Séptima Parte.

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Narra Samuel

Desde que tuve la llama con Silvia, no ha dejado de mandarme mensajes diciéndome que lamenta haberse comportado de tal manera.

Llegó a pedirme que regresáramos, que sería una mejor persona. Pero lo que más me sorprendió fue que vendría a Barcelona a buscarme, obviamente no creí que fuera a hacer eso. A la hora que llegamos a la discoteca, Silvia me envió un mensaje diciendo que iría a buscarme, justo donde yo estaba.

No creí que fuera capaz de encontrarme en aquel lugar, pero así fue. Al poco tiempo de haberme enviado el mensaje, llegó a donde estábamos.

- Samuel, amor, qué bueno que te encuentro - corrió hasta mi y me abrazó, besando mi mejilla.

- ¿Qué haces aquí, Silvia? - la separé de mi.

- Vine a pasar un buen rato contigo, cariño - fruncí el ceño.

- Silvia, tú y yo no somos nada. Nada. Ni siquiera amigos - ella soltó una carcajada.

- Sé muchas cosas de ti, Samuel. Sé que saliste con Guillermo; sé que eres bisexual y tengo muchas pruebas de eso -

Creí que era mentira todo lo que me estaba diciendo, hasta que me mostró fotos de Willy y mías. Había imágenes de nosotros dos besándonos, incluso había unas donde estábamos en la cama.

- ¿De dónde mierda haz sacado esto? - iba mirando y pasando rápidamente las fotos.

- Te dije que te estuve investigando. Ahora, si no quieres que esas fotos ni muchas otras sean publicadas, tienes que regresar conmigo - no sabía qué decir. Estaba en shock.

No tuve otra más que asentir con la cabeza. Ella sólo chilló de emoción y me abrazó.

- Vas a ver que seremos felices de nuevo, precioso - me sonrió y me besó en los labios.

Se separó de mi, y vi como Elyas nos observaba de lejos. Luego, se fue de ahí, negando con la cabeza.

Narra Elyas
Me sentía decepcionado. Triste. Furioso. Tenía ganas de mandar todo a la mierda.

Me senté en el mismo sofá donde había estado unos minutos antes. La imagen de Samuel y de Silvia besándose no dejaba mi cabeza en paz.
Comencé a llorar en silencio. Sin decir nada, salí de ese lugar, aún llorando.

Llamé un uber y me dirigí al hotel donde supuestamente me hospedaría con Samuel, tome mis cosas y me dirigí donde Elisabeth.

- ¿Elyas, todos bien? - atendió la puerta de su apartamento.

- Sí, todo excelente - intenté sonar convencido de que lo estaba - ¿puedo quedarme contigo esta noche? - ella asintió un tanto extrañada dejando entrar.

- Puedes quedarte en un cuarto que tengo extra -

- Vale, gracias - avance hasta la habitación, pero Elisabeth tomo mi brazo, hizo que quedáramos frente a frente y me abrazo.

- No sé qué pasa contigo, pero aquí estoy para lo que necesites - correspondí su abrazo mientras asentía - descansa, Elyas - me dio un beso en la mejilla y se fue a su habitación.

Deje las maletas que tenía en el cuarto de invitados y me dejé caer en la cama. Abracé la almohada y cerré los ojos.

Todo se repetía en mi cabeza como si estuviera reviviendo esa escena. Lágrimas caían de mis ojos. Hubiera no haber visto aquel beso.

Me rendí ante el sueño, intentando descansar. Mañana será otro día.

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Un Planeta Llamado Nosotros - ElygettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora