contesté.

- Elyas... ¿En dónde y a qué hora? - no sabía de qué hablaba - Tío, que me tienes que contar quién es la chica -

- ¡Ohhhh! Cierto, ¿te parece en el café "El Final" en media hora? Digo, para aprovechar y desayunar - afirmó y después nos despedimos.

Suspire. Estaba un poco nervioso por contar uno de mis secretos.

Sabía que faltaba tiempo para quedar con Maryan, pero quería salir de mi departamento. Me agobiaba un poco el pensar lo que hablaría con el antes mencionado.

Salí de casa y caminé hacia el café. Sin tener conciencia del tiempo, llegué a mi destino. Tomé asiento en una de las mesitas que estaba fuera del lugar. Al poco tiempo, una chica se acercó a mi para tomar mi orden, pero le dije que esperaba a alguien, que regresará en un rato más.

Diez minutos después apreció Maryan.

- Elyas, hola - tomó asiento y justo regresó la mesera.

Ordenamos y conversamos de distintas cosas mientras esperábamos que trajeran nuestras órdenes.

Terminamos de desayunar y yo no sabía cómo empezar la dichosa conversación.

- Y bien, ¿quién es la chica? - soltó de golpe.

- Maryan... Yo... No es ninguna chica... - un cosquilleo en mi estómago se hizo presente.

- ¿Entonces? - frunció un poco el ceño.

- Mira, hace tiempo descubrí algo en mí... - la voz me temblaba - Creo... Maryan, soy gay... - solté sin más con las lágrimas a punto de salir de mis ojos.

Nos quedamos un rato en silencio. Yo tenía la mirada fija en la mesa y Maryan en mi. Estaba muy, muy nervioso. Temblaba por lo que podría pasar.

- ¡Ostras! Pues... ¿Qué te puedo decir, Elyas? - se rascó la nuca - Mira, yo no te juzgo ni nada y he de decir que admiro tu valentía para decirme esto y que si aún no estás preparado para decirle esto a los chicos yo me quedo callado - yo asentí con la cabeza sin despegar la vista de la mesa - ¡Eh, Elyas! Todo bien, tío - lo miré a los ojos y él me sonrió. Correspondí su sonrisa.

Me sentía confundido en todos los sentidos. A pesar de que le tenía confianza a Maryan su humor y el mío eran totalmente distintos y me daba miedo que en una de sus estupideces se le saliera decir que soy gay.

Después de pagar, Maryan propuso ir a un parque que estaba un tanto lejos de nuestro punto de origen, pero acepté. No tenía ganas de llegar a casa aún.
Sabía que si me quedaba solo le daría vueltas a todo este asunto y la ansiedad me agobiaria a más no poder.

- Cómo... - carraspeó - ¿Cómo te diste cuenta de que... Bueno, de que te gustan los tíos? - miraba al suelo mientras caminábamos.

- Bueno yo... Realmente no lo sé. Creo que fue de quien estoy flechado, ¿sabes? Llevo casi cuatro años conociéndole y dos años enamorado de él - me abrí un poco a su pregunta.

- ¿Puedo saber quién es el chico del cual estás flechado? - baje la mirada y lo pensé un poco.

- Prefiero esperar un poco, Maryan. Aun no estoy fuera del closet al cien por cien con ustedes, pero te puedo decir que lo conocemos ambos - él me sonrió un poco y seguimos caminando hasta el parque.

*Un rato después*
Regresé a mi departamento después de pasar tiempo con Maryan. La pasé genial hablando con él, pero ambos teníamos que regresar a grabar.

- Bien... Veamos, hoy toca el Bebé Noob en Minecraft Troll - llamé a Massi para quedar y grabar el vídeo.

- Maximiliano - puse voz grabe cuando contestó

- Elyas, compañero, ¿qué toca hoy? - dijo con su típico acento de Canarias.

- Las aventuras del Bebé Noob, Massi - tanto Maximiliano como yo disfrutábamos grabar con el Bebé Noob, aunque seré sincero, la voz la tenía que forzar bastante para llegar a tal tono, pero como a la gente le gusta y a mi también, no había problema.

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Un Planeta Llamado Nosotros - ElygettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora